En la Comarca de Alcalá y en la comarca natural de la Campiña del Henares. Dista 15 km de Alcalá de Henares.
Fundado por el primer marqués de Santillana en el siglo XV.
Actualmente Fresno de Torote se encuentra semiabandonado y sus habitantes se encuentran en la pedanía de
Serracines perteneciente a Fresno del Torote y situada a 2 kilómetros de este.
Fresno de Torote es la villa que da nombre al término municipal, pero
donde se encuentra el Ayuntamiento, y donde realmente vive la gente, es en lo
que antes era un barrio llamado Serracines.
En su iglesia parroquial de la Asunción de Nuestra
Señora aparece en el año 2000 en la sacristía un ataúd que contenía los
restos de Juan Hurtado de
Mendoza y Luján, II señor de Torote.
En el siglo XX era propiedad de María Luisa
Silva y Mitjans Campbell y Manzanedo, marquesa de Almenara y posteriormente después de su hijo Jaime Alvarez de las Asturias Bohorques y Silva, conde de Torrepalma.
Fue un pueblo creado para albergar a los trabajadores que había en las fincas de los Mendoza. Sus habitantes eran jornaleros, no eran dueños ni de las casas, ni de
las tierras, trabajaban a jornal y tenían casa en usufructo mientras estuvieran
trabajando allí. Situado en un estrecho valle que forma el río Torote.
Hacia el
año 1970 era ya despoblado. Se siguieron trabajando las tierras y el ganado,
sin apenas población estable en el pueblo, solo residentes temporales. En la
actualidad el pueblo ha sido comprado por un particular.
Diego Romero, secretario,
notario y contador mayor de cuentas de la
casa del rey Juan II y de su consejo, alcalde mayor de Toledo, señor de
Valhermoso de la Soga-
de Tajuña- y Fresno de Torote, señoríos que cambió con don Íñigo López de
Mendoza señor de Hita y Buitrago, I marqués de Santillana, por la hacienda que
tenía en Nobas y Polan en el término de Toledo.
Es señor de Valhermoso de la Soga- de las Sogas, por su artesania de estas-. Otro Valhermoso en el paramo de Molina de Aragón. Y también señor de Beleña, Juan de Mendoza, hijo del II duque del Infantado y sobrino del I señor de Fresno de Torote.
Antiguamente el nombre de
Valhermoso de Tajuña era el de Valfermoso de las Sogas, por haberse dedicado su
población a esta industria y manufactura. Tras la reconquista de la zona
por los cristianos, a finales del siglo XI, Valfermoso fue aldea del Común de
Villa y Tierra de Hita, que hasta aquí alargaba su influencia. El monarca
castellano Juan II se la entregó en señorío a su contador mayor Diego Romero, y
éste se la cambió por otras pertenencias a don Iñigo López de Mendoza, primer marqués de Santillana, en 1444. Don
Iñigo se lo dejó en herencia a su hijo don Pedro Laso, quien se dedicó desde
joven a mejorar el pueblo, fortificarlo y construirse en él un magnífico castillo.
Estuvo casado este señor con doña Juana Carrillo,
señora de Mondéjar. Pero él murió joven, cuando todavía vivía su padre el
marqués de Santillana. Este dispuso que Valfermoso pasara a engrosar el
mayorazgo de su primogénito don Diego Hurtado de Mendoza, primer duque del
Infantado. Y así fue. Pero al morir éste lo dejó a su segundón don Juan de
Mendoza, señor de Beleña, quien tras largo pleito por este lugar con su primo hermano
el marqués de Mondéjar, se lo cedió. Volvió a pleitear por Valfermoso el tercer
duque del Infantado, pero el pueblo ya no se movió de la casa de los marqueses
de Mondéjar, que a sus varios títulos añadieron el de marqueses de Valfermoso.
Sexto de los hijos varones del I marqués de Santillana era Juan Hurtado de Mendoza
y Suarez de Figueroa. Recibe de su padre Colmenar Viejo, Cardoso de la Sierra,
el Vado y Fresno de Torote. La leyenda dice que el marqués fundó
Fresno plantando allí un ábol de esta especie. Juan tuvo un
hijo de su primer matrimonio, Íñigo López de Mendoza y
Ribera quien heredaría Colmenar, Cardoso y el Vado. De su segundo matrimonio
con la madrileña Leonor de Luján nacería Juan Hurtado de Mendoza y Luján, II señor de Fresno de Torote, quien vivió a caballo de
los siglos XV y XVI, recibió una educación humanista y a quien corresponde el sepulcro hallado en la Iglesia parroquial de la Asunción en Fresno de Torote. Murió
en 1535 y su sepultura pasó de la Iglesia de San Francisco de Madrid
al lugar dónde han sido hallados sus restos, presumiblemente trasladados
por su hijo, por las fechas en que se realizó de 1543. En esta
iglesia parroquial de Fresno del Torote pedirían ser sepultados
sus descendientes hasta la sexta señora de Fresno.
Juan Hurtado de Mendoza y Conmeldario o Condulmario es el III señor de Fresno de
Torote, logrando que Carlos V concediera a la villa la corona real que se
encuentra sobre el escudo de Madrid, según cuenta el historiador madrileño
Jerónimo Quintana.
A éste siguió Juan Hurtado de Mendoza y Herrera que casa con María de Porres, Silva y Vozmediano. Hija de Manuel Gómez de Porres y Vozmediano, señor de Tremeroso, y de Isabel de Silva, de los Casa de Zúniga, de los I señores del Corral.
Padres de una única heredera, Isabel de Mendoza y Porres, VI señora de Fresno quien casó con Diego Hurtado de Mendoza y Guzmán, hermano del V duque del Infantado. El señor de Fresno por matrimonio apenas contaba en la sucesión de los Infantado, poco brillante y poco considerado en la familia.
Álvaro Hurtado de Mendoza Aragón y Luna, padre del VI señor de Fresno, vive en Madrid y casa en 1577 con María de Guzmán, hija de Jerónimo Ortega de Saavedra, Alcalde de casa y corte, un hidalgo de poca fortuna aunque casado con una de los Guzmanes sevillanos. La marquesa de Cenete, madre de Alvaro, quiso impedir la boda consumada. A pesar del escándalo por la desigualdad social el matrimonio fue válido.
El V duque del Infantado, tío del señor consorte de Frersno, no tenía
heredero varón por lo que para conseguir que su hija Ana
heredara el patrimonio la casó con su hermano Rodrigo de Mendoza. Tuvieron una hija, Luisa, y el mayorazgo impedía la
sucesión femenina, y más si era doblemente femenina. Asi que Diego Hurtado de
Mendoza, señor de Fresno de Torote, único varón descendiente por varonía del
cuarto duque del Infantado, puso pleito en la Cancillería de Valladolid a su
prima hermana Ana y a la hija de esta Luisa. El pleito se prolongó 29 años.
El duque de Lerma, favorito de Felipe III, a cambio de poder casar a su hijo
segundo con Luisa y de tener un nieto que fuera duque del Infantado apoyó a
los Mendoza de Guadalajara y el pleito se fallo a su favor, aduciendo el
matrimonio de Alvaro en su contra y mediando una posible excomunión papal contra
Diego por el pleito.
Isabel y Diego tuvieron por heredera a María Hurtado de Mendoza, VII señora de Fresno de Torote, la cual se casó con el guipuzcoano Juan Jacinto de Chiriboga y Córdoba. Les heredó su hijo Tomás Isidro de Chiriboga y Mendoza, creado primer Marqués de Valmediano por Carlos II en 1692 quien no tuvo herederos pasando sus títulos y posesiones a su hermana Isabel de Chiriboga y Mendoza, casada con Juan Antonio de Arteaga Lazcano, de ascendencia navarra, y a quien el Consejo de Castilla había dado posesión en 1697 de los títulos de su primo Baltasar de Espina y Lazcano, convirtiendole en el XVII señor de la casa de Lazcano hasta su muerte en 1708.
Juan Antonio e Isabel tuvieron por hijo a Juan Raimundo de Arteaga Lazcano Chiriboga y Hurtado de Mendoza (1677-1761) fue el XVIII señor de Lazcano y IX señor de Fresno de Torote, y al morir su tio fue segundo marqués de Valmediano.
Juan volvió a reclamar los derechos al título de duque del Infantado en Valladolid demandando sin éxito a María Francisca, XI duquesa del Infantado. Le heredó en 1761 Joaquín José de Arteaga Lazcano y Mendoza (1706-1784) que también pleiteó con los Infantado y luego Ignacio Ciro de Arteaga Lazcano e Idiaquez (1748-1817), IV marqués de Valmediano, que no siguió el pleito pues fue gran amigo del XIII duque del Infantado Pedro, y se casó en 1783 con María Ana de Palafox y Silva, hija del VII marqués de Ariza.
El hijo de Ignacio Ciro y María Ana, Andrés Avelino de Arteaga Lazcano y Palafox (m. en 1864) sería quinto marqués de Valmediano y (por morir la heredera, su prima hermana María Elena de Palafox y Silva) X marqués de Ariza y Almirante de Aragón a la muerte de su abuelo materno Vicente de Palafox y Silva. En ese momento unió a su nombre los títulos y apellidos de los Palafox, Centurión y Folch de Cardona.
Andrés Avelino se casó con Joaquina Josefa de Carvajal y Manrique de Lara, de los que fue hijo Andrés Avelino de Arteaga Lazcano y Palafox Carvajal y Manrique de Lara (1807-1850) quien se casó con Fernanda de Silva Téllez Girón y Waldstein, hermana del duque de Osuna.
Fernanda y Andrés Avelino tuvieron como hijo a Andrés Avelino de Arteaga y Silva Téllez Girón (1833-1910), que al haber muerto su padre heredaría directamente de su abuelo. Además, a la muerte del duque de Osuna y del Infantado sin herederos acabarían los descendientes de esta rama "menor" heredando el ducado del Infantado al convertirse Andrés Avelino de Arteaga y Silva en el XVI duque del Infantado.
Una nieta del XII Infantado casa con el X Osuna.
Juan Hurtado de Mendoza, señor de Colmenar Viejo, Cardoso de la Sierra, el Vado y el Fresno de Torote. Casa primero con Francisca de Ribera, hija de Diego González, al Gómez de
Ribera, II Adelantado mayor de Andalucía, general de la Frontera y Reino
de Granada, y de Beatriz Portocarrero, hija de Martín
Fernández Portocarrero, señor del estado de Moguer, y Villanueva del
Fresno, y de Leonor Cabeza, con sucesión, los marqueses de Castil
Bayuela, por hembra. Después casa con Leonor de Luján, hija de Pedro de Luján, doncel, camarero
del rey Juan II, y de su segunda mujer Inés de Mendoza, hija del
mariscal Álvaro Dávila y de Juana de Bracamonte, señora de Peñaranda y
de Fuente-el- Sol, con sucesión, los duques del Infantado de la casa de
Arteaga, por hembra. Por tercera vez con Elvira Carrillo.
Del primer matrimonio, Iñigo López de Mendoza y Ribera, II señor de Colmenar, Cardoso de la Sierra y el Vado que casa con Constanza de Ayala. Padres de Francisca de Mendoza, III señora de Colmenar, Cardoso de la Sierra y el Vado;. Casa con Rodrigo de Mendoza y Luna, I marqués de Castil de Bayuela,
hijo de Diego Hurtado de Mendoza, III duque
del Infantado, con sucesión.
Del segundo Matrimonio Juan Hurtado de Mendoza y Luján, II señor del Fresno de Torote. Casa con María Condulmer, hija de Gabriel Condulmer, de Casa Veneciana, hermano del papa Eugenio IV, y de Ana de Barrientos. Padres de Juan Hurtado de Mendoza y Condilmer, III señor del Fresno de Torote. Casa con Nufla de Vozmediano, hija de Juan de Vozmediano, y de Juana de Barros. Padres de, Juan Hurtado de Mendoza y Vozmediano , IV señor del Fresno de Torote. Casa con Inés de Ribera, hermana de Melchor de Herrera y Ribera, I
marqués de Auñon, tesorero general del rey Felipe II, alférez mayor de
Madrid, e hija de Fernando Gómez de Herrera, de los Consejos de los
Reyes Católicos, y de su segunda esposa Ana de Ribera, hija de Fernando de
Ribera Coello, señor de Villarrejo de la Peñuela en Cuenca y de María Téllez de Alcocer. Padres de Juan Hurtado de Mendoza y Ribera, V señor del Fresno de Torote. Casa con María de Porres y Zúñiga, hija de Manuel Gómez de Porres y
Vozmediano, señor de Tremeroso, y de Isabel de Silva, hija de Fernando
de Silva, I señor del Corral, muerto en 1571, y de María de Zúñiga, con quien casa en 1547, bisnieta de los I duques de Béjar,de los I señores del Corral. Padres de Isabel Hurtado de Mendoza, VI señora del Fresno de Torote. Casa con Diego Hurtado de Mendoza, hijo de Álvaro Hurtado de
Mendoza Aragón y Luna, hijo de los IV condes de Saldaña y nieto de los IV duques del Infantado, y de María de Guzmán, con sucesión en que
recayó el ducado del Infantado por hembra.
Es hermana del II señor de Fresno de Torote Leonor de Mendoza que casa con quien es su pariente- su primo hermano, tal vez- Pedro Núñez de Toledo y Luján, señor de Villafranca del Castillo,
regidor de Madrid, hijo de Luis Núñez de Toledo, señor de Villafranca
del Castillo, regidor de Madrid, y de María de Luján, hija del
comendador Pedro de Luján y de Leonor de Ayala. Padres de Luis de Toledo y Luján y Mendoza, señor de Villafranca del Castillo. regidor de Madrid. Casa con Catalina de Espinosa, hija de Diego de Espinosa, comendador
del Campo de Criptana, Aposentador mayor de Felipe II, hermano del
cardenal Espinosa, y de María de Arévalo Sedeño, hija de Mateo de
Arévalo y de Agneda de la Cruz Bernardo. Padres de Alonso Antonio Álvarez de Toledo Mendoza y Espinosa, I marqués di Villamaina en Italia, Villamagma, señor de Villafranca del Castillo. Casa con María Enríquez de Guzmán, hija de Antonio Álvarez de Toledo y
Luna, conde de Cedillo, Notario mayor de Granada, y de Antonia Enríquez
de Guzmán, hija de Enrique Enríquez de Guzmán, señor de Bolaños, y de
Ana María de Guzmán, hija de los I señores de Montealegre de Campos en Valladolid. Con sucesión
los marqueses de Villamagna.
Pedro de Luján Doncel y Camarero del Rey. Por escritura otorgada en Madrid el
16-2-1450, se le adjudicaron las casas de los lugares de San Salvador
(Plaza de San Salvador), en Madrid. Por una cedula real, el rey le
concedio la merced de 300 maravedis por cada persona a quien el Rey
perdonara la vida por algun delito cometido. (Dada en Olmedo el
24-9-1450). Testo el año 1472 mandando ser enterrado en el Monasteriod de
San Francisco de Madrid, en la Capilla que habia comenzado a hacer su
sobrino D. Fernando de Lujan, Obispo de Sigüenza.
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