La Costa del Rubicón es la zona costera situada en el sur de
la isla de Lanzarote.
Comprende aproximadamente desde el Janubio
hasta la Punta de Papagayo, ambos en Yaiza.
En este litoral se fundaron los primeros asentamientos
normandos de la expedición de Juan de Bethencourt y Gadifer de la Salle en
1402, debido a la existencia de buenos fondeaderos, pozos de agua salobre y la
posibilidad de cazar focas monje en la cercana Isla de Lobos.
Playas del Papagayo
Papagayo es la gran ganadora de la votación de la Mejor Playa de España de 2019 que cada verano lanza la Revista Condé Nast Traveler.
Castillo del Águila o de Las Coloradas
Ubicado en la costa de Papagayo, la Torre de las Coloradas o Castillo del Águila se construyó en 1741 para proteger la zona del Rubicón frente a posibles ataques piratas, pero fue asaltada e incendiada en la invasión argelina de 1749.
Fue reconstruida en 1769, tal y como dice la placa conmemorativa que aún se puede leer en su fachada.
De planta circular y con espadaña en la parte superior, el acceso se cerraba con puente levadizo.
Tiene capacidad para 10 artilleros armados, dos cañones de hierro y artillería ligera.
Su arquitecto, Claudio de Lisle, lo construyó en un sitio estratégico, desde donde se divisa una amplia zona del mar. Se observan desde allí todas las calas de Papagayo, la Costa del Rubicón, el mar abierto hasta Isla de Lobos, el Estrecho de la Bocaina y la Isla de Fuerteventura.
Playa de Las Coloradas
Faro de la Punta Pechiguera
El faro de Punta Pechiguera se encuentra ubicado en el
término municipal de Yaiza, al sur de Llanzarote, y señaliza el estrecho de La
Bocaina, espacio marítimo que separa las islas de Lanzarote y Fuerteventura.
La construcción del viejo faro surge a partir de una Real
Orden del Gobierno de España como parte integrante del Plan de Alumbramiento de
las Islas Canarias de 1856.
Su diseño se debe a los ingenieros Juan de León y
Castillo, y Clavijo.
Se inauguró en 1866 funcionando cerca de 120 años, momento
en el que es sustituido por una nueva instalación de moderna factura que se
levanta a su lado.
El edificio tiene planta rectangular y se organiza a partir
de un patio central. Contiene una vivienda de tres dormitorios, baño, cocina y
despacho.
El cuerpo de la torre es cilíndrico, realizado en sillería basáltica.
El salitre no ha dejado de atacar a las maderas, hierros y paredes de este
inmueble, razón por la que en la actualidad está amenazado de ruina.
El viejo faro fue declarado Bien de Interés Cultural (BIC)
por el Gobierno de Canarias el 20 de diciembre de 2002.
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