Declarada por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad, la colina de la Acrópolis es una meseta caliza que vigila la ciudad de Atenas desde sus 156 m de altura. Con ocasión de los Juegos Olímpicos de Atenas del 2004, Pierre Bideau propuso una nueva iluminación para este enclave arquitectónico. En sus 300 metros de longitud y 85 de anchura, este enclave contiene los monumentos más famosos de la Grecia clásica: el Partenón, el Erecteion, los Propileos y el templo de Atenea Niké. Los templos, obra de los arquitectos Calícrates, Ictinos y Mnesicles, bajo la supervisión de Fidias, están construidos en mármol blanco en estilos dórico y jónico.
La Acrópolis, ciudad alta, es tal vez el conjunto que simboliza mejor que ningún otro el esplendor de la cultura griega en la época clásica y los logros culturales y artísticos de la polis ateniense.La Acrópolis venía ya empleándose como conjunto monumental desde la época arcaica, existiendo incluso restos de construcciones de épocas anteriores. Sabemos también que a comienzos de las guerras médicas estaba erigiéndose allí un templo a Atenea, el antecesor del actual Partenón. Sin embargo, en el transcurso de la segunda guerra médica la ciudad de Atenas fue ocupada por los persas y el conjunto de la acrópolis quedó arrasado.
De esta forma, la finalización de la citada guerra, con la victoria griega y el comienzo del breve periodo de hegemonía de Atenas, dio a los gobernantes de la ciudad una excelente ocasión para llevar a cabo un verdadero programa de ordenación de los edificios de la colina. A tales efectos, se repararon los muros del conjunto, se levantó el Partenón (447-432 a.C.) y se construyeron los Propileos, (437-432 a.C.), como entrada monumental y única a esta "roca sagrada". Tanto aquí como en el Partenón, se empleó el orden dórico como canon constructivo. Cuando el visitante terminaba de subir los propileos, cruzando sus diversos pórticos, "tropezaba" con la colosal estatua de Atenea Promacos, obra de Fidias y que se alzaba sobre su pedestal hasta unos once metros del suelo. Unos años después se concluyó el pequeño templo de Atenea Niké (victoriosa), de estilo jónico y muy cercano a los propileos. Además, en el otro lado de la Acrópolis, sobre las ruinas de otro antiguo edificio, se levantó el Erecteión (421-406 a.C.), también del mismo estilo, famoso sobre todo por su tribuna de las cariátides en las que los fustes de las columnas son sustituidos por esculturas femeninas. Otros edificios completaban el conjunto, como una pinacoteca. Incluso hubo nuevas construcciones en época romana.
En la cima de esta colina tenían lugar importantes ceremonias civiles y religiosas, como la procesión de las panateneas, y se daba culto a Atenea, la diosa protectora de la ciudad. Fue así como en el siglo V a.C. un desastre militar acabó por dar paso a todo un programa constructivo que produjo un nuevo conjunto monumental. La acrópolis quedó para la Historia como el símbolo más llamativo de lo que conocemos como "era de Pericles" y como referente visual de los logros de los atenienses.
A los pies de la colina el Odeón de Herodes Attico unido al Teatro de Dionisos por la Stoa de Eumene.
Teatro de Dionisios.
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