Casa de Iván de Vargas en la calle del doctor Letamemdi, esquina a la Plaza del Cordón. La fachada de esta Casa, de casi 3.ooo metros cuadrados; dos patios y tres pisos, llegó a tener seis escudos. Despues de su total derribo en 2002 se han puesto dos de ellos en la nueva fachada y la inscripcion en piedra que recordaba que aquí vivió Iván de Vargas, patrón de San Isidro.
Reconstruida entre los siglos XVI y XVII, perteneció a la familia de los Vargas, uno de los linajes más antiguos del Madrid medieval y muy conocido por su relación con San Isidro Labrador. Una inscripción en la fachada recuerda que el santo patrón de Madrid sirvió de criado a Iván de Vargas, que allá por el siglo XI era propietario de esta casa y de otra de labor a los pies de la parroquia de San Andrés, conocida por albergar el pozo milagroso.Esta casa fue habitada en el siglo XIX por el Doctor Letamendi, destacado catedrático en la exposición de sus doctrinas médicas y clínicas, pero también en su proyección literaria y musical. A comienzos del siglo XX se instaló en ella el Doctor Forns, científico, pintor de mérito y pariente del anterior, que en atención a su vocación artística y a su anterior inquilino se decidió a instalar en la casa un museo artístico e influyó para que el Ayuntamiento cambiara la denominación de la costanilla de San Justo, por el de calle del Doctor Letamendi. A finales del siglo XX la casa presentaba síntomas de deterioro y abandono, por lo que hubo que apuntalar sus muros. Así permanecería durante cerca de diez años, hasta que el ayuntamiento procedió a derribarla perdiendo Madrid uno de sus edificios de mayor tradición histórica. Albergará una biblioteca municipal para el distrito centro.
Desde aquí a la calle Segovia y desde aqui por la Costanilla de San Pedro a la iglesia de san Pedro el Viejo.
Esta casa palacio fue construida en 1537 por el sobrino del cardenal Cisneros, Benito Jiménez de Cisneros. Realizada en un estilo plateresco, lo más destacable del primitivo edificio es la fachada que da a la calle del Sacramento, y que está formada por un arco de sillería de granito sobre el que se situaba el balcón principal flanqueado por dos bellas columnas y por un friso con el escud0 de los Cisneros. En esa época, la fachada que daba a la plaza de la Villa era la parte trasera del edificio, y daba acceso a las cuadras y corrales. Es uno de los pocos edificios platerescos que queda en Madrid. En 1909 el edificio fue comprado por el Ayuntamiento para integrarlo en las dependencias de la Casa de la Villa; siendo objeto de una profunda restauración realizada por el arquitecto Luis Bellido y González, y por la que consiguió numerosos premios. Lo más destacable de la restauración fue la construcción de la fachada que da a la plaza de la Villa, así como el pasadizo volado que la conecta con el Ayuntamiento. Ambas actuaciones se hicieron en consonancia a las trazas originales del edificio. En 1944 fue de nuevo reformada, esta vez en el interior, por Felipe Trigo.
Aquí entró detenido Pérez en 1589, ocupando las antiguas habitaciones del duque de Medinaceli. Antes vivió y estuvo detenido en la vecina Casa de los condes de Puñonrotro o del Cordón. Tras una temporada de cierta libertad, el antiguo secretario acabó llevando grilletes. Recibió la visita del juez Rodrigo Vázquez de Arce, como encargado de su proceso criminal. Vázquez de Arce le leyó la sentencia del mismo: culpable del asesinato de Escobedo. Él lo niega. Pagando una fianza, Pérez permaneció en prisión en la misma casa pero sin grilletes. La situación, lejos de acabar se complicó, sometiéndole a tormento en 1590. Tras arreglarlo todo, el 19 de marzo de ese año, Miércoles Santo, Antonio Pérez logra escaparse de la casa ayudado por su esposa, doña Juana Coello, y huir hacia a Aragón. Al final de la calle Bailén se encuentra el edificio del Consejo de Estado y Capitanía General. Se trata del palacio de los duques de Uceda, palacio construido sobre las antiguas casas de los Porres y Vozmediano, en donde residió don Juan de Austria. La familia de los Vozmediano era una de las más importantes de Madrid. La esposa de Antonio Pérez pertenecía precisamente a esta noble familia, Juana Coello Vozmediano. Durante el siglo XVI aquí vivió don Juan de Austria, manteniendo con ello una gran cercanía con la princesa de Éboli, justificando así la amistad que los unía; amistad que nada tiene que ver con los amoríos que se han querido ver entre los dos personajes.
La llamada casa de los condes de Puñonrostro o Casa del Cordón se levantaba en lo que hoy es la plaza del Cordón, detrás de la plaza de la Villa, antes Plazuela del Cordón, a unos metros de la basílica de San Miguel y junto a la Casa de Cisneros de la que la separa la estrecha Calle del Cordon, antes del conde de Arcos. Compartia manzana con la casa de los Lujanes. Una placa sobre la puerta de las viviendas que ahora se levantan aquí nos recuerda que en este lugar estuvo la residencia principal de Antonio Pérez "En este lugar estuvieron las casas del Cordón donde el secretario de Felipe II Antonio Pérez vivió desde 1575 y sufrió cautiverio hasta su fuga en 1585". Traido a Madrid sufre un nuevo arresto en la colindante Casa de Cisneros hasta su huida a Aragón en 1590. La calle de Puñonrostro separa la Casa de la iglesia de San Miguel. Antonio Pérez era amigo del conde de Puñonrostro, Arias Dávila. La casa original fue demolida a mediados del siglo XIX por su estado ruinoso. Un pasadizo la unia con la igleisa de San Justo, hoy la citada de San Miguel, a donde pasa Antonio Pérez y donde es detenido. Comparte manzana con el convento del Corpus Christi.
Gregorio Marañon escribió la biografía más completa y documentada de Antonio Pérez y no habla de túnel sino que Antonio Pérez saltó por una ventana. Además creo que la placa está equivocada y que Antonio Pérez solo vivió en las casas de Puñonrostro (que alquiló) unos meses hasta que el 31 de enero de 1585 se refugió en la iglesia. La casa propiedad de Antonio Pérez, llamada "La Casilla", estaba en la calle Santa Isabel.
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