Tres antiguas casas de patricios del siglo XIV forman con su frente gótico la impresionante fachada del Römer, que se ha convertido en el símbolo de la ciudad de Frankfurt. El Consejo de la Ciudad las compró en 1405 y rodeó el trío con otras ocho casas patricias. En la parte central del complejo edilicio se encuentran los recintos feriales y comerciales utilizados hasta 1846, y sobre los cuales se levanta la sala imperial con 52 retratos de los emperadores. Hoy el Römer es la sede de la alcaldía y de la legislatura municipal, además de alojar otras oficinas, como la del Registro Civil. El Römerberg, o centro del casco antiguo, tiene una historia que se remonta a la época de los Hohenstaufen. Primero fue llamada simplemente Berg, montaña, o Samstagsberg, montaña de sábado. Su nombre actual lo tiene desde el siglo XV, cuando el Consejo adquirió las casas que rodean la plaza para construir el nuevo ayuntamiento. La época de oro del Römerberg fue en el Baja Edad Media y la temprana Edad Moderna, cuando se celebraba aquí la importante feria de Frankfurt, las elecciones y las coronaciones de los reyes germánicos. En el medio de la plaza se levanta la hermosa Fuente de la Justicia. Durante la Segunda Guerra Mundial, todo el casco antiguo, incluyendo más de 2000 casas de paredes entramadas, y el Römerberg se desmoronó, transformándose en escombros y ceniza en una noche de bombardeos, y sólo la Casa Wertheim en el Fahrtor permaneció ilesa. Hoy, el "Gudd Stubb" como se conoce en Frankfurt al Römerberg ha vuelto a ser otra vez el centro representativo del casco antiguo de Frankfurt, además de ser uno de los puntos más concurridos de la ciudad. Esto fue gracias a una fidedigna reconstrucción del Römer y la Ostzeile, con sus pintorescas casas de paredes entramadas, así como también de la antigua Iglesia de San Nicolás y el agregado de centros culturales como el Museo Histórico y la galería de arte Kunsthalle Schirn. El Römerberg es también es el lugar donde se realizan las funciones, representaciones teatrales y fiestas musicales y populares y uno de los más bellos Mercados de Navidad de Alemania.
Iglesia de San Pablo, Paulskirche. La iglesia de San Pablo es, por antonomasia, el símbolo nacional de la libertad y la democracia en Alemania, ya que el 18 de mayo de 1848 se reunió allí la primera Asamblea Nacional elegida en forma libre. Los meses siguientes estuvieron dedicados a la redacción de una constitución para la Alemania unificada, proceso que luego fracasó por la oposición de Prusia y Austria. Los siguientes levantamientos que buscaron la imposición de la constitución fueron aplastados y el parlamento disuelto por la fuerza de las armas. En 1852 la iglesia de San Pablo volvió a ser un lugar donde sólo se celebraban servicios religiosos. Pero luego de su reconstrucción tras la Segunda Guerra Mundial la iglesia de San Pablo ya no fue usada con fines religiosos, sino que se concentro en su papel de “Cuna de la Democracia Alemana”, con exposiciones dedicadas al tema y actos conmemorativos.
La Antigua Ópera es una construcción representativa de la Gründerzeit, época de los fundadores, el momento del despegue industrial de Alemania a fines del siglo XIX. El edificio tiene su origen en una donación de vecinos pudientes de Frankfurt; el 20 de octubre de 1880, tras 7 años de trabajo, se estrenó el Teatro de la Ópera con la representación del Don Juan de Mozart. Después de la II Guerra Mundial se desencadenó una discusión que duró años, respecto a si la Antigua Ópera debía ser reconstruida o si debían quitarse las ruinas. Afortunadamente, fracasó estrepitosamente la propuesta del primer alcalde post guerra de la ciudad, que pretendía dinamitar los restos. Los trabajos de restauración y reconstrucción duraron hasta 1981, momento en que la Opera fue solemnemente reinaugurada. En la actualidad, sus más de 600 conciertos por año y las funciones especiales como el baile de la ópera, la han vuelto a convertir en el centro cultural de la ciudad.
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