En Villafranca, del Condado, de la provincia de Segovia, el castillo de Villafranca, conocido como castillo de Castilnovo. De la Tierra de Sepúlveda.
En la Villafranca de Madrid el castillo de Aulencia que da nombre a Villafranca del Castillo, ahora en el municipio de Villanueva de la Cañada.
Formó parte el Villafranca segoviano del condado de Castilnovo y Valdesaz.
El castillo de Villafranca,
donde podemos ver prácticamente estilos de toda la historia del arte
español, fue posesión del condestable y
valido de Juan II, don Alvaro de Luna, que era señor de otros muchos pueblos en
tierras segovianas, de los Reyes Católicos, de los Herrera, Velasco, -ambos
apellidos de los condestables de Castilla, de la casa alemana de Hohenzollern y
de los marqueses de Quintanar. En el siglo XIX lo adquirió José Galofre
secretario de Isabel II, quien lo mandó restaurar y reconstruir según el gusto
romántico de la época.
Villafranca y su castillo -Castilnovo «el castillo nuevo»-,
pertenencian al Condado de Castilnovo como las villas de La Nava, Torrecilla y Valdesaz, así como tres
despoblados que son, Hortoya, Hortiyuela
y Las Veguillas.
En La Nava podemos ver la pequeña iglesia barroca de san
Juan.
En Valdesaz su iglesia parroquial de Santa Cristina es
románica, de una sola nave, ábside semicircular adornado con canecillos de
nacela, y una secilla puerta de ingreso también románica de dos arquivoltas.
El nombre de Torrecilla hace referencia a una posible torre
fortificada que existiera en el lugar en época de las repoblaciones. Dentro de
su núcleo urbano podemos ver la iglesia de san Bartolomé.
Don Bernardino Velasco, condestable de Castilla y duque de Frías. príncipe de Grave y conde de Castilnovo.
Ábalos, Rivas y Peciña son señoríos riojanos de los condes de Castilnovo.
Ábalos, aparece por primera vez en la Crónica Albendense en el año 740, en la que se narra la expulsión de los musulmanes de la localidad por parte de Alfonso I de Asturias y su hermano Fruela. En los siglos XI y XII aparece varias veces citada la villa en los documentos del Monasterio de San Millán, donde está sepultado, Lope de Ábalos, conde de Álava y señor de Ábalos. Hasta 1567 fue aldea de San Vicente, y aunque se independizó, continuó en el señorío de los condes de Castilnovo, que perdieron la propiedad al hacerse cargo de ella el tribunal de la Inquisición de Logroño por causa de unas deudas. Desde 1726 se constituye en villa independiente tras ser comprada por sus habitantes a la Santa Inquisición por 53.500 maravedís. Aquí el palacio de los marqueses de Legarda.
Hay otro Castillo llamado Castilnovo en Villanueva de la Serena, Badajoz. Cabeza de la encomienda de Castilnovo en la orden de Alcántara.
Tras la conquista de Trujillo en 1232 por Fernando IV, el
monarca acompañado por los caballeros de la orden de Alcántara, al mando de Arías Pérez, penetra en la
comarca de La Serena reconquistando algunas fortalezas islámicas. Según el
cronista Alonso de Torres y Tapia, el maestre don Arias Pérez rendiría el
castillo de Mojáfar y construiría Castilnovo. Lo más antiguo conservado data
del siglo XIV, construyéndose posteriormente otro cuerpo meridional con
dependencias residencias y agropecuarias. En los siglos XV y XVI la fortaleza fue ampliada hacia el
sur con un nuevo espacio a modo de patio de armas en cuyos flancos serán
construidas algunas dependencias domésticas y pecuarias, como las caballerizas,
incrementando de esta forma las condiciones residenciales del complejo. A
partir de entonces hasta el siglo XVIII se registrarán reformas y añadidos con
la finalidad de mejorar la comodidad interior, así como encaminadas a la
explotación de la finca que le pertenece.
El profesor Navareño afirma que en el primer tercio del siglo
XIV el nuevo castillo debía estar construido, considerándolo una obra
enteramente cristiana. Durante la etapa medieval debió realizarse el núcleo más
destacado, constituido básicamente por un cuerpo principal flanqueado por una
torre prismática y otra de planta circular, quedando en el interior de un
recinto amurallado.
La familia Ulloa, procedía de Galicia, y del primero que ha constancia como avecindado, es Sancho Sanchez de Ulloa, quien debió de venir a Extremadura como miembro de la orden de Alcantara y en una de las visitas a Cáceres, con el maestre de la orden don Suero Perez Maldonado, conoció a doña Inés González de Herrera, sobrina del Maestre, se caso con ella y le fue otorgado el señorío de Castilnovo pueblo de la orden; pero al morir don Suero, se lo arrebataron los maestres sucesores, ya que la concesión había sido arbitraria.
Don Bernardino Velasco, condestable de Castilla y duque de Frías. príncipe de Grave y conde de Castilnovo, fue en Valladolid, señor de Villalva de los Alcores.
Los condes de Osorno, Palencia, tuvieron el señorío de la villa de Villalva de los Alcores, hasta los últimos años del siglo XVI. En tiempos del rey Felipe V el conde de Castilnovo, duque de Frías y conde de Haro, promovió el correspondiente expediente sobre el señorío y jurisdicción que tenía de Villalba; y el rey Carlos III, por Real Cédula de 27 de junio de 1773, confirmó la posesión del conde. Quiso éste ampliar sus derechos, a lo cual se opuso el pueblo, terminándose el pleíto por ejecutoría de 18 de agosto de 1778. Habiendo sido abolidos los señoríos y derechos jusridiccionales por las leyes de 1811 y 1837, en este año acudió el de Castilnovo a los tribunales de justicia, reclamando el derecho a cobrar ciertas rentas anuales. La Audiencia de Valladolid, el 20 de noviembre de 1851, sentenció que no eran suficientes los títulos presentados por el conde. El 14 de junio de 1857 interpuso el conde demanda ordinaria, y la Audiencia de Valladolid, el 12 de septiembre de 1860, absolvió al ayuntamiento de la demanda, y el Tribunal Supremo declaró, el 30 de mayo de 1862, no haber lugar a la casación, condenando al conde a las costas de proceso.
Inés de Guzmán fue marquesa de Villalba y casa con Luis de Tovar. Su hija, María de Tovar, litigará por la posesión de Villalba hasta coseguir su devolución de manos del Consejo Real en 1500. En 1522, María de Tovar y su esposo vendieron Villalba del Alcor a su hijo Pedro Fernández de Velasco. Hasta finales del siglo XVI fué propiedad de los condes de Osorno, pasando luego a propiedad de los condes de Castilnovo que detentarán los derechos señoriales sobre la villa hasta su abolición en 1811. El 30 de Mayo de 1862 el conde de Castilnovo vende las ruínas del castillo y lo que queda de las murallas de la villa a Don Cipriano Rivas, Encargado del Despacho de la Secretaría de Cámara y de la Real Estampilla de Isabel II. Su hija casa con el que será presidente de la II Republica, Manuel Azaña.
Iñigo Fernández de Velasco, II duque de FRÍAS, casa hacia 1480 con María de Tovar, VI señora de Berlanga, señora de la Casa y estado de Tovar, hija de Luis de Tovar, y de Inés de Guzmán, duquesa de Villalba, hija de Egidio, al Gil, González Dávila, señor de Cespedosa, y de Aldonza de Guzmán, hija de Luis de Guzmán; nieta paterna de Juan de Tovar y de Castañeda, señor de Tovar y Berlanga, Guarda mayor del rey Juan II y su Alférez mayor del Pendón, quién fundó mayorazgo confirmado por Juan II 1432, y de Constanza Enríquez y Mendoza, hija del Almirante Alonso Enríquez y de Juana de Mendoza. Padres de Pedro III duque de FRÍAS, primo hermano y esposo de la I condesa de Castilnovo.
No se sabe con certeza quien mandó levantar el castillo de Villalva de los Alcores. Se la ha relacionado con ordenes militares por su resistencia y estilo monacal, parece ser la familia Meneses, la propietaria desde finales del siglo XII. Fue sin embargo, el duque de Benavente, don Rodrigo Alonso Pimentel, quien reformó y fortaleció aún más el castillo y la población. En el siglo XVI, tras la batalla de Pavía, sirvió de prisión para el Delfín de Francia y el Duque de Orleans, los hijos del rey francés Francisco I derrotado en la citada batalla por Carlos I en el año 1525.
Inés de Guzmán fue marquesa de Villalba y casa con Luis de Tovar. Su hija, María de Tovar, litigará por la posesión de Villalba hasta coseguir su devolución de manos del Consejo Real en 1500. En 1522, María de Tovar y su esposo vendieron Villalba del Alcor a su hijo Pedro Fernández de Velasco. Hasta finales del siglo XVI fué propiedad de los condes de Osorno, pasando luego a propiedad de los condes de Castilnovo que detentarán los derechos señoriales sobre la villa hasta su abolición en 1811. El 30 de Mayo de 1862 el conde de Castilnovo vende las ruínas del castillo y lo que queda de las murallas de la villa a Don Cipriano Rivas, Encargado del Despacho de la Secretaría de Cámara y de la Real Estampilla de Isabel II. Su hija casa con el que será presidente de la II Republica, Manuel Azaña.
Iñigo Fernández de Velasco, II duque de FRÍAS, casa hacia 1480 con María de Tovar, VI señora de Berlanga, señora de la Casa y estado de Tovar, hija de Luis de Tovar, y de Inés de Guzmán, duquesa de Villalba, hija de Egidio, al Gil, González Dávila, señor de Cespedosa, y de Aldonza de Guzmán, hija de Luis de Guzmán; nieta paterna de Juan de Tovar y de Castañeda, señor de Tovar y Berlanga, Guarda mayor del rey Juan II y su Alférez mayor del Pendón, quién fundó mayorazgo confirmado por Juan II 1432, y de Constanza Enríquez y Mendoza, hija del Almirante Alonso Enríquez y de Juana de Mendoza. Padres de Pedro III duque de FRÍAS, primo hermano y esposo de la I condesa de Castilnovo.
No se sabe con certeza quien mandó levantar el castillo de Villalva de los Alcores. Se la ha relacionado con ordenes militares por su resistencia y estilo monacal, parece ser la familia Meneses, la propietaria desde finales del siglo XII. Fue sin embargo, el duque de Benavente, don Rodrigo Alonso Pimentel, quien reformó y fortaleció aún más el castillo y la población. En el siglo XVI, tras la batalla de Pavía, sirvió de prisión para el Delfín de Francia y el Duque de Orleans, los hijos del rey francés Francisco I derrotado en la citada batalla por Carlos I en el año 1525.
El cuerpo principal del castillo lo compone un rectángulo de 35
metros de largo por 25 de ancho. Está formado por nueve torres de las que siete son macizas y las otras dos
huecas, una de las cuales hace de torre del Homenaje.
El castillo del cercano Montealegre-de Campos-, también en Valladolid, construido a finales del siglo XIII o principios del XIV por Alfonso de Menezes, sustituyó al de Villalba de los Alcores como fortaleza principal de esta familia. Actualmente pertenece al Ministerio de Agricultura.
Bernardino Fernández de Velasco, III conde de Haro, VII y I de su casa Condestable de Castilla I duque de la villa de FRÍAS en 1492, IV mayorazgo y XI señor de la Casa de Velasco.
Casa primero con Blanca de Herrera, señora propietaria del estado de Pedraza de la Sierra, hija de García González de Herrera, III señor de Pedraza de la Sierra. y después con Juana de Aragón, hija natural de Fernando II de Aragón, el rey Católico. Del primer matrimonio, Ana Herrera de Velasco, señora de Cigales y Pedraza de la Sierra, nace en Villalpando, Zamora. Casa con Alonso Pimentel, V conde y II duque de Benavente, IV conde de Mayorga, con sucesión en BENAVENTE.
Del segundo matrimonio es Juliana Angela de Velasco y Aragón, ya viuda es la I condesa de Castilnovo en 1557 por merced de su tío Felipe II, nieta de Fernando el Católico que le da las tierras en Segovia que forman el condado de Castilnovo y que eran de titularidad de la Corona. Casa con su primo hermano Pedro Fernández de Velasco, III duque de Frías y V conde Haro y titular de su mayorazgo y de su Casa, sin sucesión.
Es el II duque de Frías hermano del primer titular de Frías y padre del III duque de Frías.
Juana de Velasco y Aragón, hija del IV conde de Osorno y de su segunda mujer María de Velasco y Aragón, señora de Villalba, hija de Juan Hurtado de Mendoza, el Ciego, V señor de Morón de Almazán en Soria, Contador mayor de Castilla, y de su primera mujer Luisa de Velasco, hija de Juan Velázquez de Cuéllar, señor de Villavaquerín, y de María de Velasco, nieta del I señor de Siruela y sobrina del I conde de Siruela. II condesa de Castilnovo por herencia de su deuda Juliana Angela de Velasco y Aragón, I condesa de Castilnovo, viuda de su primo hermano Pedro Fernóndez de Velasco, III duque de Frías. Casa en 1583 Antonio Gómez de Butrón y Múgica, XIII señor de Butrón, señor de Mújica y Aramayona, sin sucesión.
La III condesa de Siruela es prima segunda de la abuela de la II condesa de Castilnovo. La I duquesa de Castilnovo es hija del I duque de Frías y que casa con su primo hermano que es sobrino del I duque de Frías y que es el III duque de Frias- el I y el II Frías son hermanos-. La III condesa de Siruela casa con su primo tercero que es primo hermano de la I condesa de Castilnovo. El primer conde de Haro y el I señor de Siruela son hermanos.
Sigue Castilnovo en un sobrino nieto de Juana, la primera condesa. Luego Bernardino Fernández de Velasco, primo del anterior titular, XI Condestable de Castilla, VI duque de FRÍAS, X conde de Haro- primera mitad del siglo XVII- (después de la muerte de su hermanastro Iñigo de Velasco y Girón), IV marqués de Berlanga, es el siguiente titular de Castilnovo.
Los titulares de la Casa de Velasco serán en lo sucesivo condes de Castilnovo hasta mediados del siglo XIX.
Las vicisitudes económicas de la Casa de Frias en la segunda mitad del siglo XIX le obligan a vender gran arte e su patrimonio como ocurre con los castillos de Castilnovo y Villalva de los Alcores.
Hay otros titulados condes -titulados marqueses- de Castilnovo que son descendientes del III conde de Castilnovo y así en conflicto con sus parientes los titulares de Frías y Haro.
LUIS DE VELASCO (1559-1625), I MARQUÉS DE BELVEDERE (1616),
II CONDE DE SALAZAR (1621) y III DE CASTILNOVO, CBº DE
SANTIAGO, COMENDADOR DE CALZADILLA (1596) Y DE VALENCIA DEL VENTOSO (1607),
CBº DEL TOISÓN (1622), CAP INFª ESPª (158?), MDC INFª ESPª
(1591), CAPGRAL ARTª FLANDES (1597), CAPGRAL CABª FLANDES (1602), CONSEJERO DEL SUPREMO DE GUERRA (1623) Y DE ESTADO (1624).
También se afirma que sucedió en el marquesado de Castilnovo (Segovia) pero este título no lo alcanzó en
vida, ya que el pleito sucesosorio se fallaría en vida de su hijo Juan, IV marqués de
Belvedere, que fue el primero en gozarlo efectivamente.
Había casado con Anne d'Henin d'Alsace, hija de Jacques de
Henin (1548-1604), marqués de la
Vere y Vlessinghen, señor de Haussi, V conde de Boussu, y de
Marie de Re- deghem Hannart, señora de Liedekerke, vizcondesa de Bruselas
y de Lombecke, en la que tuvo tres hijos varones y una hembra, Ana de Velasco,
que casó con Rasse de Gavre, marqués d'Ayseau, conde de Beaurieu y del SRI, jefe
de finanzas, consejero de Estado de los Países Bajos,gobernador de Charlemont y de
Binche y mayordomo del Archiduque Alberto. Todos nacieron en Bruselas y fallecieron
en los Países Bajos, los varones sirviendo bajo las banderas del rey de España:
1º.- Jacinto de Velasco y Henin (1603-1632), III conde de
Salazar y IV de Castilnovo, II marqués de Belveder, Cbº de Santiago (1609) y Comendador
de Beas (1621), MdC Infª española (TIE no. 1) y teniente general de la Caballería del ejército
de Flandes,que murió en una eacaramuza durante el socorro de Maastricht
(23-VII-1632).
2º.-Felipe Alberto
(1605-1632), IV conde de Salazar y V de Castilnovo, III marqués de Belveder, que murió en combate el 18.V.1637, siendo
capitán de caballos. Y
3º.-Juan, V conde de Salazar, VI de Castilnovo y IV marqués
de Belveder, caballero del Toisón, que también murió en Flandes (5.V.1678), siendo
castellano de Amberes.
Bernardino Fernández de Velasco, III conde de Haro, I duque de la villa de FRÍAS, y Juana de Aragón, hija natural del Rey Católico, padres de Juliana Angela de Velasco y Aragón, I condesa de Castilnovo. Es hermanastro de Juliana, hijo natural del I duque de Frías, Bernardino de Velasco, señor de Castelgeriego y Salazar, que casa con Catalina de Guevara y Velasco, al Velázquez de Cuéllar, hermana de Luisa que es la abuela de la II condesa de Castilnovo-hija de Juan Velázquez de Cuéllar y Franca, I señor de Villavaquerín, y de María de Velasco, hija de Arnaldo de Velasco, hijo de los I señores de Siruela, y de María de Velasco. Bernardino de Velasco y Catalina son abuelos del I conde de Salazar, sin hijos, y del I marqués de Belvedere. Es este padre del III, IV y V conde de salazar. El V conde de Salazar es padre del VI Conde y este padre a comienzos del siglo XVIII de María Antonia de Velasco e Ibáñez de Segovia, IV marquesa de Gramosa, VII condesa de Salazar y Castilnovo, que casa con su tío Juan de Idiáquez y Eguía, I duque de Granada de Ega, sin sucesión.
Juan de Idiáquez y Eguía, I duque de GRANADA DE EGA, señor de la casa solariego de Idiáquez en Azcoitia. Muere en Azcóitia, en 1736. Casa con su sobrina María Antonia de Velasco, VII condesa de Salazar, condesa de Castilnovo, hija de Juan de Velasco, VI conde de Salazar, y de Micaela Ibáñez de Segovia e Idiáquez, hija de Pedro Ibáñez de Segovia e Isasi Leguizamón, I marqués de Gramosa, y de María Josefa de Idiáquez e Isasi, sin sucesión.
Alonso Álvarez de Toledo, Contador Mayor de Juan II, forma parte de los conversos
que desempeñaban cargos en la Corte
y en la administración municipal, dos de los campos de influencia de esta
comunidad en la Castilla
bajo medieval.
Como otros miembros de este
colectivo, Alonso Álvarez ostentó cargos en la política local, siendo regidor
de su ciudad natal de Toledo. Si bien su influencia llegará a ser mayor en
Madrid, donde en un documento de la corporación de caballeros nobles de la
villa aparece Alonso Álvarez de Toledo, presentando en noviembre de 1429 un
privilegio otorgado por el rey librándole tanto a él como a sus hijos, criados,
quinteros y paniaguados de toda clase de pechos, derramas y contribuciones,
disponiendo que se le avisara, aunque no perteneciera al municipio, en los días
de sesión, por si quisiera asistir a ella (de todos modos el concejo habría de
remitirle copia de los acuerdos que en ella se tomaran).
Gracias a sus actividades engrosó
en gran medida el patrimonio familiar. Desde 1430 tenía por juro de heredad la
merced de tres mil maravedíes de la alcabalas de Toledo, a partir
de 1432 tenía otros juros sobre las alcabalas del vino de Cuenca y de la Parrilla. En 1433
obtuvo quince excusados en Aldehuela, y cuatro excusados sobre las alcabalas de
Getafe. Por albalá de 1440 se le asientan diez excusados en el obispado de
Cuenca. El rey le concedió en compensación todos los maravedíes que Lope de
Vega tenía por juro de heredad. En la documentación conservada figura como
titular de otras concesiones reales de excusados y juros desde 1440 a 1454.
En junio de 1454 renunció a
treinta mil maravedíes de juro en las tercerías de Cuenca en favor de su hijo
el licenciado García Álvarez de Toledo.
Tenía un Juro de 80 maravedíes anuales sobré las alcabalas
de Huet. Otro de 219. 540 maravedíes anuales sobre las
rentas de Getafe, Villaverde, Vallecas , Fuencarral , Pozuelo , Leganés y Carabanchel.
En bienes inmuebles el contador
llegó a alcanzar un gran patrimonio territorial teniendo el señorío de Cervera,
Villanueva del Palancar- de la Cañada- en Villanueva un
paraje llamado la Raya
del Palancar, entre Boadilla del
Monte, Brunete y Villanueva de la
Cañada-, la
Cañada del Manzano, Olivares-Olivares de Júcar-, en tierras
de Cuenca. Cubas, Griñón, la fortaleza de Villafranca- el
Castillo de Aulencia-, en tierras de Madrid y la villa de Casas Buenas en
tierras de Madrid. En Cuenca la propiedad de muchos molinos, dehesas, heredades
y casas en la tierra de Toledo.
También tuvo bienes en Segovia
según demuestra el contrato de cesión entre el contador y Juan Pacheco de unas
casas, huertas y corrales en el barrio de San Esteban.
En Madrid fue poseedor de
extensas propiedades, Quintana cuenta de manera exagerada que tenía hasta tres
mil casas.
Castillo de Aulencia. Se
levanta sobre un pequeño cerro, en el punto de unión del río Aulencia con el
Guadarrama.
Su edificio fue residencia del
jefe árabe que gobernaba sobre esta región, y del que eran tributarios todos
los pueblos de su alrededor.Sus características son parecidas
a muchas de las fortificaciones de la citada época, que aún se conservan en
distintos puntos de Castilla, en particular el de Jadraque (Guadalajara).
En el siglo XIV el lugar
pertenece a García Fernández.
En 1433 es vendido a Alfonso Álvarez
de Toledo junto con las tierras, casas y vasallos. En 1455 un real decreto de Juan
II, libraba el lugar de tasas al mismo tiempo que cambiaba su nombre a
Villafranca del Castillo. Alfonso y su segunda mujer, Catalina Núñez fueron los
fundadores de la villa. Según un real documento, el lugar
únicamente podía ser adquirido de forma hereditaria. No podía ser vendido, cedido,
regalado, endosado ni nada parecido. Si alguien hubiera querido
hacerse con ello, hubiera debido de pagar una indemnización de 2000 doblones de
oro (moneda de curso en la vieja Castilla).
En el siglo XV, los Núñez de
Toledo, descendientes de los Álvarez de Toledo, levantan muros alrededor del
castillo en previsión de un posible ataque. Desde mediados del siglo XV hasta
principios del XVIII pocas noticias se tienen de la evolución del lugar y del
castillo. Pero en 1813, en la voluntad del marqués de Gelo y Santamarca, descendiente
de Pedro Núñez de Toledo, se cita el lugar como "despoblado".
Y así llegamos hasta el año 1868
en que el Marqués de Sotomayor fue incapaz de mantener Villafranca del Castillo
como propiedad privada y se vio obligado a venderlo. En 1880 lo adquiere don Fernando
Puig y Gilbert y en 1918 es adquirido por la familia Ballesteros, quienes son
sus propietarios hasta nuestros días.
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