viernes, 5 de junio de 2009

Fue, en Madrid. El camino de Alcalá.

Antigua sede del Banco de Bilbao. La participación del Banco de Bilbao con grandes capitales en la construcción de la Gran Vía, conjuntamente con otras actividades financieras vinculadas a la capital, llevaron al ente bancario a establecer en Madrid una nueva sede. En 1919 se convocó un concurso público de proyectos para la construcción del nuevo edificio, resultando ganador el del arquitecto Ricardo Bastida y Bilbao, quien también se haría cargo de las obras entre 1920 y su conclusión tres años después. La irregularidad del solar obligó a disponer dos edificios que quedarían unidos por una rotonda cubierta y decorada con vidrieras murales, mientras que la fachada principal se compuso con columnas, capiteles y entablamentos de órdenes clásicos gigantes, estética que venía repitiéndose en la construcción de edificios bancarios como el que realizaron Palacios y Otamendi para el Banco Central en la calle de Alcalá, 49. Entre 1975 y 1981 se amplió el edificio por la calle de Sevilla.
Nos lleva de la calle Alcalá a la Gran Vía. Está aqui la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Estaba en la calle Alcalá, esquina a Peligros, el convento de Nuestra Señora de la Piedad, convento de las monjas de Vallecas.
El Banco de España fue el resultado de la fusión en 1846 entre el Banco de San Fernando -que había sido creado en 1829 sustituyendo al anterior de San Carlos (1782)- y el de Isabel II, banco independiente creado en 1844. Tras la fusión de estos dos bancos, en 1848 la nueva entidad pasó a denominarse Banco Nacional de España, y desde 1874 tiene el monopolio de la emisión de monedas y billetes. Inicialmente ocupó el edificio de la Compañía de los Cinco Gremios en la plaza de Jacinto Benavente, construido en 1791, aunque en 1891, el Banco de España se va a trasladar a su nueva sede de la calle Alcalá, lugar donde se encuentra actualmente. En cuanto al edificio, se situa sobre un amplio solar formado por las antiguas parcelas del palacio del marqués de Alcañices, la iglesia de San Fermín de los Navarros, el jardín de la Escuela de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos y de una casa propiedad del marqués de Larios. La primera piedra fue colocada por Alfonso XII en 1882. Las obras, que se realizaron siguiendo el proyecto de Eduardo Adaro y Severiano Sainz de la Lastra -los cuales obtuvieron la medalla de oro en la Exposición de Bellas Artes de 1884- se prolongaron hasta 1891. En el proyecto también colaboraron entre otros Anibal Álvarez Bouquel, Alejandro Herrero, o Bernardo Asins, quien realizó las puertas de hierro. El coste, incluyendo solares y edificio, fue de unos 15.300.000 pesetas. El edificio ha sido sometido a sucesivas obras de ampliación; entre 1930 y 1934, el edificio se amplió bajo la dirección de José Yarnoz sobre el solar de tres casas propiedad de la duquesa de Nájera que daban a la calle Alcalá. De igual modo se procedió entre 1969 y 1975, esta vez a costa de otros solares que daban a las calles Madrazo y Marqués de Cubas. Recientemente ha adquirido el edificio de viviendas que quedaba entre las calles de Alcalá, 46 y Marqués de Cubas, 1, para ampliar el banco ocupando toda la manzana.

El antiguo palacio del marques de Alcañices, también conocido como duque de Sesto, estuvo ubicado en el Paseo del Prado esquina a la calle de Alcalá, en el lugar que ocuparon las casas de Luis de Haro, Marqués del Carpio y ministro privado de Felipe IV tras la caída del Conde Duque de Olivares. Con motivo de las obras de prolongación de las antiguas calles del Sordo y de la Greda, hoy llamadas de Zorrilla y de los Madrazo, se vendió el antiguo palacio y se derribó, ocupando el Banco de España parte de este solar a finales del siglo XIX.
El actual palacio fue construido en 1865 por el arquitecto Francisco de Cubas, Marqués de Cubas, en el Paseo de Recoletos, frente al bello palacio del marqués de Salamanca.

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