martes, 14 de enero de 2020

Alcalde Entregador Mayor de las Cañadas y Mestas de los reinos de Castilla y León


Auxiliado por los Alcaldes entregadores, su tarea consistía fundamentalmente en inspeccionar en nombre del monarca el buen funcionamiento de la Mesta, si bien, podían actuar como jueces, ostentando jurisdicción civil e incluso penal.

El alcalde entregador obtenía un tercio de las multas relativas a la actividad ganadera, podía arrendar multitud de tierras vinculadas a la actividad ganadera.

Determinadas veredas las subarrendaba a algunos de los cientos de oficiales que tenía a su servicio, quienes de este modo se empleaban a fondo en guardar las vías pecuarias, garantizando además el beneficioso cobro de las sanciones. 

Los alcaldes entregadores eran oficiales del Rey en la Mesta que representaban en ella la autoridad real y su función era la de defender a los ganados trashumantes, velando por su seguridad y cuidando de que se respetasen sus privilegios. 

El alcalde entregador salía de la junta con instrucciones concretas de sus funciones. 

Estos oficiales tenían jurisdicción civil y penal, les correspondía la restitución o entrega de los ganados mostrencos al Concejo de la Mesta cuando alguien se los apropiaba y, asimismo, las de las exacciones injustamente impuestas a los ganaderos, procediendo contra los responsables e imponiendo penas a los infractores de los privilegios de la Mesta. 

El miembro más importante de estos alcaldes era el alcalde mayor entregador, que durante mucho tiempo y varias generaciones, fue ostentado por el conde de Buendía.


Garcí Álvarez de Toledo, Alcalde Entregador Mayor de las Cañadas y Mestas de los reinos de Castilla y León.

Hijo mayor de Fernando I Álvarez de Toledo y Meneses y de Leonor de Ayala, señora de Torrejon de Velasco.

Fernando Álvarez de Toledo el Tuerto, conocido también como Hernando Álvarez de Toledo o Fernán Álvarez de Toledo o bien Fernando Álvarez de Toledo y Meneses (n. ca. 1310 – Lisboa, 1384 )  pasó a ser el segundo señor de Valdecorneja y Robledo. Era hijo de García Álvarez de Toledo, alcalde mayor de Toledo.

Fernando Álvarez de Toledo y Meneses era hijo de García Álvarez de Toledo, alcalde mayor de Toledo, y de su esposa Mencía Téllez de Meneses.

Tuvo cuatro hermanos: Juan Álvarez de Toledo, probablemente el mayor de los hermanos, aún vivía en 1335 pero debió fallecer antes que su padre,​ Gutierre Gómez de Toledo, obispo de Palencia, cardenal y canciller de la reina Juana Manuel;​ García Álvarez de Toledo, (m. Ciudad Rodrigo, 1370), maestre de la Orden de Santiago, mayordomo mayor de la reina consorte de Castilla, Juana Manuel de Villena​ y del infante Alfonso de Castilla —hijo del rey Pedro I de Castilla—​ y I señor de Oropesa, Valdecorneja, Piedrahíta y La Horcajada​ y Teresa García, monja en el monasterio de Santo Domingo el Real de Toledo. ​

Fernando Álvarez de Toledo y Meneses fue el II señor de las villas de Valdecorneja y Robledo por suceder a su hermano García​ además de ser mariscal de Castilla, mayordomo mayor de la reina Juana Manuel de Villena en 1381, cargo que también sucedió a dicho hermano, también fue notario mayor de los reinos de León​ y Toledo,​ caudillo mayor de los escuderos del Cuerpo del Rey,​ y alguacil mayor de Toledo.

El II señor de Valdecorneja, falleció en 1384 como consecuencia de la peste durante el cerco de Lisboa.

Fernando contrajo matrimonio en 1366 con Leonor de Ayala, señora de Torrejón de Velasco, hija de Fernán Pérez de Ayala, señor de la Casa de Ayala, y de Elvira de Ceballos,
Fueron padres de:

García Álvarez de Toledo y Ayala, fallecido en 1430, fue el tercer señor de Valdecorneja. Contrajo matrimonio con Constanza Sarmiento, hija de Pedro Ruiz Sarmiento y Juana de Guzmán. El hijo de este matrimonio, Fernando Álvarez de Toledo y Sarmiento fue el primer conde de Alba de Tormes.

Gutierre de Toledo y Ayala, arcediano de Guadalajara, obispo de Palencia, arzobispo de Sevilla, arzobispo de Toledo (junio de 1442), canciller mayor de la reina Leonor y primer señor de Alba de Tormes en 1430 por merced del rey Juan II de Castilla.

Juan Álvarez de Toledo y Ayala, falleció joven sin descendencia.

Fernán Álvarez de Toledo y Ayala. Heredó el señorío de Higares de su padre y se casó con Teresa de Ayala, hija de Pedro Suárez de Toledo y de Juana Meléndez de Orozco.

Leonor de Toledo y Ayala. No tuvo sucesión de ninguno de sus dos matrimonios; el primero con Ruy Díaz de Rojas, señor de Bellota, y el segundo con Rubín de Bracamonte, almirante de Francia. Leonor otorgó testamento en Toledo el 2 de julio de 1438; y

María de Toledo y Ayala, esposa de Diego Fernández de Quiñones, hijo de Diego Fernández Vigil de Aller y de Leonor Suárez de Quiñones.​

En 1405, Alfonso Martínez de Carrión, vecino de Albacete  es Alcalde Entregador de las Mestas en el obispado de Cartagena por Garcí Álvarez de Toledo, Alcalde Entregador Mayor de las Cañadas y Mestas de los reinos de Castilla y León -Hijo mayor de Fernando I Álvarez de Toledo y de Leonor de Ayala-.

Gómez Carrillo, primo de los señores de Priego en Cuenca y de los señores de Cotillas en Murcia, es Alcalde Mayor de las Mestas ya en 1406. Su nieto y  de su mismo nombre y ya de apellido Albornoz y Mendoza, hijo de su hijo Alvaro, lo es en 1412 con apenas un año  de edad.

PEDRO CARRILLO. Señor de Nogales, Alcalde Mayor de los Hijosdalgo de Castilla, Caballero de la Banda; se halló en 1338 en la defensa de Tarifa, siguió el partido del Conde de Trastámara; fallecido ejecutado por orden de Enrique II, bajo sospecha de mantener relaciones amorosas con Juana de Castilla, hermana del Monarca. Casó con SANCHA DE CASTAÑEDA. Padres de:

GÓMEZ CARRILLO. Señor de Ocentejo y Paredes, Alcalde Mayor de los Hijosdalgo de Castilla, Ayo del futuro Rey Juan II. Casó (~1360) con:


1.- Álvaro Carrillo de Albornoz, sigue la línea.

2.- Alonso Carrillo de Albornoz, Cardenal de San Eustaquio, Obispo de Sigüenza.

3.- María Carrillo de Albornoz, casó con Martín Ruiz de Alarcón, IV Señor de Valverde. C/s. (Condes de Valverde y Marqueses de Valle Siciliana)



En virtud de un diploma fechado en Valladolid el 1 de agosto de 1412, el rey Juan II había concedido a este personaje el oficio de Alcalde Mayor de las Mestas. En realidad, el nombramiento constituía un concierto entre la reina Catalina de Lancaster y los parientes de Carrillo, pues tanto éste como el monarca eran niños (Juan II tenía siete años y Gómez apenas uno). La entrega de la alcaldía de la Mesta se debe a que quien la ejerce en ese momento, Ruy Gutiérrez.

La imposibilidad de ejercer la Alcaldía por Gomez Carrillo hace que en 1417 se transfiriera a su tío paterno político y procurador Lope Vázquez de Acuña, I señor de Buendía y Azañón- casado con una tía de Gomez Carrillo llamada Teres Carrillo de Albornoz- que será quien controle la Mesta en Castilla, y lo hará de manera muy directa en las relativas a la cañada conquense, cuyo principal ramal se vertebraba hacia Murcia por las tierras de la Mancha oriental. Otro tutor del huérfano Gómez Carrillo fue su tío materno, el célebre político y literato Íñigo López de Mendoza, al menos en 1428, año en que Juan II lo habilita para ejercer como Alcalde Entregador Mayor de las Mestas (Valladolid, 22-junio-1428). Días después, el marqués de Santillana otorgaba poder a Pedro Ruiz de Gaona para desempeñar la citada Alcaldía Mayor de forma delegada, y éste a su vez facultaba como apoderado en el obispado de Cartagena al bachiller Juan de Altarriba.

Gómez Carrillo de Albornoz y Mendoza el Feo sucedió en su casa y fue Señor de Ocentejo, Paredes, Cañamares, Llanos y otros lugares; Alcalde Mayor de los Hijosdalgo de Castilla, Maestresala de los Reyes Don Juan II (de quien fue Ayo) y Don Enrique IV y de su Consejo, Alcalde Entregador Mayor de las Mestas y Cañadas. También fue décimo Señor de Albornoz, Torralba, Beteta y Ribagorda; Mayorazgos que obtuvo al fallecer su prima segunda María de Albornoz, Señora de Albornoz y del Infantado, porque el Condestable Alvaro de Luna, también primo segundo suyo, conviniera en cederle dichos lugares, reteniendo sólo él el Estado del Infantado, ya porque por la muerte o confiscación de los bienes de dicho Condestable, se los adjudicara el Rey en atención a sus derechos. Por esta causa añadió el apellido Albornoz al de Carrillo, usándolos ya juntos en 1442. Falleció en 1457. Fue casado este caballero con Teresa Alvarez de Toledo (hija de Fernán Alvarez de Toledo, primer Conde de Alba, y de su mujer María Carrillo, y hermana, por lo tanto, de García Alvarez de Toledo, primer Duque de Alba), y tuvieron los siguientes hijos:

1.- Juan de Albornoz, con descendencia conocida.
2.- Pedro Carrillo de Albornoz, con descendencia conocida.
3.- Álvaro Carrillo, Señor de Paredes, que sigue esta línea.
4.- Íñigo López Carrillo de Albornoz y Mendoza, con descendencia conocida.
5.- Micer Gómez Carrillo, hijo natural, Canónigo de la Catedral de Cuenca.
6.- Alonso Carrillo de Albornoz, Canónigo de la Catedral de Toledo y Obispo de Avila hasta el 14 de Junio de 1514, en que pasó a mejor vida. Yace en el primer arco a mano izquierda en la capilla del Cardenal Gil en la Catedral de Toledo, donde tiene epitafio.
7.- Leonor Carrillo, que casó con Diego de Alarcón, Señor de Valverde, Talayuelas, Veguillas, etc.; Doncel del Rey Don Enrique IV, primogénito de Lope de Alarcón y de su mujer Constanza. No tuvieron sucesión.


Una vez alcanzada la edad pertinente, Gómez Carrillo el Feo desempeñó la Alcaldía Mayor de Mestas hasta 1454, en que la cedió para que Juan II la otorgase en diciembre de ese año a Pedro Vázquez de Acuña Carrillo de Albornoz, primer conde de Buendía y primo hermano de Gomez Carrillo de Albornoz y Mendoza como hijo de Teresa Carrillo de Albornoz hermana del Álvaro Carrillo de Albornoz padre de  Gómez Carrillo el Feo con Teresa de la Vega, hermana del marqués del Santillana.


Con sólo siete años, Gómez Carrillo recibió también el título de Alcalde Mayor de los Hijosdalgo de Castilla, oficio que habían ostentado sus antepasados por línea masculina.

Hijo de Álvaro Carrillo de Albornoz y de Teresa de la Vega, Gómez Carrillo de Albornoz, era “llamado el Feo por auerlo sido en el rostro, pero hermoso en las obras y caualleria”.

En 1440 su prima segunda María de Albornoz, fallecía sin descendencia y le legaba su señorío de Beteta y Torralba. Tal vez en prueba de gratitud, fue desde esa época cuando Gómez comenzó a apellidarse Carrillo de Albornoz, como nos cuenta Salazar. Sin embargo, Cuenca exigió la restitución de estas villas y su jurisdicción a su término. También el infante Enrique de Aragón, viudo de María de Albornoz, quiso controlar las tierras que ella dejaba asi como tambien quería hacerse con ellas otro pariente que no era otro que el condestable Álvaro de Luna. Asimismo, Gómez el Feo había obtenido Ocentejo, y, algo más al sur, Paredes, Llanos y la mitad de Cañamares, gracias a la herencia obtenida de su tío el cardenal Alonso Carrillo de Albornoz.

Poco a poco Gómez iba convirtiéndose en un poderoso señor, a lo que había que añadir los abundantes señoríos aportados por su esposa Teresa de Toledo al matrimonio.

No confundir a Gomez Carrillo de Albornoz el Feo con su primo hermano paterno llamado Gomez Carrillo de Albornoz y Acuña  que hacia fines de 1435 estaba casaba con María de Castilla, señora de Mandañoda, joven dama del círculo de su prima la reina María de Castilla-reina de  Aragón e hija de Juan II de Castilla- y nieta del rey Pedro I.  Hija de Diego de Castilla y Sandoval, hijo de Pedro I de Castilla y de Isabel de Sandoval, y de Isabel de Salazar. Fue señor de Ontur y Albatana –Albacete-  y participa  en 1431 en la batalla de la Higueruela.

La batalla de La Higueruela tuvo lugar el 1 de julio de 1431 en las inmediaciones de la Medina Elvira, situada en la Sierra Elvira1​ término municipal de Atarfe, en la provincia de Granada (España). Fue tal el desastre que se produjo que únicamente quedó en pie una pequeña higuera que dio nombre a la batalla, también conocida por II batalla de Elvira.

De forma errónea durante largo tiempo se ha señalado también la localidad jiennense de Higuera de Calatrava como lugar de la batalla. Si bien se trata de un error historiográfico presente en la edición corregida de la Población General de España, sus Reynos y provincias, ciudades, villas y pueblos, islas adjacentes, y presidios de África de Juan de Estrada. Hoy por fin aclarado.


Combate entre las tropas castellanas del rey Juan II de Castilla, dirigidas por el Condestable D. Álvaro de Luna, y las granadinas nazaríes. La presencia del rey resolvió el inicial desorden en el que incurrieron las tropas cristianas, que salieron victoriosas y provocaron más de diez mil bajas a las huestes musulmanas y judías.

La batalla supuso la más importante victoria que las tropas castellanas consiguieron frente al reino de Granada en el reinado de Juan II, por cuanto se consiguió en esta zona fronteriza. Así lo magnificó la monarquía, consiguiendo, incluso, que el papado autorizase la celebración de fiestas religiosas cada 1 de julio en toda la Castilla para conmemorarlo. Sin embargo, la desunión interna, así como el hecho de que posiblemente no hubiese una idea de conquista, impidió que se aprovechase la ocasión y se tomase Granada. Ésta, además, se encontraba más desprotegida puesto que un terremoto, que sacudió toda la provincia, destruyó parte de los muros de la ciudad.

Poco después de la batalla las tropas castellanas iniciaban su retirada hacia Castilla. El rey fue recibido victorioso en Córdoba y, sobre todo, en Toledo, donde se llevaron a cabo grandes ceremonias y celebraciones.

En las décadas siguientes, los enfrentamientos internos, que han recibido el nombre de Guerra Civil Castellana hicieron imposible reanudar operaciones militares significativas, hasta la definitiva conquista en la Guerra de Granada (1482-1492), llevada a cabo por los Reyes Católicos, contra Boabdil.

En los muros de la Sala de batallas del Monasterio de El Escorial, Felipe II encargó realizar un fresco representando la batalla, que es seguramente la pintura de historia más extensa. Se utilizó como modelo una grisalla de 130 pies hallada en un viejo arcón del Alcázar de Segovia.



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