La Graciosa y Montaña Clara
Mirador sobre el Archipiélago Chinijo.
En el estrecho que lo separa de Lanzarote llamado Estrecho del Río.
La isla de La Graciosa, los islotes de Montaña Clara y Alegranza, y los Roques del Este y del Oeste conforman un conjunto volcánico, muy bien conservado (originado durante el Cuaternario) y que se encuentra apoyado sobre una plataforma submarina de menos de 200 m de profundidad que acaba al noroeste de Alegranza.
Junto al Mirador llamado del Río. Este es de pago
Ye
Playas de Haría, Máguez y Guinate
La Graciosa
Punta Oeste de La Graciosa
El Archipiélago Chinijo es un espacio natural protegido y constituye la reserva marina más grande de la Unión Europea, con 700 kilómetros cuadrados
Lo integran la isla de La Graciosa, así como los islotes de Alegranza, Montaña Clara, Roque del Este y Roque del Oeste.
El nombre del archipiélago procede del vocablo local chinijo, que quiere decir «de pequeño tamaño».
Además de sus valores medioambientales, La Graciosa es una zona de alto valor arqueológico.
Esta riqueza se puede observar sobre todo en el estrecho que la separa de Lanzarote, El Río, donde se han encontrado numerosas anclas y pecios.
Caleta del Sebo
La Graciosa y Montaña Clara.
Punta este de La Graciosa con el poblado de Pedro Barba
Pedro Barba
Salinas del Río
Se estudia su recuperación
Estas salinas parecen no solo ser las mas antiguas de Lanzarote, si no las de todas Canarias,se especula que su construcción
haya sido debida a los romanos, antes de la conquista de la isla por el normando Jean de Bethencourth, aunque los primeros documentos escritos que hablan sobre ellas son del siglo XV, en tiempos de Sancho de Herrera, primer señor de Lanzarote.
Asimismo las mencionadas salinas aparecen ya cartografiadas por Leonardo Torriani en 1590.
Por su parte Gerorge Glas, en 1764, señala que su producción no solo servía para abastecimiento insular, sino que incluso era enviada a Tenerife y La Palma
En el XIX es Pascual Madoz quien se refiere a ellas en su diccionario, para asegurar que su producción superaba el millón de Kilogramos.
A principios de siglo las Salinas del Río llegaron a ocupar una superficie de 32 has, según Millares Torres.
Hay que manifestar también que fueron las únicas de la isla hasta 1775, en que se crean otras en el Arrecife.
A partir de este momento la geografía del litoral insular se comienza a plagar de salinas.
Isla de Montaña Clara
No hay comentarios:
Publicar un comentario