Juan Núñez y Leonor de Osorio
Diego Hernández de Mendoza dedicó
un capítulo de su Armorial a Juan Núñez de Toledo y Leonor de Osorio que no
habían muerto cuando escribió la obra, aunque sí habían construido su
sepultura.
El matrimonio significa un ejemplo
de unión entre un componente de la comunidad conversa y una cristiana de noble
cuna. El primero formaba parte de una familia muy relacionada con los linajes
de Álvarez de Toledo, los Díaz de Toledo y Chirino. Por su parte, la esposa era
un componente del antiguo linaje de los Osorio.
Esta pareja es presentada en el
Libro de Armería como un ejemplo a seguir, en el que el autor destaca que se
dan tres virtudes principales: la fidelidad a la corona, el ennoblecimiento por
méritos, reconocidos siempre por parte de los reyes, y la hidalguía de sangre.
Los relatos de las genealogías y biografías de cada cónyuge son tan prolijos
que hacen suponer que fueron referidas al autor por los propios protagonistas.
En cada una de ellas se destacan las bondades de su linaje. En el caso del
esposo éstas son las virtudes cristianas (muy significativo tratándose de
cristianos nuevos) y de sabiduría política en la tarea de consejo a los reyes.
Por su parte, de doña Leonor se destaca la importancia de su linaje
(emparentado con la realeza y las familias de más abolengo de Jaén y León) y su
piedad religiosa:
Todo esto he dicho por aver d’escrevyr de unas personas loables que
hallé en villa de Madrid. Y por quanto la esperiençia es madre de las cosas,
aquella me forçé a mantener lo que diré. Este que digo conmo por herençia
patrimonial los rrespechos de nobleza no seyase por esta výa. Ca el abuelo suyo fue dotor maestre Juan,
morador en la çibdat de Toledo. El qualhizo tres libros del Testamento
Nuevo muy provechosos para la religión christiana, donde declaró todas las
profeçías quehablavan del avenimiento del Hijo de Dios y otras cosas
muchoneçesaryas a la creençia de la santa fe católica. Los quales libros
distribuyó en esta manera, quel uno dio al monesteryo del Sant Françisco de
Toledo y el otro a la yglesia mayor de Toledo; este notable onbre dexó un hijo que dixeron el jurado Françisco
Nunes, el qual fue ssecretaryo del rey don Johan el segundo, nuestro
sennor, y de la muy loable rreyna dona Marýa, sumuger. A este dyó el ya dicho
sennor rrey don Juan armas, la squales en fyn se dirán; dexó un hijo que se dize el jurado Juan Nunes, que dende
bien pequenno fue cryado en la casa de la muy esclareçida rreyna nuestra
soberana, sennora dona Isabel dende que era infanta y prinçesa de Castilla, y
por su abilidad fue echo tienpo
lugarteniente de mayordomo mayor y eso mesmode contador mayor y otros ofiçios
por sý que ovo en la casarreal. Este es estudioso en aquellas artes que a los
loables rromanos hizieron claros, asý en el saber de la pulítica, harte de governar,
conmo en notar cosas neçesaryas al bevir honesto. Es un tenplo de notable
tenplança de la vida autiva y contenplativa. Dios que muestra su poder a
nosotros en dos cosas más que enotras, que son en las batallas e en los casamientos.
Acaso syn pensamiento de los dos, ovo de casar
con una notable persona, dicha dona Leonor de Osoryo. Y por que las
cosas muy sennaladas que son hechas por el mundo no fueran puestas enescryto,
luego fueran cubyertas con el nublo de la olvidança. Y por tanto los rromanos, varones notables,
acostunbravan pedir por sus mérytos que
les fueran hechas ymágenes de aranbre o
de piedra. Y aun quiso Nuestro Dios que porque sus hechos quedase dotryna, que
sus quatro coronistas lo notasen, por que fuese manifiesto a toda naçión. Asý
mesmo me pareçe que aquellos que entre la gente noble y notable son avydos por
tales y son en su conpanía estymados, que la rrazón me conbida a quesus armas
sean puestos entre las de los tales. Y pues que estos careçen de generaçión, que dellos proçeda, quiero dezir de hijos,
que no carescan de lo que se puede con rrazón dexar enmemorya. La sennora
hallar es que con el rrey don Enrrique el noble, hijo del rey don Alonso,
vynieron de Françia y d’Aragón muchos grandes sennores quando entró en Castilla, entre los quales
vyno un grand sennor de la casa rreal de
Françia, llamado don Remón de Rocafuy, el qual casó en Aragón con una hija de
don Johan de Luna. E primero deste casó en Jahen con una sennora que dezían
dona Leonor de Osoryo, de la casa de Villalobos, do proçeden los condes de
Trastámara y de Lemos, la qual eso mesmo era del linaje de los de Torres y de
Solyer y de Berryo y de Benevydes. Ca sy ovyésemos de contar quatro abuelos y
cada uno de aquellos que ha otros quatro, nunca acabarýamos.
Alonso López de Haro y el Doctor Pedio Salazar de
Mendoza, siglo XVII, dicen que Luís
García de Toledo y Elvira Núñez son los padres de Juan Núñez. Información que
se labró en Madrid, en el año 1625, al producir sus pruebas para ingresar en la Orden de Santiago don-
Bernardino de Ahumada y Luzón, vecino de
Ronda. Estas declaraciones de López de Haro y Salazar de Mendoza,
universalmente reconocidos como notables genealogistas, están corroboradas a su
vez en el citado expediente por la que prestara el marqués de Villamagna, don
Alonso de Toledo y Mendoza. Caballero de la Orden de Santiago, sobrino tataranieto de doña
Violante López de Toledo, quien debería conocer bien el asunto, en razón del
parentesco.
Que Luís García de Toledo v doña Elvira
Núñez. su mujer, tuvieron por hijos a Francisco Núñez de Toledo, Juan Núñez de
Toledo, y a Violante López, que casó con Maestre Alfonso Chirino.
Era este matrimonio parte del
entramado de las familias conversas.
Afirma Carriazo que Valera
era hijo de una familia ilustra, desde varias generaciones por las armas y las letras, y
!e supone natural de Cuenca, hijo legitimo- o tal vez natural- de Maestre
Alonso Chirino de Guadalajara y de doña Violante López de Toledo. Es doña
Violante hermana de Juan Núñez y de Francisco Núñez. Este casa con María Núñez
y son padres de Catalina Núñez que es la
segunda mujer del Contador Alonso Álvarez de Toledo. Son los padres de
Francisco, de Violante y de su otro hermano Juan Núñez, Luis García de
Toledo y Elvira Núñez. Por la repetición de apellido Núñez podemos pensar en
matrimonios entre parientes de una misma familia de conversos, como era
habitual.
Juan Núñez casa con
Leonor Osorio. El matrimonio significa un ejemplo de unión entre un
componente de la comunidad conversa y una cristiana de noble cuna. El primero
formaba parte de una familia muy relacionada con los linajes de Álvarez de
Toledo, los Díaz de Toledo y Chirino. Por su parte, la esposa era un componente
del antiguo linaje de los Osorio.
Alonso Álvarez de
Toledo caso dos veces. La primera hacia 1421 ó 1422 con Aldonza Fernández de Valera, hija de Juan Fernández de Valera, regidor de
Cuenca, en cuyo oficio sucedería el Contador parece que en las fechas de su
casamiento pues su suegro muere en 1422. Juan Fernández de Valera es así mismo suegro del converso Alonso
Chirino, físico de Juan II que escribió varios tratados sobre medicina,
padre de mosén Diego de Valera diplomático, justador, y autor de numerosa obra
literaria de mérito. Maria de Valera, hermana de Aldonza, es con Alfonso
Chirino madre de Mosén Diego de Valera. Al quedar viudo el Contador va a casar
hacia 1430, fecha de la muerte de Chirino,
precisamente con una sobrina de
Violante López que es mujer de Alfonso Chirino. Se puede conjeturar que
Chirino y María de Valera tienen a Mosén Diego hacia el año 1412 mientras
Chirino está casado con Violante López. Alonso
Chirino no menciona en su testamento, redactado con suma prolijidad, a Diego
Alonso, en ninguna forma, no obstante que éste, en la fecha de su otorgamiento,
contaba 17 años de edad.
Juan Núñez era cuñado de Alfonso
Chirino; Juan Núñez era hermano de la mujer de Chirino. Era esta Violante López
de Toledo. Igualmente una sobrina de Juan y de Violante, hija de su hermano
Francisco, es la segunda mujer de Alonso Álvarez de Toledo, casando estos en
1430.
Francisco Núñez, según el
Armorial, padre de Juan Núñez, también estuvo situado en la administración real,
ocupando la plaza de secretario de Juan II, quien lo ennobleció. Posteriormente,
desempeñó la misma función con Enrique IV. Sus armas, como en el caso del
contador Alonso Álvarez de Toledo- marido de una nieta de Francisco Núñez y
sobrina de Juan Núñez-, fueron fruto de una merced de Juan II, lo cual
significaba una consideración especial por parte del monarca
Hijo de Francisco fue Juan Núñez,
lugarteniente de mayordomo y contador. Sabemos que por su oficio tenía una
quitación de mil seiscientos maravedíes.
Como venía siendo habitual,
además de sus nombramientos regios, Juan Núñez desempeñó también cargos en la
administración municipal de Madrid. Aparece como jurado y regidor en 1481 entre
los caballeros y escuderos, en un acta de acuerdo del concejo, y otra vez en
catorce de abril de 1492 entre los representantes de caballeros y escuderos en
el regimiento
En el Libro de Armería se da gran
importancia a la vida espiritual de la pareja, la cual se refleja en la importancia
de su morada para la eternidad, que se refiere así:
Estos dos hizieron dos moradas byen hordenadas y de asaz valor, la una
corporal e la otra spiritual e conmo quiera que la tenporal sea más hancha su
valor y grandeza lo que más pareçe manifiesto. Lleva la otra en lo divinal la
ventaja en los sacrefiçios que se hazen y han in perpetuo de haz zer, por el
dote de que la dotaron. La que se hizo en la villa de Madrid, es en lo mejordella y la que proverá descanso al alma es en el devoto monesteryo de SantGerónimo el Real, que dizen del Paso.
En el Archivo Histórico Nacional
se conserva la documentación que acredita este hecho, del que probablemente el
autor fue testigo. La realización de los sepulcros está incluida en la
fundación por parte del jurado y su esposa, de una capellanía en el Monasterio
de los Jerónimos, la cual comienza así:
En el monasterio de Sant Gerónimo
el Real extramuros de la villa de Madrid, quince días de Junio anno del
naçimentode nuestro salvador Jhesucirsto de mill e quatroçientos e noventa e
seis annos se conçertó entre el sennor vicario e los capitulares y los señores
jurado Juan Núñez e donna Leonor Osorio las cosas siguientes,
Primeramente que el dicho padre
vicario e los capitulares del dicho monasterio por la mucha devoción que con los
dichos señores tienen les dan para su
enterramiento una capilla que está en la cabesça junto con la sancristanía con
su madera y como se está con facultad que la puedan alçar fasta el çielo de la
çelda de fray Gerónimo de Çifueros siguiendo en el alto el ancho de la dicha su
capilla y que se pueda enterrar en ella las personas que ellos juntamente en su
testamento mandaren.
Que dan los dichos señores Jurado
e dona Leonor Osorio para dotaçión de la dicha su capilla a los sobre dichos señores
prior e frayles e convento de dicho monastero treyntamil maravedíes de censo
los quales tienen y riçibieron de dicho monasterio en compra y pago de las
quinientas mill maravedíes quel dicho monasterio había dellos según y por la
forma y manera que del dicho monasterio los ovieron y rreçibieron los quales
dichos.
A continuación, el documento
refiere la ubicación física de los sepulcros. Aunque los titulares aun no han
muerto, los sepulcros ya estaban terminados, po reso es posible que se pudieran
ver los emblemas representados en ellos, tal y como los describe Diego
Hernández, estando en vida estos personajes.
Que por la otra capilla que está
junto con la sobredicha puedan meter nuestros cuerpos porque no se quiten las
fronterías de alabastro que están en la dicha nuestra capilla y en el
cerramiento que está entre estas capillas puedan pasar unos arcos o pared
tomando por ygual de la nuestra capilla y de la otra en manera que una capilla
ni la otra no se desproporçionen.
El convenio fundacional trata
además otras cuestiones secundarias: el derecho de doña Leonor, doña Catalina,
su hermana y Doña Leonor Osorio, hija de ésta, a oir misa en la capilla.
Las últimas voluntades de Leonor
de Osorio sobre este asunto se recogen en su testamento, dado a cinco de
diciembre de 1510. A
siete de diciembre de 1510 comparecen el jurado, su sobrina Leonor y el marido
de ésta, Juan Zapata. En el testamento se da a entender que la capilla con las
sepulturas ya estaba finalizada y se dan las instrucciones para el
enterramiento:
Y terminado cuando nuestro Señor
plugiere de me llevar desta vida mi cuerpo sea sepultado en el monesterio de San
Jerónimo el Real desta villa de Madrid en mi capilla que es la sacristía del
dicho monesterio, debaxo del arco que yo fize fazer para mi enterramiento.
Como dice Diego Hernández de
Mendoza, la pareja no tuvo hijos, lo que se puede deducir también de la
ausencia de menciones a éstos, tanto en la fundación de la capellanía como en
el testamento de doña Leonor, en el que se nombró patrona a su sobrina del
mismo nombre. Los mausoleos se conservaron durante varios siglos, en el
monasterio de San Jerónimo, según Ponz en el siglo XVIII aun se encontraban
ornados con estatuas de mármol. Ponz, Antonio, Viaje por España: Madrid,
Madrid, 1793, p.34.
En los monumentos funerarios se
hallaban representadas las armas de cada uno de los cónyuges, las cuales
Hernández de Mendoza describe también de manera minuciosa. En el blasón del
jurado, como signo de ennoblecimiento y especial aprecio, se incluyen la divisa
real de la banda y un león rampante:
Puesto que la sennora suso dicha
sea tan noble y sus armas de tan altos rrenonbres y tan antiguas, porque los varones
preçeden y van delante de las duenas, porné primero las d’él y después diré de
la nobleza de las otras. El ya dicho glorioso rey don Johan dyó al ya dicho
padre deste jurado un escudo colorado con la debysa rreal, que es una vanda la
qualle dyó blanca. Y mas le dyó un león haziendo, diferençia que fuesse
amaryllo, y por su devoçión en la parte baxa de la vanda un tau de Sant Antón
con unos bordes alderredor d’él blancos.
Las armas de doña Leonor son unas
armas familiares, un partido de las armas de los Rocafuy y de los Osorio:
Esta sennora trae por armas un
escudo partydo en pal,a la mano derecha las armas de Rocafuy, que es el canpo colorado
e un castillo amaryllo con una luna blanca en somo del castillo y alderrededor
del castillo syete veneras amarillas, lastres de la una parte y las otras tres
de la otra e la una debaxo del castillo. Y el otro medio escudo las armas
d’Osoryo, que son dos lobos colorados en canpo amaryllo.
Otros testimonios sobre estas
mismas armas son los que se reproducen posteriormente en las descripciones de
los enterramientos del matrimonio que figuran en un texto anónimo de comienzos
del siglo XVII sobre el monasterio de San Jerónimo:
En la sacristía en un arco en que
está un bulto dize assí la letra en este arco y en otro: Aquí iace el honrrado
varón el jurado Juan Núñez de Toledo lugarteniente de mayordomo mayor del rey
don Fernando y de la Reyna
dona Ysabel nuestros señores, y la noble señora dona Leonor Osorio su muger que
finaron año MDX. El sepulcro del marido tiene por armas un escudo con una banda
y un león y un tau. El de la mujer tiene a la mano derecha un castillo de oro
en campo de sangre y sobrél una media luna blanca y a los lados siete veneras
de oro y a la mano izquierda las armas de los Osorio que son dos lobos
desollados en campo de oro
También se conservan dos
descripciones más de las armas, realizadas por Blas de Salazar, la primera es
del emblema del jurado ubicado en la capilla:
Escudo de Francisco Núñez: Campo de gules la divisa de la banda de sinople, abajo a la derecha una T de oro y arriba a la izquierda un león de oro, así está en la capilla de San Gerónimo de Madrid.
Y otra segunda de las armas del
sepulcro de doña Leonor: Partido en pal, primer cuartel en campo de gules castillo
de plata rodeado de veneras y creciente arriba de él ,todo de plata, segundo
cuartel: en campo de plata dos lobos degules en pal.
Diego Hernández de Mendoza se
presenta como conocedor personal y, en cierto modo, biógrafo del matrimonio. Se
detiene a describir y alabar la construcción de la capilla, que debió de ser
acontecimiento importante en la villa, como hecho acreditativo de la virtud del
matrimonio.
Además, hay que tener en cuenta
que la dotación se realiza en 1496, el mismo año en el que se escribió el Libro de armería, en el cual evidentemente no
se reflejan los fallecimientos del jurado y su mujer. Otro aspecto a tener en
cuenta, es el enlace de su sobrina con un miembro de la familia de los Zapata,
una de las másdestacadas de la villa. Vemos en este hecho otra similitud con
los Núñez de Toledo, ya que ambos, una vez situados socialmente, abandonan la
endogamia conversa.
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