domingo, 18 de mayo de 2008

Bejar. La ruta de las fábricas de Paños. Salamanca.

Bejar ha sido un importante núcleo textil a pesar de ser una pequeña ciudad, casi aislada, alejada de las grandes áreas textiles españolas como la catalana y la valenciana. Béjar se incorporó a tiempo a la revolución industrial en el primer cuarto del siglo XIX, aunque ya contaba con tradición textil desde siglos anteriores. La producción aumentó pasando de abastecer al mercado local y a las poblaciones cercanas para hacerlo a mercados cada vez más lejanos. Uno de los más grandes problemas que tuvo que superar fue el de las comunicaciones, ya que el ferrocarril no llegaría a Bejar hasta 1894. La industria textil ha sobrevivido a la desaparición de los grandes centros textiles que hubo antiguamente en Castilla, muchos de los cuales disponían de “Reales Fábricas” como era el caso de Guadalajara, Segovia, Palencia.
Aunque a mayor parte de las fábricas se encuentran abandonadas en la actualidad, su situación a lo largo del río Cuerpo de Hombre, fuerza motriz de sus instalciones, ha dado lugar a un itinerario de unos 4 kilómetros, ida y vuelta, que nos permite conocerlas. Para aprovechar mejor el cauce su corriente se represa en las llamadas “pesqueras” para distribuir el agua dese ellas por canales. Durante la ruta se pueden observar la pesquera de los Caballos, la pesquera de los Capitanes, la pesquera Tapia y la pesquera de los Ladrones.
La primera fábrica es la de don Luis Izard Muñoz. Se estableció sobre un viejo molino. En 1830 Esteban Martín Asensio disponía en este lugar de una importante fábrica textil que producía 1.600 piezas de 20 varas cada una para el ejército. En 1942 estaba aquí la empresa de D. Luis Izard Muñoz que disponía de secciones de hilados, tejidos, tintes y acabados. Finalmente, los señores Cascón tuvieron en este edificio una fábrica de géneros de punto, desparecida a principio de los noventa. La siguiente es la fábrica de Téllez de hilados, tejidos y acabados. Un puente de servicio la une con la Pablo Farrás Faus, S.A., establecida en 1987 en un edificio propiedad de la fábrica Téllez. Junto a ellas el Museo Textil, edificio rehabilitado que albergó la fábrica de don Serafín Gilart Fité, dedicada a la tintura de materias textiles. Existió ya aquí un batán del duque de Béjar a mediados del siglo XVIII. Sigue la moderna fábrica de Hilaturas Béjar establecida desde 1973. Previamente hubo aquí otras empresas del ramo, como la de Tapia, que dio nombre a la pesquera, asentada sobre una antigua fábrica textil que databa del siglo XIX. Continua la de don Jerónimo Gómez Rodulfo, que ya en 1850 contaba con unos 200 obreros y producía 1200-1400 piezas de tejido al año. Junto a ésta se encuentra la antigua fábrica de la Industrial Bejarana, conocida también como la Estambrera, que ya producía a principios del siglo XX. A finales de la década de los treinta se hizo cargo de ella donSantiago Rocamora, y después pasaría por otros propietarios y arrendatarios hasta que en 1974 se trasladará a este lugar el tinte de Gilart y hasta fines de los noventa fue lugar ocupado por Manufacturas Tintóreas. Funciona ahora una minicentral eléctrica. Continuando llegamos a la antigua fábrica de García y Gascón sobre una importante fábrica anterior, del siglo XIX. Fue una de las más grandes de la ciudadcomo se puede apreciar por las dos chimeneas de las calderas. La más alta, de ladrillo rojo, mide desde su base 52 metros y la de la margen contraria 24 metros.




El río Cuerpo de Hombre, es un afluente del Alagón, afluente a su vez del Tajo. Nace en la Hoya de Moros, en la Sierra de Bejar. Junto a la ciudad de Bejar recibe por la derecha a su afluente el Frío.





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