La isla toma su forma actual al hundirse la caldera del enorme volcán. Su capital es el pueblo de Thira y su principal puerto el de Acinios. Su suelo es volcánico. Habitada al menos desde el 3.000 a. de C. por los fenicios, tiene su apogeo habitada por los Dorios del 2.000 al 1.550 a. de C., año que interrumpió su desarrollo debido a la tremenda y apocalíptica explosión del volcán. Existe una teoría, según la cual, en Santorini pudo encontrarse la perdida Atlántida. Existen numerosos científicos que así lo afirman. A los griegos al menos así les gusta creerlo.Tiene forma de media luna y en su parte interior, donde antiguamente estaba el gran volcán, existen otra serie de islas más pequeñas, pero muy bellas. Al oeste es escarpada y rocosa, destacando su gran precipicio sobre el mar, mientras que al sur va descendiendo lentamente hasta el mar de playas de arena oscura.
Thira, la capital, se encuentra construida y asomada sobre el extremo de un precipicio que mira sobre el hueco dejado por el volcán. Este hueco se conoce como Caldera, ahora ocupado por el mar. Tiene un pequeño puerto debajo que esta comunicado con Thira con un funicular o con cientos de peldaños, si se desea subir a pie o a lomos de los numerosos burros que realizar esta costosa labor diariamente. Asimismo, desde este puerto parten las barquitas que realizan las muy aconsejables excursiones a las islas interiores de Nea Cameni, con sus aguas calientes, Palea Kameni y a la bellísima vecina Thirassia, que surge como una copia de Santorini junto al pequeño islote de Aspro.
La belleza de Thira puede deberse al contraste de la roca oscura del lugar con las blancas casitas de una arquitectura única, de casas pequeñas y como salidas de un cuento, sus cúpulas, sus pasajes (estrechos y laberínticos), sus multicolores ventanas y puertas de madera labrada. Destacan sus catedrales, tanto la católica como la ortodoxa y su museo arqueológico. Junto a Thira, al norte, está Imerovigli, parecida a la primera pero con casas más modernas y con un respeto absoluto a la arquitectura tradicional de la isla. Al sur, deben visitar Acrotiri y su recién desenterrado de la lava recinto arqueológico, que comprende un pueblo entero en perfecto estado tal y como se encontraba en el momento de la explosión del volcán. Pero entre todos destaca el pueblo de IA, desde donde se dice se puede disfrutar del más bello atardecer, asomados desde el acantilado a las aguas del Egeo. Es un pueblo que conserva toda su tradición y autenticidad de ambiente tranquilo y sosegado, con las casas más bellas de intensos colores sobre la blanca cal, cúpulas, palacios y casas señoriales.
Thira, la capital, se encuentra construida y asomada sobre el extremo de un precipicio que mira sobre el hueco dejado por el volcán. Este hueco se conoce como Caldera, ahora ocupado por el mar. Tiene un pequeño puerto debajo que esta comunicado con Thira con un funicular o con cientos de peldaños, si se desea subir a pie o a lomos de los numerosos burros que realizar esta costosa labor diariamente. Asimismo, desde este puerto parten las barquitas que realizan las muy aconsejables excursiones a las islas interiores de Nea Cameni, con sus aguas calientes, Palea Kameni y a la bellísima vecina Thirassia, que surge como una copia de Santorini junto al pequeño islote de Aspro.
La belleza de Thira puede deberse al contraste de la roca oscura del lugar con las blancas casitas de una arquitectura única, de casas pequeñas y como salidas de un cuento, sus cúpulas, sus pasajes (estrechos y laberínticos), sus multicolores ventanas y puertas de madera labrada. Destacan sus catedrales, tanto la católica como la ortodoxa y su museo arqueológico. Junto a Thira, al norte, está Imerovigli, parecida a la primera pero con casas más modernas y con un respeto absoluto a la arquitectura tradicional de la isla. Al sur, deben visitar Acrotiri y su recién desenterrado de la lava recinto arqueológico, que comprende un pueblo entero en perfecto estado tal y como se encontraba en el momento de la explosión del volcán. Pero entre todos destaca el pueblo de IA, desde donde se dice se puede disfrutar del más bello atardecer, asomados desde el acantilado a las aguas del Egeo. Es un pueblo que conserva toda su tradición y autenticidad de ambiente tranquilo y sosegado, con las casas más bellas de intensos colores sobre la blanca cal, cúpulas, palacios y casas señoriales.
En 1860 se descubrieron restos arqueológicos durante la puesta en marcha de una cantera destinada a proporcionar pumita para la construcción del canal de Suez. Hasta 1967 no se emprendieron excavaciones sistemáticas, bajo la dirección del polémico Spyridon Marinatos. Como resultado se comprobó que la isla había sido sede de una sociedad rica y desarrollada, culturalmente muy relacionada con la civilización minoica. Entre los restos han aparecido objetos y frescos que revelan una intensa relación comercial, con objetos procedentes no sólo del Egeo, sino de Chipre, Egipto o Anatolia.En la Antigüedad la isla estuvo sucesivamente sujeta a los diversos poderes que dominaron el Egeo. Pasó de la dependencia de la liga de Delos a la del reino ptolemaico de Egipto, Roma y finalmente el Imperio Bizantino. Desde 1204 y hasta 1579 estuvo bajo dominio de la república veneciana, hasta que pasando luego a dominio otomano. En 1840, con el Tratado de Londres, se incorporó a Grecia.Entre 1628 y 1627 a. de C. la erupción del volcán terminó con una gigantesca explosión de caldera, del mismo tipo que la mucho más estudiada de Krakatoa (Indonesia) de 1883. Como efecto de la explosión la isla perdió buena parte de su superficie, y se puso en marcha un tsunami que asoló el Mediterráneo Oriental, provocando, entre otros efectos, una grave crisis de la civilización minoica de Creta. Parece que la población encontró tiempo suficiente para evacuar la isla, llevándose muchos de sus bienes muebles. Marinatos popularizó la idea de que la explosión prehistórica de Tera Santorini está en el origen del mito de la Atlántida. La explosión fue muy intensa y la emisión de polvo oscureció la atmósfera lo suficiente como para que el hecho fuera observado en China. El enfriamiento del tiempo ha quedado registrado en anillos de los árboles incluso en Canadá. En Egipto, jeroglíficos datados de ese periodo muestran que la nube lo asoló; un escriba egipcio escribió: El sol se ha ocultado, nadie se ve la sombra, las cosechas han muerto, ahora debemos sobrevivir. Este fenómeno duró nueve días en Egipto, medio día en China y se estima que una hora en la Antártida.Santorini es uno de los cinco volcanes elegidos por la Unión Europea para centrar un proyecto de estudio vulcanológico, y también uno de los de la lista de los “Decade Volcanoes” (volcanes de la década), un proyecto internacional sobre investigación de riesgos volcánicos. El volcán sigue activo y ha presenciado erupciones, esencialmente efusivas (no explosivas), desde la gran erupción prehistórica.
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