Volcan de Guiguán
Nuestra Señora de Los Dolores también conocida como Nuestra
Señora de Los Volcanes, se trata de una imagen de la Virgen María, que se la
venera en la localidad de Mancha Blanca en el municipio de Tinajo, en la isla
de Lanzarote de la cual es Patrona.
Tal advocación tiene su origen en unos hechos misteriosos y
milagrosos.
En el año 1736, fecha de las temibles erupciones volcánicas que
muchas veces castigaron a las Islas Canarias, un franciscano, convoca al pueblo
conejero para organizar una procesión con la imagen de la Virgen de los Dolores
de Tinajo, cuyo motivo era dirigirse a las corrientes de lavas y magma.
La
procesión se situó justo en la Montaña de Guiguán y allí hicieron un voto de
promesa, construir una ermita a la Virgen de Tinajo si se conseguía detener las
tan temibles lavas. Un individuo, abrazado a una cruz de madera, se adelantó al
magma y clavó la cruz. El río de lava llegó a los pies de la cruz, y se
detuvo. Las promesas hechas a la Virgen, días después se olvidaron con la
tranquilidad inesperada.
Cuenta la leyenda que una mujer enlutada, un día se acercó a
una niña que cuidaba del rebaño de cabras, la saludó amablemente y le dijo:
"'Niña, ve y diles a tus padres que cumplan los vecinos
la promesa de construir la ermita, pues de lo contrario correrá el volcán de
nuevo."
La niña le contó esa extraña aparición a sus padres, pero
éstos no la creyeron. Días más tarde, la niña vuelve a ver a la mujer vestida
de negro que le dice la misma advertencia, pero ella le comunica que se niega a
dar tal comunicado puesto que sus padres la habían reñido. Pero la mujer de
luto, puso su mano sobre los hombros de la niña diciéndole:
"Ve, ahora te creerán."
Los padres de la niña se quedaron impresionados,
sorprendidos de ver la mano, que mostraban los hombros de la niña. De
inmediato, la niña fue llevada al templo matriz para mostrarle todas y cada una
de las imágenes de la Virgen María; la cual se quedó atónita al ver a la misma
mujer que días atrás le había comunicado tantos recados.
A partir de ese momento todos los vecinos se afanaron por
edificar la ermita, obra que tardó alrededor de 10 años de construcción. El
milagroso acontecimiento corrió por toda la isla, y la devoción hacia la Virgen
de los Dolores se incrementó en todos los ámbitos.
Los textos custodiados además manifiestan que, el 31 de
julio de 1824, erupcionó el volcán de la Capellanía del Clérigo Duarte, entre
Tao y Tiagua. Los vecinos programaron inesperadamente una procesión
multitudinaria, llegando a las faldas de Tamia, todos las personas asistentes,
imploraron a la Virgen que no permitiera que las tierras fueran desprotegidas y
condenadas al desastre; momentos después, el volcán se apagó. Tras este nuevo
milagro a la Virgen de los Dolores se la proclamó como Virgen de los Volcanes.
La devoción a la Santísima Virgen María en su advocación
universal de Los Dolores, o la local de Los Volcanes, es la más difundida y
practicada en toda la isla de Lanzarote.
En los "Papeles de Teguise"
que se conservan en el Archivo del Palacio Episcopal, se habla extensamente
sobre ello, diciéndonos que "no hay parroquia, ni ermita, ni sala de
ricos, ni casa de pobre donde no haya una imagen dolorosa". Que los
viernes se le tributa culto especial. Que el lugar donde este culto se
concentra es el Santuario de Nuestra Señora de los Volcanes, en Tinajo. Que
allí se ofrecen todas las promesas, se concurre todos los viernes, se comulga,
se entra de rodillas. Y se celebran dos fiestas al año: una el día de los
Dolores, en septiembre; y la otra el 31 de julio, día que se extinguió el
volcán que reventó el año 1824, por milagro de la Santísima Virgen, y que por
ello se llama la Fiesta del Fuego.
Es a partir del milagro del fin de las erupciones volcánicas
cuando la Virgen de los Dolores adquiere el patronazgo de la isla, aunque lo
obtiene de manera compartida con la Virgen de las Nieves de la Villa de
Teguise, y con San Marcial en Femés que son los antiguos patronos de la isla.
El 31 de julio de 1824, al amanecer, entró en actividad el
volcán de la capellanía del Clérigo Duarte, entre Tao y Tinajo, y los afectados
sacaron en procesión a la Virgen de los Dolores, por Guiguán, hacia La Vegueta.
Pero algunos vecinos de Tinajo quisieron detener el cortejo, aduciendo que se
ponía en riesgo la Sagrada Imagen. Entonces, tres acaudalados señores de Tiagua
se hicieron responsables y garantes con sus haciendas, por lo que la procesión
prosiguió hasta las faldas de Tamía, siguiendo el camino viejo, entte Tiagua y
Tao. Se colocó la Santa Imagen mirando al Volcán, mientras los fieles
imploraban arrodillados.
Inesperadamente, el cráter dejó de vomitar lava, exhalando
una espesa columna de humo, a la que sucedió un torrente de agua salada. Por
ello, cada 31 de julio de recuerda solemnemente en Mancha Blanca este
acontecimiento histórico.
La Romería de los Dolores se celebra habitualmente el sábado
siguiente al 15 de septiembre, la fiesta con mayor arraigo en la isla es la
celebrada cada 15 de septiembre en honor a la Virgen de los Dolores, que a su
vez es la fiesta principal que se celebra en honor de la Virgen, en la que
destaca la solemne eucaristía y la posterior procesión de la Virgen.
Por su parte, en la romería participan gentes venidas de
toda Lanzarote y de otras islas, mayoritariamente ataviadas con los trajes
típicos. Desde primera hora de la mañana, parten las procesiones de todos los
pueblos de Lanzarote. Acompañados de productos típicos gastronómicos y de
timples y guitarras para dinamizar la jornada, avanzan metro a metro hasta
alcanzar la bella ermita de Los Dolores, en donde ofrendan los productos y
flores traídos a la Virgen de los Volcanes que espera en la puerta de su
santuario las ofrendas de sus devotos. Tras la romería estas ofrendas irán destinados
a los más necesitados.
Cuando los vecinos de Tinajo, organizaron su primera
procesión imploratoria, para librarse de las amenazas del volcán, no portaban
ninguna imagen de la Virgen de los Dolores, sino un cuadro al óleo de la misma,
que era de lo que disponían en la iglesia de San Roque, la futura parroquia.
En cuanto a la bella imagen actual, no se conoce su
procedencia ni su autor, por la pérdida de los documentos. Se supone adquirida
a finales del siglo XVIII, pues en inventario de dicha fecha se habla del
"nicho para la imagen" que ha quedado oculto tras el retablo actual.
Su estilo tiene sabor andaluz, en opinión de su párroco, y su serena belleza,
se transparenta en su resignado dolor. Ella ha favorecido que su devoción se
extienda a los más apartados y recónditos rincones de la isla. Y que en los
archivos parroquiales de Lanzarote abunden las Dolores, como nombres
personales.
En cuanto al célebre cuadro que sirvió de estandarte para la
famosa procesión a Mancha Blanca en el momento álgido de la erupción volcánica
de los cráteres de las Quemadas, también tiene su historia. Según Agustín de la
Hoz en 1872 doña María Rosa Valenciano le compra un cuadro nuevo al párroco de
Tinajo a cambio del antiguo. Tal reliquia pasó a posesión privada hasta 1910 en
que se descubrió en el domicilio de Esteban Velázquez y Juana Cabrera Feo.
Dicha señora se resistió a su entrega mientras no se curase de una enfermedad.
Pero luego tampoco quería devolverlo; mas una serie de adversidades familiares
le hicieron ceder y cambiar de idea.1
El Santuario de Mancha Blanca tiene, pues, sus orígenes en
la promesa formulada colectivamente a la Virgen, en su advocación de los
Dolores, en momentos de angustia por todos los vecinos de Tinajo; pero su
cumplimiento se dilató en el tiempo y su ejecución se realizó medio siglo
después, espoleado por una intervención providencial, con ecos de milagro. No
existe una constancia precisa de fechas y costes de las obras.
En 1850, la Virgen de los Dolores y todos los objetos de
valor de su ermita, fueron trasladados a la Parroquia de San Roque, la iglesia
matriz de Tinajo. El motivo se debió al mal estado de la Ermita de los Dolores
que amenazada derrumbe. A finales de 1861 (una vez concluidas las obras) se
trajo la imagen en solemne y multitudinaria procesión desde la Iglesia de San
Roque hasta su santuario, quedando abierto desde entonces al culto público.
Se documenta otro traslado de la imagen a la Iglesia de San
Roque en 1988. La causa fue la misma, se realizó otra restauración de la ermita
por culpa del deterioro. El 18 de junio de este año se trasladaron los objetos
a la parroquia de Tinajo. Sobre la una del mediodía fue cuando sacaron la
imagen de la Virgen y dos horas después se derrumbó la cúpula de la ermita,
como si hubiera estado esperando a que se marcharse. Más tarde tras la
restauración, la ermita se reabrió y la Patrona de Lanzarote regresó a su
templo.
Bajadas de la Virgen a Arrecife
Bajada de 1939
La primera bajada de la imagen de la Virgen de los Dolores a
la capital lanzaroteña, Arrecife, aconteció en agosto de 1939 como acción de
gracias por la finalización de la Guerra civil española.
El domingo 13 de agosto de ese año por la mañana, la imagen
de la Patrona de Lanzarote fue trasladada a la capital insular pasando antes
por la Iglesia de San Roque de Tinajo, en donde hizo una parada, para continuar
por Mozaga.3 Al llegar a la plaza de la Iglesia Matriz de San Ginés de
Arrecife, tuvo lugar el encuentro entre las imágenes de San Ginés (patrono del
municipio) y la imagen mariana, siendo colocadas ambas imágenes en el exterior
del templo para comenzar un septenario.
La imagen de Los Dolores permaneció dos semanas en la
ciudad, siendo visitada por numerosos fieles llegados de toda la isla. El
domingo 20 de agosto, a la una de la tarde salía de Arrecife la imagen de la
Virgen, retornando a su santuario en Mancha Blanca antes de las seis.
Bajada de 1965
Este acontecimiento tuvo lugar a propósito de la Cruzada del
Rosario en Familia5 y el acto reunió en las calles de Arrecife, la capital de
Lanzarote, a más de 25.000 personas. Ésta fue la segunda vez en que la conocida
como Virgen de los Volcanes salió del municipio de Tinajo.
La Virgen de los Dolores partió a las nueve de la mañana del
domingo 17 de diciembre de 1965 de su ermita de Mancha Blanca rumbo a la
capital de la isla, Arrecife.5 Durante la bajada, la imagen fue trasladada en
una carroza en forma de volcán, haciendo honor a su nombre. La Virgen realizó
el siguiente itinerario; La Vegueta, Tiagua, Tao, Mozaga y San Bartolomé. En
este último pueblo se realizó una solemne misa en su honor, para después seguir
el recorrido hasta Arrecife.
Sobre las cuatro y media de la tarde, la Virgen llegaba a la
Avenida Marítima de Arrecife, lugar en dónde se celebró una gran concentración
de bienvenida, en la cual cinco familias de diferentes clases sociales,
llevaron los Misterios del Rosario.5 La ceremonia fue presidida por el
Reverendo Padre Patrick Peyton. Tras la ceremonia de recibimiento, la Virgen de
los Dolores se hospedó en la Iglesia Matriz de San Ginés, que es la parroquia
matriz de la capital conejera. Durante su estancia de cinco días en la
parroquia matriz, la Virgen fue honrada con diversos actos religiosos y siendo
visitada por cientos de fieles.
Finalmente, el viernes, día 22 de diciembre, tras una misa
de despedida, la Patrona de Lanzarote se despidió de Arrecife e inició su
camino de regreso a Mancha Blanca. Antes de entrar a su ermita, la Virgen de
los Volcanes pasó previamente por el casco del pueblo de Tinajo, en donde la Virgen
entró en la Iglesia de San Roque, parroquia matriz del municipio. Tras una
solemne misa, la Virgen salió del pueblo de Tinajo hasta llegar a Mancha
Blanca, tras lo cual, la Virgen realizó la entrada triunfal a su santuario.
Montaña de Guiguán, viñedos y Bodegas Guiguán
jose domingo cabrera saavedra
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