Hay otro Jubera en La Rioja, entre Logroño y Arnedo, señorío de los Luna.
A orillas del río Jalón, afluente del Ebro.
El castillo y la aldea de Jubera estuvieron desde 1315
en manos del obispo de Sigüenza.
En 1782 comenzose a construir el pueblo a expensas del obispo de Sigüenza, Juan Díaz de la Guerra, cuyo blasón puede verse en lo alto de lo que fuera su palacio episcopal rural. Un siglo después, en 1835, los vecinos compraron las tierras y las casas al obispo de Sigüenza.
Armas del obispo de Sigüenza.
Juan Díaz de la Guerra, obispo de Sigüenza. Último
cuarto del siglo XVIII.
Juan Díaz de la Guerra fue un Obispo ilustrado que
favoreció notablemente la industria y las obras públicas en todo su territorio
episcopal, levantando pueblos enteros, o barrios de corte barroco como el de
San Roque en la ciudad de Sigüenza.
Escudo ovalado de corte eclesiástico, con cinco
flores de lis y cantonado de cuatro soles. En la bordura, alternando el emblema
de Castilla y la cruz de San Andrés. Tallada en la piedra aparece la fecha de
1795. Por timbre, capelo episcopal.
Díaz de la Guerra y sus genealogistas dicen ser
descendiente de Cristóbal Colón.
Jubera.
Llamado también lugar nuevo, es una villa de 50 vecinos, situada
junto al cerro llamado Torre de Murón, y agregada al
municipio de Velilla de
Medinaceli. Fue construida a fines del siglo pasado. a
expensas del Ilmo.
Sr. D. Juan Díaz Guerra, obispo de Sigüenza, el cual le
obtuvo el privilegio
de villazgo. Dista de Soria, su provincia, catorce leguas;
una y cuatro de
Medinaceli, su partido judicial, y treinta y cuatro de
Burgos, su Capitanía
general. Tiene una Iglesia parroquial, rural de 1ª clase,
dedicada a Nuestra
Señora de los Mártires, con un órgano, que se supone sea del
monasterio
de Huerta; escuela incompleta, dotada con 275 pesetas
anuales, casa y
retribuciones, y una hermosa casa rectoral, que servía de palacio
al ilustre
fundador, cuando se retiraba a esta villa. Esta, se halla
situada en una
pequeña cumbre, por debajo de la cual cruzan la carretera y
la vía férrea de
Madrid ú Zaragoza, entre los kilómetros 172 y 173,
quedándose la
población a la izquierda. Los edificios de la villa, son
todos sólidos, con ventanas de piedra arenisca labrada, exactamente iguales y divididas en
cinco grupos 6 manzanas semejantes.
El término, dentro del cual se encuentran las ruinas de dos castillos, y es bañado por el
río Jalón y otro
arroyuelo, confina con Utrilla, Somaén, Velilla y
Medinaceli. El terreno,
aunque de mediana calidad, es escabroso, y produce granos de
excelente
clase, legumbres, hortalizas y algo de fruta, Cría también ganado lanar,
caza menor, y en los ríos pesca. Dista cinco leguas de
Sigüenza, y hace su
viaje a ella, por las estaciones de Medinaceli ó Arcos, y Alcuneza.
Corresponde al arciprestazgo de Medinaceli, a la audiencia
de Soria, y al
centro de Conferencias de Velilla, donde asiste con Somaén, Lomeda y
Ures de Medina.
EL OBISPADO DE SIGÜENZA.
Nomenclátor descriptivo, Geográfico y Estadístico
DE TODOS LOS PUEBLOS DEL MISMO, 1886.
En 1955 se hace la última remodelación de límites diocesanos
haciendo coincidir sus límites con los de la provincia de Guadalajara. Para
ello la diócesis de Sigüenza cede los territorios pertenecientes a otras
provincias (al norte el arciprestazgo de Ayllón, en la provincia de Segovia,
amplios territorios de la provincia de Soria y alguna población de la provincia
de Zaragoza) e incorpora a su territorio la franja sur o margen izquierdo del
Tajo que pertenecía a la diócesis de Cuenca, y poblaciones de La Campiña, La
Alcarria y la ciudad de Guadalajara que pertenecían a la archidiócesis de
Toledo. Por Bula del Papa Juan XXIII de 9 de marzo de 1959, pasa a denominarse
diócesis de Sigüenza-Guadalajara; la iglesia de Santa María de Guadalajara pasa
a ser la concatedral.
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