miércoles, 29 de octubre de 2008

Heidelberg. Museo Farmacéutico. Alemania.

El castillo de Heidelberg, construido en su mayor parte durante el siglo XVII y hoy en ruinas, domina la ciudad sobre una orilla del Neckar, y es una de las más emblemáticas imágenes de la Alemania histórica. Las partes más antiguas de su construcción nos muestran ejemplos de la arquitectura medieval y renacentista. Son especialmente interesantes las cuatro columnas de piedra que se levantan en el patio, que formaron parte del palacio de Carlomagno. Las dependencias del ala Otto Heinrich del castillo albergan un museo de farmacia. En la bodega del castillo está el famoso ‘tonel de Heidelberg’, una gran barrica de vino con capacidad para 220.017 litros. Entre los edificios religiosos notables de Heidelberg están la iglesia de San Pedro, construida en el siglo XV y en cuya puerta el teólogo de Bohemia Jerónimo de Praga clavó sus célebres tesis criticando al Papa, y la iglesia del Espíritu Santo, también del siglo XV. Su famoso ‘puente viejo’ era la entrada principal a la ciudad durante la edad media. La ciudad debe su fama en gran medida a la existencia de la Universidad de Heidelberg (1386), la más antigua de Alemania inmortalizada en la opereta de Sigmund Romberg El príncipe estudiante.
Heidelberg, que aparece mencionada por vez primera en el siglo XII, ya era capital del Palatinado hacia 1720. En tiempos de la Reforma, la ciudad se convirtió en uno de los principales bastiones del protestantismo alemán. En ella se redactó en 1563 el denominado ‘catecismo de Heidelberg’ por parte de varios teólogos protestantes de la universidad. En la guerra de los Treinta Años (1618-1648) fue saqueada por tropas francesas, que volvieron a causar daños en la ciudad en 1689 y 1693, siendo responsables de la mayoría de los destrozos que sufrió el castillo. Tras la II Guerra Mundial, las fuerzas estadounidenses en Europa establecieron aquí su cuartel general



Destacan en la ciudad los restos del majestuoso castillo en medio del Bosque Odenwald a orillas del río Neckar. Aquí podemos visitar la Farmacia convertida en un gran museo desde 1957. Heidelberg disfruta de un clima casi mediterráneo que permite el cultivo de uvas y espárragos. El Neckar es un río del estado federado de Baden-Württemberg. Nace en Donaueschingen, muy cerca de las fuentes del Danubio, cerca de la Selva Negra, Tras 367 kilómetros a través de las estribaciones occidentales del Jura de Suabia, desemboca en el río Rin a la altura de Mannheim. El nombre Neckar proviene -vía Nicarus y Neccarus- de la palabra celta Nikros, que significa agua brava. Desde aproximadamente el año 1100 la madera de la Selva Negra ha bajado por las aguas del Neckar y el Rhin hasta su destino final en los Países Bajos. En tiempos antiguos el transporte lo llevaban a cabo gancheros que viajaban sobre los troncos. Actualmente se hace en gabarras fluviales. Atraviesa varias ciudades importantes en su curso hacia el río Rhin: Rottweil, Tubinga (Tübingen), Stuttgart, Heilbronn y Heidelberg.
A lo largo de su valle pueden encontrarse multitud de castillos como el Burg Hornberg in Neckarzimmern y el Burg Guttenberg in Neckarmühlbach. Asimismo, en sus riberas se encuentra la central nuclear de Obrigheim, que será desmantelada en los próximos años. Pasado Heidelberg, el Neckar descarga sobre el Rhin un promedio de 145 m³/s de agua. Esto hace del Neckar el cuarto mayor tributario del Rhin y el décimo mayor río de Alemania.
A partir de Stuttgart es navegable; la primera de las esclusas se encuentra en Bad Cannstatt.

2 comentarios:

  1. Paloma,
    Hacía ya un tiempo que no veía tu blog. Sigues siendo fiel a tu compromiso, y cada vez aportas más información, además de mostrarnos unas fotografías más cuidadas.
    Enhorabuena y un abrazo.
    El Eremita.

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  2. Me alegra tu visita y tus comentarios. Esperamos seguir mejorando.

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