martes, 27 de noviembre de 2018

Termas de Roma


.............Rápidamente empezó una competición entre los emperadores para ofrecer a sus ciudadanos unas termas cada vez más grandes. 

Así la dimensión de las termas de Nerón quedó rápidamente superada por los metros cuadrados ocupados por las termas de Trajano y éstas, a su vez, lo fueron por los de Caracalla. 

El récord lo marcaron los 150.000 metros cuadrados cubiertos por las termas de Diocleciano, que eran visitadas por a 3.000 bañistas al día.

Como se ve, los baños llevaban el nombre del emperador que los había construido y los más importantes fueron, entonces, 

los de Nerón, de3.000 metros cuadrados construidos en el año 65. Cerca de la Plaza Navona.

los de Tito del año 81, Ubicadas al pie del Monte Esquilino, las termas tenían capacidad para recibir a 1.600 personas. 

los de Domiciano del año 95, 

los de Cómodo del año 185, 

los de Caracalla de 140.000 metros cuadrados del año 217, 





Varias de las gigantescas bañeras de mármol, esculpidas en un solo bloque, se trasladaron al centro de Roma para usarlas como fuentes. Su escultura más famosa, el grupo llamado Toro Farnesio, se conserva en el Museo Arqueológico de Nápoles. 
Actualmente, los restos del complejo se encuentran entre el Viale Aventino (avenida Aventino), y el Viale delle Terme di Caracalla (avenida de las Termas de Caracalla).

El edificio fue destruido por un terremoto en 847, aunque ya desde 537 no se usaba porque los canales de agua resultaron destruidos en una guerra.




Junto a las termas de Caracalla se encuentra un estadio de Atletismo que eran los terrenos de los jardines de estas termas.




Las Termas de Caracalla se convirtieron en el complejo de baños más lujoso de toda Roma, y su tamaño sólo fue superado por las Termas de Diocleciano. 
Sin embargo, sus restos arqueológicos son los más grandes conservados en la actualidad.
Los edificios fueron construidos en un periodo de cinco años aproximadamente, lo que supone un logro de la ingeniería romana, considerando la enormidad del complejo. 
Las termas contaban con un gran recinto, de más de 400 metros de anchura entre los ábsides, y una estructura central en donde se encontraban las termas propiamente dichas. 
A su alrededor había un amplio jardín. 
Para el suministro de agua, se desvió hacia los baños un ramal del acueducto Aqua Marcia. 

los de Dicleciano. En la Plaza de la República. Junto a la Estación Termini

Capacidad para más de 3000 personas.
Las termas datan del año 305 d. C., y fueron completadas durante el mandato de varios emperadores. 
Las Termas de Diocleciano continuaron siendo utilizadas hasta que los godos interrumpieron el flujo de agua de los acueductos que las surtían en el año 537.
Diocleciano fue acusado de la muerte de miles de cristianos condenados a trabajos forzados en la construcción de las termas. 
Al término de las obras, en el año 305, abdicó.
En el 1561, el papa Pío IV mandaría construir a Miguel Ángel una iglesia en memoria de esos mártires en el propio espacio de las termas: la Iglesia de Santa María de los Ángeles y de los Mártires.
La estructura de las termas era similar a las Termas de Caracalla, construidas un siglo antes, y con casi la mitad de capacidad que las de Diocleciano. 
Se construyeron con ladrillo, revestido de mármol en el interior, y de estuco en el exterior, destacando la riqueza de los mosaicos del pavimento. 

Parte de las termas se ha conservado gracias a que varias de sus partes fueron reutilizadas como base para iglesias y otras construcciones: en el complejo de las termas actualmente se encuentran la Basílica de Santa Maria degli Angeli e dei Martiri (en el tepidarium), la Iglesia de San Bernardo alle Terme (en una de las dos salas circulares), y parte del Museo Nacional Romano; pero la mayoría de las 13 hectáreas​ que ocupaba el complejo ha desaparecido.
Las termas estaban orientadas hacia el sudoeste para que la energía solar calentase el caldarium sin afectar al frigidarium. 
Dada la gran extensión que ocupaban, en las calles circundantes actuales se pueden observar todavía restos de las termas.


los de Constantino del año 315. En el Monte Quirinal.

En Arlés, Francia, también hay unas termas levantadas por el emperador Constantino. Situadas junto al río Rodano.


.........No es muy difícil imaginar el estado del agua de una piscina de las termas de Caracalla o de Diocleciano un día cualquiera después de que se hubieran bañado en ella las 1.800 o 3.000 personas para las que tenían, respectivamente, capacidad esos dos complejos, con sus diferentes aportaciones de ungüentos, cosméticos, cremas y perfumes; suciedad, polvo y barro de las vías; restos de diversa índole en la piel de los usuarios fruto del desempeño de sus oficios o de sus ocupaciones domésticas -tales como hollín de las cocinas o grasa animal de los carniceros, los curtidores y zapateros-; y, por supuesto, sudor.

Al contrario que los complejos termales de la actualidad no existía un “baño previo” anterior al disfrute de las piscinas, por lo que la totalidad de estos y otros focos de suciedad acababan siendo eliminados en un mismo agua común a todos los usuarios. Es más, darse aceites en el cuerpo y, más tarde, aclararse, como un acto previo al baño, significaba solamente que una persona encargada del mantenimiento de las termas fregaba los diversos líquidos derramados introduciéndolo dentro de las piscinas. Así mismo aunque existían letrinas dentro de los complejos no todos los usuarios recurrían a ellas, ya fuera por pereza o falta de tiempo...........Escrito por Laura Díaz López 




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