El Convento de los Jesuitas de Huete fue fundado hacia 1570 como un colegio por el clérigo Esteban Ortiz, vicario de Montalvo y beneficiado de la parroquia de San Pedro, bajo los auspicios de Diego Hurtado de Mendoza, padre de la Princesa de Eboli. En el edificio se crea una escuela para enseñar a leer y a escribir a todos los niños de la ciudad, función que se mantuvo hasta su cierre a principios del siglo XX.
En 1767, Carlos III expulsó a los jesuitas de España y el convento de Huete fue desalojado. Al quedar el templo sin uso, el día 18 de febrero de 1770 se trasladó a él la parroquia de San Nicolás de Medina, situada anteriormente junto a la puerta de la muralla del mismo nombre. El monarca ordenó poner sus armas reales en la portada, y que en lo sucesivo se apellidase Parroquia Real de San Nicolás de Medina.
En 1767, Carlos III expulsó a los jesuitas de España y el convento de Huete fue desalojado. Al quedar el templo sin uso, el día 18 de febrero de 1770 se trasladó a él la parroquia de San Nicolás de Medina, situada anteriormente junto a la puerta de la muralla del mismo nombre. El monarca ordenó poner sus armas reales en la portada, y que en lo sucesivo se apellidase Parroquia Real de San Nicolás de Medina.
El edificio está compuesto por fachadas de piedra arenisca con dos órdenes de rejas. El 22 de mayo de 1896 perdió su categoría de parroquia y en 1936 toda la decoración fue destruida y el templo quedó gravemente deteriorado. En 1949 se abrió nuevamente al culto, siendo la decoración actual aportada por diversos donantes y las diversas hermandades y mayordomías que tienen su sede en este templo. A pesar de su condición de iglesia filial de la parroquia de Nuestra Señora de La Merced, carece de culto; excepto en las festividades de San Antón, San Juan, Nuestra Señora de Loreto y San Juan Evangelista.
La parte conventual tiene planta cuadrada, formando en su interior un claustro, también de forma cuadrada, en torno a cuyos tránsitos se organizan las dependencias conventuales. Esta parte conventual fue construida por Diego de Hernán Saíz y Juan de Palacios en el último tercio del siglo XVI. El claustro tiene dos alturas; en la inferior alternan columnas de orden toscano con pilares de madera, mientras que en el claustro superior toda la estructura es de madera. El campanario manierista, construido a comienzos del siglo XVII, es de gran belleza. A la iglesia se accede por una portada barroca adintelada. En su entablamento se observan la inscripción y el escudo Real de Carlos III. La iglesia es de una nave en forma de Cruz latina, con capillas laterales bajo arcadas de medio punto. Los seis tramos de la nave, el presbiterio y los brazos del crucero se cubren con bóvedas de medio cañón con lunetos. Sobre el crucero se levanta una gran cúpula gallonada. Sobre las capillas laterales hay dos tribunas de gran capacidad que proporcionan luz a la iglesia por medio de unas celosías situadas en cada uno de los tramos de la nave. En el crucero, al lado del evangelio, se conserva todavía el escudo de los Chacones, y patrones del altar de San Ignacio, situado allí antiguamente. A los lados del altar mayor hay dos capillas con cupulinas, magníficas de proporción y traza, una con decoración rococó y la otra neoclásica. La primera fue desde 1874 la de Jesús Nazareno, llamando vulgarmente 'El Pobre'. Anteriormente su titular fue la Virgen de Guadalupe. La segunda, desde 1785, es la de San Juan Evangelista, cuya imagen fue trasladada en aquel momento desde Atienza. En la actualidad el templo es mantenido por las hermandades de San Antonio Abad, Nuestra Señora de Loreto y San Juan Evangelista. En 2004 se declara el edificio como Bien de Interés Cultural. El Ayuntamiento quiere ceder la parte del edificio que corresponde al Convento para la instalación en Huete de alguna infraestrucutra de caracter turístico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario