domingo, 2 de febrero de 2020

Santuario Virgen de los Dolores. Virgen de los Volcanes. Mancha Blanca. Lanzarote






Volcan de Guiguán


Nuestra Señora de Los Dolores también conocida como Nuestra Señora de Los Volcanes, se trata de una imagen de la Virgen María, que se la venera en la localidad de Mancha Blanca en el municipio de Tinajo, en la isla de Lanzarote de la cual es Patrona.


Tal advocación tiene su origen en unos hechos misteriosos y milagrosos. 

En el año 1736, fecha de las temibles erupciones volcánicas que muchas veces castigaron a las Islas Canarias, un franciscano, convoca al pueblo conejero para organizar una procesión con la imagen de la Virgen de los Dolores de Tinajo, cuyo motivo era dirigirse a las corrientes de lavas y magma. 

La procesión se situó justo en la Montaña de Guiguán y allí hicieron un voto de promesa, construir una ermita a la Virgen de Tinajo si se conseguía detener las tan temibles lavas. Un individuo, abrazado a una cruz de madera, se adelantó al magma y clavó la cruz. El río de lava llegó a los pies de la cruz, y se detuvo. Las promesas hechas a la Virgen, días después se olvidaron con la tranquilidad inesperada.

Cuenta la leyenda que una mujer enlutada, un día se acercó a una niña que cuidaba del rebaño de cabras, la saludó amablemente y le dijo:

"'Niña, ve y diles a tus padres que cumplan los vecinos la promesa de construir la ermita, pues de lo contrario correrá el volcán de nuevo."
La niña le contó esa extraña aparición a sus padres, pero éstos no la creyeron. Días más tarde, la niña vuelve a ver a la mujer vestida de negro que le dice la misma advertencia, pero ella le comunica que se niega a dar tal comunicado puesto que sus padres la habían reñido. Pero la mujer de luto, puso su mano sobre los hombros de la niña diciéndole:

"Ve, ahora te creerán."
Los padres de la niña se quedaron impresionados, sorprendidos de ver la mano, que mostraban los hombros de la niña. De inmediato, la niña fue llevada al templo matriz para mostrarle todas y cada una de las imágenes de la Virgen María; la cual se quedó atónita al ver a la misma mujer que días atrás le había comunicado tantos recados.

A partir de ese momento todos los vecinos se afanaron por edificar la ermita, obra que tardó alrededor de 10 años de construcción. El milagroso acontecimiento corrió por toda la isla, y la devoción hacia la Virgen de los Dolores se incrementó en todos los ámbitos.

Los textos custodiados además manifiestan que, el 31 de julio de 1824, erupcionó el volcán de la Capellanía del Clérigo Duarte, entre Tao y Tiagua. Los vecinos programaron inesperadamente una procesión multitudinaria, llegando a las faldas de Tamia, todos las personas asistentes, imploraron a la Virgen que no permitiera que las tierras fueran desprotegidas y condenadas al desastre; momentos después, el volcán se apagó. Tras este nuevo milagro a la Virgen de los Dolores se la proclamó como Virgen de los Volcanes.

La devoción a la Santísima Virgen María en su advocación universal de Los Dolores, o la local de Los Volcanes, es la más difundida y practicada en toda la isla de Lanzarote. 

En los "Papeles de Teguise" que se conservan en el Archivo del Palacio Episcopal, se habla extensamente sobre ello, diciéndonos que "no hay parroquia, ni ermita, ni sala de ricos, ni casa de pobre donde no haya una imagen dolorosa". Que los viernes se le tributa culto especial. Que el lugar donde este culto se concentra es el Santuario de Nuestra Señora de los Volcanes, en Tinajo. Que allí se ofrecen todas las promesas, se concurre todos los viernes, se comulga, se entra de rodillas. Y se celebran dos fiestas al año: una el día de los Dolores, en septiembre; y la otra el 31 de julio, día que se extinguió el volcán que reventó el año 1824, por milagro de la Santísima Virgen, y que por ello se llama la Fiesta del Fuego.​

Es a partir del milagro del fin de las erupciones volcánicas cuando la Virgen de los Dolores adquiere el patronazgo de la isla, aunque lo obtiene de manera compartida con la Virgen de las Nieves de la Villa de Teguise, y con San Marcial en Femés que son los antiguos patronos de la isla.​

El 31 de julio de 1824, al amanecer, entró en actividad el volcán de la capellanía del Clérigo Duarte, entre Tao y Tinajo, y los afectados sacaron en procesión a la Virgen de los Dolores, por Guiguán, hacia La Vegueta

Pero algunos vecinos de Tinajo quisieron detener el cortejo, aduciendo que se ponía en riesgo la Sagrada Imagen. Entonces, tres acaudalados señores de Tiagua se hicieron responsables y garantes con sus haciendas, por lo que la procesión prosiguió hasta las faldas de Tamía, siguiendo el camino viejo, entte Tiagua y Tao. Se colocó la Santa Imagen mirando al Volcán, mientras los fieles imploraban arrodillados.

Inesperadamente, el cráter dejó de vomitar lava, exhalando una espesa columna de humo, a la que sucedió un torrente de agua salada. Por ello, cada 31 de julio de recuerda solemnemente en Mancha Blanca este acontecimiento histórico.

La Romería de los Dolores se celebra habitualmente el sábado siguiente al 15 de septiembre, la fiesta con mayor arraigo en la isla es la celebrada cada 15 de septiembre en honor a la Virgen de los Dolores, que a su vez es la fiesta principal que se celebra en honor de la Virgen, en la que destaca la solemne eucaristía y la posterior procesión de la Virgen.

Por su parte, en la romería participan gentes venidas de toda Lanzarote y de otras islas, mayoritariamente ataviadas con los trajes típicos. Desde primera hora de la mañana, parten las procesiones de todos los pueblos de Lanzarote. Acompañados de productos típicos gastronómicos y de timples y guitarras para dinamizar la jornada, avanzan metro a metro hasta alcanzar la bella ermita de Los Dolores, en donde ofrendan los productos y flores traídos a la Virgen de los Volcanes que espera en la puerta de su santuario las ofrendas de sus devotos. Tras la romería estas ofrendas irán destinados a los más necesitados.

Cuando los vecinos de Tinajo, organizaron su primera procesión imploratoria, para librarse de las amenazas del volcán, no portaban ninguna imagen de la Virgen de los Dolores, sino un cuadro al óleo de la misma, que era de lo que disponían en la iglesia de San Roque, la futura parroquia.

En cuanto a la bella imagen actual, no se conoce su procedencia ni su autor, por la pérdida de los documentos. Se supone adquirida a finales del siglo XVIII, pues en inventario de dicha fecha se habla del "nicho para la imagen" que ha quedado oculto tras el retablo actual. Su estilo tiene sabor andaluz, en opinión de su párroco, y su serena belleza, se transparenta en su resignado dolor. Ella ha favorecido que su devoción se extienda a los más apartados y recónditos rincones de la isla. Y que en los archivos parroquiales de Lanzarote abunden las Dolores, como nombres personales.

En cuanto al célebre cuadro que sirvió de estandarte para la famosa procesión a Mancha Blanca en el momento álgido de la erupción volcánica de los cráteres de las Quemadas, también tiene su historia. Según Agustín de la Hoz en 1872 doña María Rosa Valenciano le compra un cuadro nuevo al párroco de Tinajo a cambio del antiguo. Tal reliquia pasó a posesión privada hasta 1910 en que se descubrió en el domicilio de Esteban Velázquez y Juana Cabrera Feo. Dicha señora se resistió a su entrega mientras no se curase de una enfermedad. Pero luego tampoco quería devolverlo; mas una serie de adversidades familiares le hicieron ceder y cambiar de idea.1​

El Santuario de Mancha Blanca tiene, pues, sus orígenes en la promesa formulada colectivamente a la Virgen, en su advocación de los Dolores, en momentos de angustia por todos los vecinos de Tinajo; pero su cumplimiento se dilató en el tiempo y su ejecución se realizó medio siglo después, espoleado por una intervención providencial, con ecos de milagro. No existe una constancia precisa de fechas y costes de las obras.

En 1850, la Virgen de los Dolores y todos los objetos de valor de su ermita, fueron trasladados a la Parroquia de San Roque, la iglesia matriz de Tinajo. El motivo se debió al mal estado de la Ermita de los Dolores que amenazada derrumbe. A finales de 1861 (una vez concluidas las obras) se trajo la imagen en solemne y multitudinaria procesión desde la Iglesia de San Roque hasta su santuario, quedando abierto desde entonces al culto público.

Se documenta otro traslado de la imagen a la Iglesia de San Roque en 1988. La causa fue la misma, se realizó otra restauración de la ermita por culpa del deterioro. El 18 de junio de este año se trasladaron los objetos a la parroquia de Tinajo. Sobre la una del mediodía fue cuando sacaron la imagen de la Virgen y dos horas después se derrumbó la cúpula de la ermita, como si hubiera estado esperando a que se marcharse. Más tarde tras la restauración, la ermita se reabrió y la Patrona de Lanzarote regresó a su templo.

Bajadas de la Virgen a Arrecife

Bajada de 1939

La primera bajada de la imagen de la Virgen de los Dolores a la capital lanzaroteña, Arrecife, aconteció en agosto de 1939 como acción de gracias por la finalización de la Guerra civil española.

El domingo 13 de agosto de ese año por la mañana, la imagen de la Patrona de Lanzarote fue trasladada a la capital insular pasando antes por la Iglesia de San Roque de Tinajo, en donde hizo una parada, para continuar por Mozaga.3​ Al llegar a la plaza de la Iglesia Matriz de San Ginés de Arrecife, tuvo lugar el encuentro entre las imágenes de San Ginés (patrono del municipio) y la imagen mariana, siendo colocadas ambas imágenes en el exterior del templo para comenzar un septenario.

La imagen de Los Dolores permaneció dos semanas en la ciudad, siendo visitada por numerosos fieles llegados de toda la isla. El domingo 20 de agosto, a la una de la tarde salía de Arrecife la imagen de la Virgen, retornando a su santuario en Mancha Blanca antes de las seis.​

Bajada de 1965

Este acontecimiento tuvo lugar a propósito de la Cruzada del Rosario en Familia5​ y el acto reunió en las calles de Arrecife, la capital de Lanzarote, a más de 25.000 personas. Ésta fue la segunda vez en que la conocida como Virgen de los Volcanes salió del municipio de Tinajo.

La Virgen de los Dolores partió a las nueve de la mañana del domingo 17 de diciembre de 1965 de su ermita de Mancha Blanca rumbo a la capital de la isla, Arrecife.5​ Durante la bajada, la imagen fue trasladada en una carroza en forma de volcán, haciendo honor a su nombre. La Virgen realizó el siguiente itinerario; La Vegueta, Tiagua, Tao, Mozaga y San Bartolomé. En este último pueblo se realizó una solemne misa en su honor, para después seguir el recorrido hasta Arrecife.​

Sobre las cuatro y media de la tarde, la Virgen llegaba a la Avenida Marítima de Arrecife, lugar en dónde se celebró una gran concentración de bienvenida, en la cual cinco familias de diferentes clases sociales, llevaron los Misterios del Rosario.5​ La ceremonia fue presidida por el Reverendo Padre Patrick Peyton. Tras la ceremonia de recibimiento, la Virgen de los Dolores se hospedó en la Iglesia Matriz de San Ginés, que es la parroquia matriz de la capital conejera. Durante su estancia de cinco días en la parroquia matriz, la Virgen fue honrada con diversos actos religiosos y siendo visitada por cientos de fieles.


Finalmente, el viernes, día 22 de diciembre, tras una misa de despedida, la Patrona de Lanzarote se despidió de Arrecife e inició su camino de regreso a Mancha Blanca. Antes de entrar a su ermita, la Virgen de los Volcanes pasó previamente por el casco del pueblo de Tinajo, en donde la Virgen entró en la Iglesia de San Roque, parroquia matriz del municipio. Tras una solemne misa, la Virgen salió del pueblo de Tinajo hasta llegar a Mancha Blanca, tras lo cual, la Virgen realizó la entrada triunfal a su santuario.








Montaña de Guiguán, viñedos y Bodegas Guiguán


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