Los Acuña, regidores de la ciudad de Cuenca y con importantes posesiones en la tierra de Huete por su vinculación por matrimonio con los Carrillo, fueron dueños de varias casas en la Ciudad Cuenca.
Algunas vinieron a ellos por el matrimonio de Teresa Carrillo de Albornoz con Lope Vázquez de Acuña.
Unas son las llamadas CASAS PRINCIPALES O Casas del Cardenal, situadas en el Álcazar, por haber pertenecido a Alonso Carrillo de Albornoz, cardenal en Roma, protonotario apostólico, obispo de Sigüenza entre 1422 y 1434, cardenal presbítero de los Cuatro Santos Coronados en 1423 y archivicario de la Basílica de Letrán en 1428. Era hermano de Teresa Carrillo de Albornoz. Muere en 1434. Fue enterrado en la iglesia de los Cuatro Santos Coronados y después trasladado a la capilla mayor de la catedral de Sigüenza. Su sepulcro de mármol, labrado en Roma, está situado en una parte del muro derecho, encima de la puerta del trascoro. Teresa recibe de su hermano la posesión de la Casa del Cardenal que pasa a su hijo y del mismo nombre que su padre Lope Vázquez de Acuña, I duque de Huete.
También están enterrados en la capilla mayor de la catedral de Sigüenza Gómez Carrillo de Acuña, sobrino del Cardenal y hermano del I duque de Huete, y su esposa María de Castilla, nieta de Pedro I el Cruel.
Todos con importantes señoríos en el obispado de Sigüenza.
Frente a las Casas del Cardenal, otras tres eran propiedad del también sobrino del Cardenal y hermano de Gómez como era el I duque de Huete, hijo de Teresa Carrillo de Albornoz y Lope Vázquez de Acuña. De su importancia da cuenta que rentaban tres florines y medio de oro, 12.000 y 15.000maravedíes. Se venden el 13 de diciembre de 1482, unos días antes que las del Cardenal, en la fortaleza de Castillejo en tierras de Saelices.
El I duque de Huete vende días más tarde las Casas del Cardenal. El documento de venta se firma el 31 de diciembre de 1483 igualmente en la fortaleza de Castillejo.
En 1499, Lope Vázquez de Acuña " el Mozo", hijo del I duque de Huete, y su mujer María de Contreras reciben licencia regia para que puedan vender la fortaleza de Castillejo y sus términos, bienes pertenecientes al mayorazgo hecho por su padre Lope Vázquez de Acuña.
Lo compran los RR.CC. y desde 1500 es su alcaide Diego Hurtado de Mendoza, marqués de Cañete, por cuya tenencia Diego Hurtado de Mendoza recibía 20.000 maravedíes en 1508 y donde, además, la reina Juana "la Loca", hija y sucesora de los RR.CC. le libró otros 30.000 maravedíes anuales. El marques de Cañete podía disponer de pastos de agostadero para su ganado en el término despoblado cercano a la fortaleza.
Otras casas tenían los Acuña en la ciudad de Cuenca. Eran las situadas en el barrio del Castillo en torno a las parroquias de San Pedro y San Juan, propiedad de Lope Vázquez de Acuña y su mujer Teresa Carrillo de Albornoz.
Lope Vázquez de Acuña, I duque de Huete, con facultad del rey —dada en Salamanca, el 9 de diciembre de 1486— hizo mayorazgo en Lope Vazques de Acuña "el Mozo", entre otros bienes, de la casa y la fortaleza de Castillejo
con todos sus
montes, prados, molinos, batanes y viñas
que tenía por merced de su hermano el arzobispo de Toledo Alfonso Carrillo de Acuña, adquirida por compra a su primo Luis Carrillo a quien se pagaron 300.000 maravedíes; la casa y huerta de Huete cercana a la iglesia de San Nicolás de Almazán, que era aledaña de la casa de los herederos de Pedro de Huete, escribano, y, de la otra parte, colindaba con la calle pública y la casa de Alejo de Sandoval, señor de La Ventosa, que valía 100.000 maraavedíes; la heredad de Valdejudíos en Carrascosa de Campo, por valor de 40.000, y la de Naharros, por valor de 20.000. El que se quedara con este mayorazgo debía ser patrón de la capilla que Lope Vázquez de Acuña había comenzado a construir en el monasterio de San Francisco de Huete, hoy desaparecido. Además, pasaría con sus armas y apellidos.La mitad de los bienes del mayorazgo pertenecían a María de Mendoza, señora de Naharros, esposa de Lope de Vázquez de Acuña, como bienes habidos y multiplicados durante el matrimonio. Hija de Diego Hurtado de Mendoza, II señor de Cañete y la Olmeda y de su segunda mujer Teresa de Guzmán, hija de Juan Ramírez de Guzmán, de la línea de los Toledos, señores de Gálvez, y de su primera mujer Elvira Alfón de Aza. Fue María de Mendoza la primera mujer del I duque de Huete.
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