viernes, 6 de marzo de 2009

Alba. Sus palacios y residencias en Madrid.

Calle de Alcalá 51, con vista a la Plaza de la Cibeles. Palacio de Buenavista. Hoy Cuartel General del Ejercito de Tierra.
En 1769 los duques de Alba comenzaron a construirse este palacio sobre el solar que ocuparon las antiguas casas llamadas de Buenavista, de donde tomó el nombre, entre la calle de Alcalá y el Paseo de Recoletos. Se sabe que en 1782 dirigía las obras de este inmenso palacio de planta rectangular, rodeado por un extenso jardín, el arquitecto Juan Pedro Arnal, pero todavía se prolongaría su construcción hasta entrado el siglo XIX. Los duques de Alba murieron antes de poder habitarlo, pues las obras se retrasaron en repetidas ocasiones, sobre todo, por los dos incendios que se produjeron antes de su conclusión. Quien sí habitó una parte del palacio fue la nieta de los anteriores, la celebre duquesa de Alba que inmortalizara Goya, María Teresa Cayetana de Silva Álvarez de Toledo. La muerte de Cayetana en 1802 supuso que parte de sus bienes libres, no vinculados al mayorazgo de su casa, fueran heredados por algunos de sus criados. Así, este palacio pasó en primer lugar a manos de los médicos de la duquesa, para después adquirirlo el ayuntamiento con el fin de regalárselo a Manuel Godoy, primer ministro de la monarquía y del que se decía que su mano estaba detrás de la muerte de la duquesa de Alba para satisfacer a la reina María Luisa, su antagonista en el protagonismo social en la Corte. Tampoco Godoy pudo habitar el palacio, ya que al poco tiempo se produjo su caída política y el embargo de sus bienes a consecuencia de los sucesos ocasionados por el motín de Aranjuez en marzo de 1808. En 1816 el Estado adquirió el palacio y lo destinó a diversos usos, como Parque de Artillería, Museo Militar, e incluso como palacio residencial, primero del duque de la Victoria, Baldomero Espartero, mientras ejercía la presidencia de la regencia entre 1840 y 1843 y, en segundo lugar, del embajador turco Fuad Effendi. En 1847 fueron adquiridos unos terrenos colindantes al palacio, que habían constituido la antigua huerta del corregidor Juan Fernández y se le encargó al arquitecto José María Aparici la reforma y ampliación del edificio para darle definitivamente un uso militar. Al año siguiente se convirtió en la sede del Ministerio de la Guerra, del Tribunal Supremo de Guerra y Marina, de la Junta Gubernativa del Montepío Militar y de la Auditoría de Guerra. De nuevo en 1869 se realizaron reformas, como la construcción de la verja metálica que cierra todo su perímetro y se amplió el complejo con dos cuartelillos anexos para albergar las Direcciones de Ingenieros, Artillería, Caballería e Infantería. Con estas reformas el palacio no perdió su antiguo carácter residencial, pues también sirvió de morada a ilustres militares como el general Prim, donde incluso murió después del atentado sufrido en la antigua calle del Turco -hoy del Marqués de Cubas- el 27 de diciembre de 1870. Actualmente alberga el Cuartel General del Ejército de Tierra.


Calle del Duque de Alba, 15, con vistas a la Calle de los Estudios, con fachada a la Calle de Juanelo. Junto a la plaza de la Cebada.
Sobre el gran solar que hoy ocupa el palacio estuvo ubicada durante varios siglos una enorme y sobria casona de estilo castellano que tuvo por huéspedes a ilustres y destacados personajes de la corte. Así, en el siglo XVI estuvo habitada por San Francisco Carracciolo, San Luis Gonzaga y por Pedro Médicis, hermano del Gran Duque de Florencia. En el siglo XVII tuvo como morador a Pedro Franqueza, Conde de Villalonga, secretario y hombre de confianza del duque de Lerma, gran válido de Felipe III, a quien se responsabilizó de oscuros episodios de corrupción, suponiéndole la caída política, la confiscación de sus bienes y la cárcel. Parece ser que a finales del siglo XVII, el duque de Alba adquirió el caserón, junto a otra casa contigua, encargándose de las tasaciones los arquitectos Manuel y José del Olmo. El duque pasó a habitar el caserón pero parece que no hizo grandes reformas. El edificio actual es fruto de una completa remodelación interna y externa que realizó en 1861 el arquitecto Alejandro Sureda por encargo del duque de Berwick y Alba. Entroncando con los gustos estéticos del Madrid isabelino, el nuevo palacio adquirió un carácter clasicista, a través de la disposición simétrica de los balcones, decorados con guardapolvos y rematados con frontones, y con un portón central. Lamentablemente, y como viene siendo habitual en este tipo de construcciones, una reforma posterior alteró profundamente su distribución interior para construir en su lugar apartamentos de alquiler, a la vez que la planta baja se habilitaba para la ubicación de tiendas.
Palacio de Liria. Calle de la Princesa 20 y 22, con vista a la calle del Duque de Liria.
El III duque de Berwick, de Liria, de Veragua y Jérica, Jacobo Fitz-James Stuard, mandó edificar su palacio en unos terrenos al noroeste de la ciudad, próximos a la plazuela de los Afligidos, entre el Cuartel de Guardias de Corps y el que fuera Seminario de Nobles. En 1762 el arquitecto Antonio Guilbert se encargó de la realización del proyectó y del comienzo de las obras, poniendo los cimientos de un palacio de planta rectangular, compuesto por cuatro fachadas y organizado en torno a dos patios interiores. La permuta de una serie de terrenos entre el ayuntamiento y el duque permitió rodear el palacio de un extenso jardín, sobre todo por su parte delantera, en el que, además, no faltan hermosas fuentes y estatuas. El arquitecto Guilbert sólo pudo realizar la planta baja del edificio, que a tenor de los críticos resultó un cuerpo almohadillado un tanto rústico por la composición de la sillería. En efecto, hacia 1770 el arquitecto Ventura Rodríguez se hizo cargó del resto de las obras, que se prolongarían hasta su conclusión en 1783, e introdujo algunas modificaciones al proyecto original. Sobre el cuerpo ya existente Ventura Rodríguez construyó las dos plantas principales del palacio y el ático que se levanta sobre el llamativo arquitrabe. En la composición del alzado del edificio resultante se observan reminiscencias del Palacio Real de Madrid y del Palacio de la Granja. Con respecto a su decoración, destaca la solución que se le ha dado a las dos fachadas principales, ambas con un cuerpo central encolumnado de estilo dórico y con pilastras en los cuerpos laterales. A comienzos del siglo XX el palacio fue reformado por el arquitecto inglés sir Edwin Lutyens, al que también se debe la construcción unos años antes del edificio para los guardas del palacio. Durante la Guerra Civil sufrió daños de consideración, por lo que de nuevo tuvo que ser profundamente reformado, recuperando su esplendor y siendo declarado Monumento Nacional en 1972. Actualmente, sigue siendo la residencia de los descendientes de este linaje, al que se unieron todos los títulos pertenecientes a la Casa Ducal de Alba de Tormes. Buena parte de las dependencias del palacio se han abierto al público para poder contemplar las decoraciones, mobiliario, esculturas y colección de pinturas y tapices del gran salón de baile, de las salas de Goya, Española, Flamenca y del Gran Duque de Alba, además de la escalera principal y de los hermosos vestíbulos.
Fue en el siglo XVI el solar sobre el que se levantó el Palacio la casa del regidor Diego de Chaves. Junto a ella estaba la casa propiedad del marqués de Castel Rodrigo. Estaban estas casas junto al portillo de San Joaquín en el camnino de San Bernardino, hoy calle Princesa. Pasaba por aqui un arroyo que no aparece con nombre en el plano de Texeira. No lejos de aquí el arroyo Leganitos.
El asilo de San Bernardino de franciscanos de San Pedro de Alcántara estaba ya fuera de la cerca de Madrid. Situado extramuros de la ciudad, sobre las huertas de Leganitos, a la derecha del camino del Pardo, fue fundado el 2 de agosto de 1834 a instancias del entonces corregidor de Madrid, el marqués viudo de Pontejos, como un asilo con capacidad para 700 mendigos de ambos sexos, donde se les enseñaba un oficio. Antes que el asilo allí se encontraba el antiguo convento de San Bernardino, que fundado en 1572 por Francisco de Garnica, miembro del Consejo de Hacienda y Contador Mayor de Castilla, había sido desamortizado ese mismo año. Dependiente de la beneficencia municipal, el asilo fue clausurado en 1907 pasando los asilados a dos edificios situados en la calle Vallehermoso. Después de la Guerra Civil, el edificio fue derribado y se construyó en su lugar el Pabellón de Gobierno y la residencia de profesores de la Universidad Complutense, en la calle Isaac Peral.


María del Pilar Cayetana de Silva y Álvarez de Toledo, XIII duquesa de ALBA DE TORMES, y entre otros, condesa de LERÍN, duquesa de MONTORO, marquesa del CARPIO, condesa-duquesa de OLIVARES, condesa de MONTERREY, condesa de OROPESA, Condestable de Navarra, duquesa de HUÉSCAR, marquesa de Coria, marquesa de Eliche, marquesa de Villanueva del Río, marquesa de Tarazona, marquesa de Flechilla y Jarandilla, condesa de Galve, condesa de OSORNO, de jure duque de GALISTEO, condesa de Ayala, condesa de Fuentes de Valdepero, condesa de ALCAUDETE, condesa de Deleitosa, señora del estado de Valdecorneja, señora de las baronías de Dicastillo, San Martín, Curton y Guissens, nueve veces Grande de España, la Maja de Goya. Nace el 10 junio de 1762 y muere el 23 de julio de 1802. Casa el 15 de noviembre de 1775 con José María del Carmen Álvarez de Toledo y Gonzaga , XV duque de Medina Sidonia, y ,entre otros, duque de Montalto, duque de Fernandina, marqués de Villafranca del Bierzo, marqués de los Vélez, marqués de Villanueva de Valdueza, marqués de Molina, marqués de Cazaza en África, marqués de Martorell, marqués de Valverde, conde de Niebla, conde de Peña-Ramiro, barón de Castellví de Rosanes, duque de Bivona, 9. príncipe de Paternò, principe de Montalbano, marqués de Bivona, conde de Adernò, conde de Caltabellota, conte de Centorvi, conte de Sclafani, conde de Caltanisseta, conte de Collesano (Golisano), todos en Sicilia, Grande de España. Nace en Madrid el 17 de junio de 1756 y muere en Sevilla el 9 de julio de 1798, sin sucesión. Será el siguiente titular de la Casa de Alba Carlos Miguel Stuart FitzJames Silva Álvarez de Toledo y Stolberg, VII duque de BERWICK. Con sucesión hasta hoy.

A mediados del siglo XVIII Rafaela de Palafox y Croy de Havre hija del VI marqués de Ariza casa con el IX duque de Hijar. Padres, entre otros de, María Teresa de Silva Fernandez de Hijar y Palafox que casa en primeras nupcias con Jacobo Felipe Carlos Fitzjames-Stuart, V duque de Berwick, y en segundas nupcias con su primo, primastro, Vicente Maria de Palafox Rebolledo Mexia Silva, también nieto del VI marqués de Ariza; sin hijos. María Ana, hermana de Vicente, casa con Ignacio Ciro de Arteaga Lazcano y Idiaquez, IV marqués de Valmediano, luego duqués del Infantado. Teresa y el V duque de Berwick son padres de Carlos Miguel FitzJames-Stuart y Silva, duque de Berwick y XIV duque de Alba.

Fernando de Silva y Alvarez de Toledo, XI duque de Alba, es bisabuelo de la XIII duquesa de Alba y del V duque de Berwick que son así primos segundos. Al morir sin sucesión la XIII duquesa de Alba el título pasa al hijo de su primo segundo.

Rafaela y el IX duque de Hijar son tambien padres de Agustín-Pedro de Silva Fernández de Híjar y Palafox, XII duque de Híjar que casa con María Fernanda Fitz-James-Stuart y Stolberg-Gedern. y de José Rafael de Silva Fernández de Hijar y Palafox, XIII duque de Hijar que casa con Juana Fernandez de Cordoba, VII marquesa de San Vicente del Barco. Ya a comienzos del siglo XX su nieta tercera la IX marquesa de San Vicente del Barco u heredera del título de Hijar casa con su pariente el XVII duque de Alba siendo estos los padres de la actual duquesa.

El XV duque de Hijar bisabuelo de la actual duquesa de Alba, XVIII del título, casa con María del Dulce Fernández de Cordoba y Perez de Barradas hija del XV duque de Medinaceli. Es así que la XVIII, también, duquesa de Medinaceli; nacida en 1917, es prima segunda del padre de la de Alba; nacida en 1926. Ambas viven. Son así la de Medinaceli biznieta, nieta segunda, del XV duque de Medinaceli y sobrina nieta del XV duque de Hijar y la de Alba bisnieta, nieta segunda, del XV duque de Hijar y ya nieta tercera del XV duque de Medinaceli.

Una hermana del XVI duque de Alba casa con el XVI duque de Medinaceli, aunque este matrimonio no tiene descendencia. Vemos como las dos Casas nobles que acumulan mayor número de títulos mantienen durante los dos últimos siglos vínculos familiares cada vez mas cercanos.

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