https://artevalladolid.blogspot.com/search/label/Monasterio%20de%20San%20Benito
https://domuspucelae.blogspot.com/2016/06/theatrum-silleria-de-san-benito-el-real.html
https://domuspucelae.blogspot.com/2016/10/fastiginia-visita-de-alfonso-xiii-al.html
https://www.valladolidweb.es/valladolid/imagesmagvall/056.htm
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El monasterio de San Benito el Real de Valladolid fue fundado a iniciativa de Juan I (rey de Castilla entre los años 1379-1390), quien dio su Alcázar Real para que se establecieran los monjes.
El papa Clemente VII aprobó la fundación en 1389 y al año siguiente empezaron las obras de adaptación del antiguo palacio por el nuevo destino.
https://www.monestirs.cat/monst/annex/espa/calleo/valladolid/cvallsb.htm
La fachada fue diseñada por Rodrigo Gil de Hontañón en 1569.
Originalmente, esta torre poseía bastante más altura por la existencia de otros dos cuerpos para el campanario, que se encontraban sobre los actuales, y que fueron derribados en el siglo XIX por amenazar ruina.
Adosado a la iglesia se encuentra el gran edificio monacal, que cuenta con tres claustros, uno de ellos el conocido Patio Herreriano, hoy museo de arte contemporáneo, y una fachada principal manierista diseñada por Juan del Ribero Rada.
En Valladolid el río atravesaba la ciudad con dos ramales hasta llegar a su desembocadura en el Pisuerga.
https://www.valladolidweb.es/valladolid/loqueyanoesta/PuentesEsgueva.htm
El Esgueva ocasionó bastantes desastres con sus frecuentes inundaciones. Pero en este caso no se trataba solo de tierras y fincas sino de casas y calles.
Por otra parte este curso de agua servía a los vallisoletanos a modo de alcantarilla a cielo raso cosa que proporcionó no solo incomodidades sino insalubridad pública que se convirtió en un foco de infección que ayudó a la propagación del cólera en forma de epidemia.
La Junta de Sanidad se hizo cargo de estos graves problemas de inundaciones e insalubridad y junto con la corporación municipal se comenzó una serie de estudios y proyectos para mejorar los ramales del río.
El soterramiento comenzó hacia 1850 y las obras se terminaron en 1910.
Años más tarde, en la década de 1990 el cauce norte experimentó una nueva remodelación; en el siglo XXI está perfectamente asentado y saneado y limitado por unas cuidadas orillas llamadas Paseo del Cauce con buena vegetación y arbolado.
Recorre los barrios de España y Rondilla y desemboca de forma escalonada a través de un paraje conocido desde antiguo como Linares.
En el solar que hoy ocupa el Museo Patio Herreriano, antes Monasterio de San Benito, se ubicaron en los siglos XII y XIII los Reales Alcázares.
En el s. XIV esta fortaleza perdió su función defensiva para convertirse en monasterio benedictino.
La primitiva iglesia del monasterio ocupaba el espacio de la antigua capilla del Alcázar (capilla de San Ildefonso), y a sus pies se construyó una importante capilla funeraria, la de Don Sancho de Rojas, hoy de los Condes de Fuensaldaña.
En los siglos XIV y XV recibió numerosas donaciones de nobles y eclesiásticos y pasó a convertirse en cabeza de la orden en España.
Estas contribuciones económicas y su cada vez más extenso poder le permitieron ir acometiendo sucesivas reformas y ampliaciones.
A finales del s. XV pudo construirse una gran iglesia para el monasterio (actual iglesia de San Benito) en la que participaron algunos de los mejores arquitectos de la época, como Juan de Arandia y Rodrigo Gil de Hontañón, y a finales del s. XVI se encargó al arquitecto Juan de Ribero Rada el diseño de un nuevo y más amplio monasterio.
Se trataba de un proyecto ambicioso que sólo pudo ser llevado a cabo parcialmente y que giraba en torno a tres claustros principales: el patio procesional (actual Patio Herreriano) que acogía las dependencias de los monjes, dormitorios, refectorio, sala capitular y biblioteca; el Patio de Novicios, que separaba la zona de clausura de la zona pública; y el Patio de la Hospedería, que albergaba los servicios públicos del monasterio.
Durante mucho tiempo el Patio Herreriano fue atribuido erróneamente al arquitecto Juan de Herrera por su estilo y proporciones, inspirados en el Patio de los Evangelistas de El Escorial.
Una vez acabada la fachada principal del monasterio, llamada Portería Real, el Patio se inicia en torno a 1596, prolongándose su construcción hasta 1665.
Las proporciones del claustro están condicionadas por el espacio preexistente delimitado por la iglesia de San Benito, el cuarto de San Julián (actual sala Gil de Hontañón) y la Capilla de los Condes de Fuensaldaña.
La construcción del Patio Herreriano contribuyó a enlazar el desmembrado conjunto de edificaciones que hasta el momento habían formado parte del monasterio.
El Patio Herreriano constituye por su orden y claridad uno de los mejores ejemplos de arquitectura clasicista española del s. XVI.
Las obras del monasterio se prolongaron hasta el siglo XVIII, momento en que se termina el claustro de la Hospedería.
Poco después empieza el declive de su historia como centro monástico.
La llegada de las tropas napoleónicas supuso el levantamiento de los suelos de piedra de los patios para pavimentar las calles de la ciudad, mientras en el interior del templo se construían hornos y almacenes de grano y paja.
La breve recuperación benedictina tras la invasión francesa quedó truncada por los decretos de desamortización que supusieron su cierre definitivo en 1835.
Entre esta fecha y 1965, que pasó a ser dependencia municipal, el monasterio volvió a su origen militar, denominándose Fuerte de San Benito, lo que llevó al derribo y reforma de significativas zonas del antiguo monasterio.
En la actualidad cada uno de los tres patios cumple diversas funciones.
El de la Hospedería es sede de oficinas del Ayuntamiento, tras una profunda rehabilitación arquitectónica.
La iglesia de San Benito y un sector del patio de novicios están regentados por los carmelitas descalzos.
Finamente el Patio Herreriano alberga la sede del Museo de Arte Contemporáneo.
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