El Monasterio se fundó en 1272 sobre la ermita de Santa Quiteria donde se daba culto a la Virgen del Prado. La imagen de Santa Quiteria se traslado a la ermita de San Gil. La tradición afirma que la fundación fue llevada a cabo por el propio fundador de la orden de La Merced, Pedro Nolasco, que ya había estado por estas tierras con el obispo de Cuenca San Julián.
La Orden de la Virgen María de la Merced de la Rendición de los Cautivos de santa Eulalia de Barcelona, así llamados en su origen, se funda en Barcelona el día 10 de Agosto de 1218 por San Pedro Nolasco siguiendo la inspiración de la Virgen María y bajo la protección del rey Jaime I de Aragón y ante el Obispo de la ciudad, Berenguer de Palou. Fue confirmada por el papa Gregorio IX, el 17 de Enero de 1235. La orden surge para redimir a los cristianos cautivos que se hallan expuestos al peligro de perder la fe. Aunque nace con carácter de Orden Militar, posteriormente se convierte en clerical con el doble carácter de laical y sacerdotal.
José Martín de Aldehuela, natural de Aldehuela en Teruel, fue el autor del desparecido retablos mayor de la iglesia del monasterio de Nuestra Señora de La Merced, concluido en 1774. En el año de 1750, con apenas 26 años ya es considerado un maestro totalmente reconocido en la ciudad de Cuenca, donde se encarga de la terminación y el embellecimiento del oratorio de San Felipe y de otras obras tan importantes como la iglesia de San Pedro, la ermita de la Virgen de las Angustias, la iglesia y convento de San Pablo, hoy Parador Nacional de Turismo de Cuenca, la iglesia de las Petras, la del hospital de Santiago, el convento de la Concepción Francisca, la iglesia del hospital de San Antón, también llamada La Luz por ser el hogar de la patrona de Cuenca, la Virgen de la Luz, las obras del interior de la Catedral, siendo el responsable del cerramiento del claustro, la sala capitular, la capilla del Pilar, las cajas de los Órganos, los tornavoces de los púlpitos, y del engalamiento general.
Es autor de algunas iglesias en la provincia como la iglesia del convento de San Miguel de las Victorias en Priego, la iglesia del Castillo de Garcimuñoz, la Parroquia de Paracuellos, la parroquia de San Bartolomé en Cólliga así como de numerosos retablos entre los que cabe destacar los de la sacristía, la Virgen del Alba, la Magdalena, Santa Rosa y San Antonio dentro del interior de la Catedral y los de la Parroquia de San Gil ya desaparecidos o el del Convento de la Merced en Huete.
No se limitó Martín de Aldehuela a la realización de obras de carácter religioso. Entre sus obras civiles podemos destacar en esa ciudad las llamadas Casas Pretorias, las Casas del Santo Oficio y la singular Casa de Recogidas, la Presa del Molinillo en Postigo, el empedrado de la Calle de San Pedro y el Molino de Papel de Palomera, primera fábrica de papel en España y muy ligada a la tradición y a la historia de la ciudad de Cuenca.
Mientras vivía en Cuenca viajaba asiduamente a Teruel donde fue autor de la desaparecida iglesia del Seminario muy ligada a los sucesos de nuestra Guerra Civil que provocaron su destrucción y de la iglesia de San Millán en Orihuela del Tremedal. También residiendo en Cuenca realiza a expensas de su Cabildo Eclesiástico la iglesia de San Pedro y San Pablo en Madrigueras, ya en la provincia de Albacete o la iglesia parroquial de Terzaga en Guadalajara o el Coro de la iglesia de Santa María en Alarcón, donde el 4 de diciembre de 1981 se aprobó el Estatuto de Autonomía de Castilla - La Mancha. En el año de 1771 es nombrado Maestro Mayor de Obras Pías del Obispado. Tenía 47 años y el pleno reconocimiento de la ciudad, era rico y ocupaba uno de los puestos de mayor relevancia a los que su oficio le habría podido catapultar.
Es autor de algunas iglesias en la provincia como la iglesia del convento de San Miguel de las Victorias en Priego, la iglesia del Castillo de Garcimuñoz, la Parroquia de Paracuellos, la parroquia de San Bartolomé en Cólliga así como de numerosos retablos entre los que cabe destacar los de la sacristía, la Virgen del Alba, la Magdalena, Santa Rosa y San Antonio dentro del interior de la Catedral y los de la Parroquia de San Gil ya desaparecidos o el del Convento de la Merced en Huete.
No se limitó Martín de Aldehuela a la realización de obras de carácter religioso. Entre sus obras civiles podemos destacar en esa ciudad las llamadas Casas Pretorias, las Casas del Santo Oficio y la singular Casa de Recogidas, la Presa del Molinillo en Postigo, el empedrado de la Calle de San Pedro y el Molino de Papel de Palomera, primera fábrica de papel en España y muy ligada a la tradición y a la historia de la ciudad de Cuenca.
Mientras vivía en Cuenca viajaba asiduamente a Teruel donde fue autor de la desaparecida iglesia del Seminario muy ligada a los sucesos de nuestra Guerra Civil que provocaron su destrucción y de la iglesia de San Millán en Orihuela del Tremedal. También residiendo en Cuenca realiza a expensas de su Cabildo Eclesiástico la iglesia de San Pedro y San Pablo en Madrigueras, ya en la provincia de Albacete o la iglesia parroquial de Terzaga en Guadalajara o el Coro de la iglesia de Santa María en Alarcón, donde el 4 de diciembre de 1981 se aprobó el Estatuto de Autonomía de Castilla - La Mancha. En el año de 1771 es nombrado Maestro Mayor de Obras Pías del Obispado. Tenía 47 años y el pleno reconocimiento de la ciudad, era rico y ocupaba uno de los puestos de mayor relevancia a los que su oficio le habría podido catapultar.
Fachada de la iglesia del Monasterio.
Fachadas del Convento.
Entrada a la Iglesia.
El interior de la iglesia de La Merced sufrió graves destrozos durante la guerra civil y todo lo que ahora podemos ver es el resultado del esfuerzo del pueblo de Huete por recuperar este templo.
Entrada a la Iglesia.
El interior de la iglesia de La Merced sufrió graves destrozos durante la guerra civil y todo lo que ahora podemos ver es el resultado del esfuerzo del pueblo de Huete por recuperar este templo.
Su magnificencia y prestigio lo convirtieron en uno de los monasterios más importantes de la Orden mercedaria en Castilla, sede de algunos capítulos generales y provinciales, en los que tomaron parte representantes de los monasterios mercedarios más importantes de todo el mundo para decidir los designios de la institución. De la edificación actual lo más antiguo es el tramo central de la fachada principal, único vestigio de una bella obra diseñada en 1639 por Cosme de Peñalacia. Aquella obra contaba con dos torres rematadas en chapitel de pizarra en los extremos y dos bellas portadas, una con columnas para la iglesia y otra más discreta para la portería, todo ello desaparecido. La fachada correspondiente a la iglesia fue remodelada en estilo neoclásico en 1867 y la esquina sur (la más cercana a la puerta del Ayuntamiento) fue transformada a finales del siglo XIX. El claustro, uno de los mejores patios barrocos de la provincia, fue diseñado y construido por el arquitecto Cosme de Peñalacia entre 1645 y 1647, destacando el bello contraste cromático producido por la utilización de distintos materiales. La iglesia, diseñada en 1670 por el arquitecto madrileño José de Arroyo, incorpora un entablamento de piedra con ménsulas pareadas y dentículos que recorre todo el perímetro del templo. Sobre el crucero se eleva una bella media naranja con una pintura al temple que representa la aparición de la Virgen a San Pedro Nolasco, fundador de la Orden. En 1754 se construyó la sacristía, que actualmente incorpora un retablo manierista procedente de la abadía del cercano Caracena del Valle. Realizado en la segunda mitad del siglo XVI, la mazonería fue encargada a Diego de Villadiego mientras que las pinturas sobre tabla son obra de Pedro Muñoz de Aguilar. Por último, en la segunda mitad del siglo XVIII se llevó a cabo la ampliación del monasterio, seguramente con la intervención de José Martín de Aldehuela, con dos bellas fachadas con un orden de rejas y dos de balcones, una sala capitular y un refectorio, hoy Museo de Arte Contemporáneo Florencio de la Fuente. Actualmente el edificio alberga el Ayuntamiento de la Ciudad, así como diversas dependencias administrativas, la oficina de turismo, la biblioteca municipal, la Parroquia de San Esteban y tres museos. En el año 1992 el conjunto es declarado Bien de Interés Cultural
La imágen de Jesús Nazareno, en una de las capillas laterales junto al altar mayor, procede de la desaparecida Inclusa que existió hasta mediados del siglo XVII en el paraje conocido como la Fuenzorita. Primero estuvo esta imagen en la capilla de Santiago de la parroquia de San Pedro hasta que esta perdió el culto en 1896
snetriscTodo el mundo le llama San Miguel de las Victorias (Priego), cuando su verdadero nombre es San Miguel de la Victoria, una victoria, la de Lepanto, motivo por el cual el Conde de Priego lo mandó levantar. Y así figura con ese nombre: San Miguel de la Victoria, en el libro de Guardianes, en el apartado dedicado a su Fundación.
ResponderEliminarhttp://eldesvandemislibros.blogspot.com/2011/03/puerta-del-cielo.html
He visto su interesante blog en el que hay dos entradas sobre José Martín de Aldehuela y algunas de sus obras y tengo que puntualizar lo siguiente: José Martín de Aldehuela nació en Manzanera (Teruel) y después se trasladó a Aldehuela (Teruel) de donde tomó el nombre antes de iniciar su prolífica obra.
ResponderEliminarMe gustaría se tuviera en cuenta este comentario y se rectificase. Gracias