sábado, 18 de enero de 2020

Catedral de Huesca. Santa Iglesia Catedral de la Transfiguración del Señor​ de Huesca. Catedral de Santa María de Huesca,








Retablo de la Abadía de Montearagón 


Hacia 1086 se edificó la iglesia dedicada a Jesús Nazareno, la cual fue consagrada por Pedro I en 1099. Posteriormente el castillo se transformó en monacato, ocupado por monjes de la orden de San Agustín provenientes del castillo de Loarre. Con el mecenazgo real y Papal se convirtió en uno de los monasterios más importantes del reino en la Edad Media y Moderna.

El 14 de septiembre de 1477 se incendió la iglesia, destruyéndose, entre otras muchas cosas, el retablo mayor de pintura. 

Años más tarde, en 1506, el arzobispo de Zaragoza y abad del monasterio Don Alonso de Aragón, hijo natural del rey Fernando el católico, encargó un nuevo retablo para sustituir el tristemente perdido.


El nuevo retablo fue colocado en el altar mayor de la iglesia del monasterio, pero a consecuencia de las desamortizaciones, el conjunto monástico pasó en el año 1843 a ser propiedad del comerciante y vecino de Huesca Jaime Agustí (quedando excluido el retablo), el cual fue desmantelando el edificio, convirtiéndose poco a poco en una verdadera ruina.  

El retablo en julio de 1847 se trasladó a Huesca colocándolo en el brazo izquierdo del crucero de la catedral. 

Tras las obras de restauración del monasterio el retablo volvió a ser colocado en su lugar de origen en 1862. 

Pero un año más tarde la bóveda de la iglesia se hundió y se planteó nuevamente su traslado a un lugar seguro. 

Finalmente será en el año 1887, tras la penosa situación del monasterio, cuando es nuevamente llevado a Huesca y colocado en el altar mayor de la “Parroquieta”  del Salvador de la catedral de la capital oscense (hoy Museo Diocesano, sala de Renacimiento y Barroco).



Construida en estilo gótico, fue iniciada a finales del siglo XIII y concluida a principios del siglo XVI.

La catedral se halla en el lugar más elevado del cerro sobre el que se asentó la primitiva ciudad de Huesca, constituyendo junto al ayuntamiento y otros edificios, el centro del recinto histórico de la ciudad.


Junto a la vieja mezquita arábiga de la taifa de Huesca se alzaba en el siglo XII la pequeña iglesia románica dedicada a santa María de los Gozos, de la que queda un pórtico compuesto por tres arquivoltas: la interior dovelada y con rollos exentos en su intradós. 

La arquivolta más interna se orna con rollos zamoranos. 

Apean a través de una pareja de pilastras y dos pares de capiteles, con sus correspondientes fustes, de sencilla decoración incisa. 

Una parte del primitivo claustro románico queda adosado al lado norte del templo del que quedan las crujías norte y este y parte de la sur. 

La crujía oeste se destruyó al construirse el claustro gótico del Papa Luna prolongando las crujías sur y norte del románico.





Entre 1369 y 1423 se levantó la torre campanario, primero hasta la cuarta planta a cargo de los maestros Juan de Alguiñero y Juan de Quadres, y en la última etapa de su construcción el maestro Pere Jalopa la concluyó, rematando la torre con un bello chapitel pentagonal. 
Lamentablemente en 1937 desapareció debido a un accidente; el ambiente bélico de la Guerra Civil española y la posterior Segunda Guerra Mundial, dificultaron su reposición.
Este chapitel que elevaba la torre más de un tercio que el que tiene actualmente, no se ha repuesto por diversas razones, no obstante existen los planos, el registro fotográfico y el proyecto de reconstruirlo, como ha ocurrido en otras ciudades españolas, devolviendo a la Catedral el aspecto que presentaba.











Retablo Mayor de la Catedral















A comienzos de 1520 se le encargó a Damián Forment la realización de retablo mayor de la catedral. 

Realizado en alabastro, su cuerpo es un gran tríptico de tres escenas que muestran la pasión de Cristo.









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