sábado, 16 de mayo de 2020

Jaramillo

La pregunta 17 del Interrogatorio del catastro de Ensenada a las poblaciones a catastrar era la siguiente,


Si hay algunas Minas, Salinas, Molinos Harineros, o de papel, Batanes, u otros Artefactos en el Término, distinguiendo de qué Metales, y de qué uso, explicando sus Dueños, y lo que se regula produce cada uno de utilidad al año.


Diremos con carácter general que la fanega de trigo era la de dos almudes y cada almud equivalía a 6 celemines. 

En la actualidad una fanega de trigo son 44 kilos. 

El valor de la fanega de trigo era en estas tierras y en el año de la ejecución del catastro en Huete, 1752, de 18 reales, podemos hablar de 4,50 pesetas. 

Por lo tanto 44 kilos de trigo eran 4, 50 pesetas.


En la ciudad de Huete se declara la existencía de 13 molinos, de los que solamente uno era de dos piedras. Se dan en el orden en el que aparecen en las Respuestas Generales de la Ciudad de Huete. 

Estaban situados los de una rueda en la vega del río Borbotón y el de dos piedras en la orilla del río Mayor en el paraje de La Retuerta

Uno de estos 13 molinos era propiedad de María Jaramillo Loaisa, vecina de Torrejoncillo. 

Su arrendatario Tomás Rincón. 

Se le regularon los días de molienda en 300 al año moliendo cada día 24 almudes, 7.200 almudes al año o lo que es lo mismo 3.600 fanegas. 

La maquila era de medio celemín por fanega de lo que resultan 150 fanegas al año que eran 2.700 reales de ingresos antes del pago del alquiler. 

Tomás Rincón debía pagar por el arrendamiento del molino 40 fanegas de trigo, 720 reales, y 4 fanegas de trigo por la tierra, 72 reales. 

La ganancia anual del arrendador una vez descontada la renta del alquiler era de 1.908 reales y la del propietario una vez satisfecho el alquiler del molino y de la tierra era de 792 reales.

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