Surge así la Real Fábrica de Tapices de Santa Bárbara, en donde se elaboraron la mayoría de los tapices que engalanaron los Reales Sitios, o donde ya en el siglo XIX se realizaron las alfombras del Congreso de los Diputados.

El edificio, que en 1749 pasa a propiedad Real, era de gran extensión, aunque de pobre arquitectura; según Madoz, estaba hecho de mampostería, albañilería y entramados de madera sin nada notable que destacar. Derribada en 1889 con motivo del traslado de la fábrica a su nuevo emplazamiento en la calle Vandergoten, su lugar lo ocupa hoy varios edificios de viviendas además del palacio de la condesa de Adanero.
En 1889 se trasladó la fábrica a un solar rectangular del nuevo barrío de pacífico, creado como resultado de la de la ordenación urbana de la antigua huerta y olivar de Atocha. El edificio, que ocupa una manzana entera, fue construido entre 1889 y 1891 por el arquitecto José Segundo de Lema. Este complejo fabril es también sede de un Museo de Tapices, está formado por un edificio principal alineado a la calle de Fuenterrabía y varios pabellones transversales, más pequeños, que parten de él por su parte central y sus laterales, localizándose, por último, un pabellón exento y alineado a la calle de Vandergoten. Todas las construcciones, incluida la chimenea, son de ladrillo visto y presentan interesantes motivos decorativos de inspiración mudéjar.
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