La
Casa de Alba
Surgió en la historia de la
nobleza castellana con los Álvarez de Toledo quienes obtuvieron en el siglo XIV
los señoríos
de Oropesa, Toledo, y Valdecorneja[1],
Avila, como recompensa por los servicios prestados al rey Enrique II
de Castilla.
A mediados del siglo XIV, en el
año 1369, Enrique II de Trastamara dona el territorio de Valdecorneja y Oropesa
a don García Álvarez de Toledo,
hijo de otro García Álvarez de Toledo y de Mecía
Téllez de Meneses. Mecía pertenecía al linaje de los señores de Meneses de
Campos en Palencia; familia también titular del señorío de Alburquerque en la
actual provincia de Badajoz.
El Señorío
de Oropesa en poder de García Álvarez de Toledo abarcaba las tierras de Oropesa, Cabañas, Jarandilla,
Tornavacas, Alcañizo, Caleruela, La Calzada, Herreruela, Lagartera, Navalcán,
Parrillas y Torralba con sus anejos y aldeas. En el siglo XV, en 1447,
el IV señor de Oropesa adquiere Torrico y en
el XVI el IV conde Alcolea del Tajo.
Genealogía
de Alba en la Casa de los Señores de Valdecorneja[2]
y en la Casa de los señores de Alba de Tormes. Primos de los Reyes de Castilla.
El Señorio de Valdecorneja, Ávila, estaba
compuesto por las comunidades de villa y tierra de Piedrahita, El Barco, El
Mirón, La Horcajada y Bohoyo.
Tierras situadas en el Valle del río Corneja.
La comunidad de villa y tierra de Piedrahita se dividía en
lugares de las sierras y lugares de los llanos. De los llanos eran
Navaescurial, Hoyorredondo, Avellaneda, La Aldehuela, entonces nombrada como
Aldehuela de Sancho Benito, Santiago del Collado y San Miguel de Corneja,
además de la capital, Piedrahita. De las sierras eran Garganta del Villar, San
Martín del Pimpollar, San Martín de la Vega del Alberche, Hoyos del Collado,
Hoyos del Espino, Navalperal de Tormes, Navacepeda de Tormes, Zapardiel de la
Ribera, Horcajo de la Ribera, Navaredonda de Gredos, Navarijos, Navalsaúz, La
Herguijuela, Navasequilla y San Bartolomé de Tormes. Estos lugares a su vez se
subdividían en concejos o campanas.
Los pueblos del Valle del río Corneja son Villafranca de la Sierra, Navacepedilla de Corneja,
San Miguel de Corneja, Bonilla de la Sierra, Mesegar de Corneja, Piedrahita,
Malpartida de Corneja, San Bartolomé de Corneja, Santa María del Berrocal,
Hoyorredondo, Villar de Corneja, La Horcajada y Navamorales.
Los duques de Alba son señores de Valdecorneja pues este lugar
es el origen del condado y ducado de Alba
El
señorío de Alba de Tormes en Salamanca. Formado por las tierras y lugares de Alba
de Tormes.
El
condado de Alba abarcaba los señoríos de Fuenteguinaldo, Salvatierra de Tormes,
Coria, Huéscar en Granada,
Granadilla, Abadía, Castronuevo, Piedrahita, El Barco, La Horcajada, y El
Mirón. Villa de Torremenga, Pasarón de la Vega y
Garganta la Olla, Cáceres. Salvatierra de Tormes, Salamanca.
Estos
señoríos le dieron el control de un importante territorio que se
extendía desde los límites con Portugal y el norte de Extremadura hasta la
Sierra de Gredos.
Las
tierras señoriales del III duque de Alba Fernando Álvarez
de Toledo y Pimentel, abarcaron una superficie de 1.136 kilómetros
cuadrados, el más extenso de Ávila.
A
fines del siglo XV fue desgajado del ducado de Alba el señorío de La Horcajada.
El primer señor de La Horcajada fue García Álvarez de Toledo y Enríquez, hijo
del I duque de Alba y hermano del II Duque, Fadrique Álvarez de Toledo y
Enríquez.
Señorío
y ducado de Huéscar, Granada. Castillejar, Zujar, Freila, Vélez Blanco, Vélez Rubio y
Cuevas del Almanzora.
Señores
de Valdecorneja desde mediados el siglo XIV y duques de Alba desde el siglo XV.
García
Álvarez de Toledo I señor de Valdecorneja, fallecido en 1370.
Fernando
Álvarez de Toledo y Meneses, II señor de Valdecorneja, fallecido en 1384.
García
Álvarez de Toledo, III señor de Valdecorneja, fallecido en 1430.
Fernando
Álvarez de Toledo y Sarmiento, IV señor de Valdecorneja y I conde de Alba,
fallecido en 1464.
García
Álvarez de Toledo y Carrillo de Toledo, V señor de Valdecorneja y I duque de
Alba.
Fadrique
Álvarez de Toledo y Enríquez, VI señor de Valdecorneja y II duque de Alba,
fallecido en 1531.
Los
siguientes señores de Valdecorneja fueron los sucesivos duques de Alba de
Tormes.
Parece que cuarto nieto de
Esteban Illán[3] del
linaje mozárabe y alcalde de Toledo es,
García Álvarez de Toledo, alcalde
mayor de Toledo. Casa con Mencía de Meneses. Padres de García Álvarez de
Toledo y Meneses, I señor de Oropesa en Toledo y de Valdecorneja en Avila en 1369,
y de Fernando Álvarez de Toledo y Meneses, II señor de Valdecorneja. El señorío
de Valdecorneja tenía su centro territorial en el castillo que hoy vemos junto
al río Tormes y el su afluente el
río Corneja en el Barco de Ávila, Ávila.
García Álvarez de Toledo y
Meneses[4],
I señor de Oropesa y Valdecorneja Señor de Horcajada y Piedrahita. Muere en
1370. Mayordomo mayor de la reina Juana Manuel de Villena, esposa de Enrique
II. Puesto en el que le sucede su hermano Fernando. Este tambien mayordomo
mayor del infante Alfonso de Castilla, hijo del rey Pedro I de Castilla-hermano
de padre de Enrique II- y de María de Padilla. García Álvarez de Toledo y
Meneses sin descendencia legal, aunque si tiene hijos de su amante Catalina de
Loaisa que es hija natural y reconocida de Enrique II[5].
Esto situación explica en parte el apoyo de García a Enrique II, su suegro, y la concesión a Garcia por
Enrique II del señorío de Oropesa y Valdecorneja a García. Muerto el primer
señor de Valdecorneja le sigue en la titularidad del señorío su hermano
Fernando Álvarez de Toledo y Meneses. Casó el 5 de Enero de 1366 con Leonor
de Ayala, señora de Torrejón de Velasco en Madrid. De Fernando pasa el Señorío
a su hijo García y se trasmitirá su titularidad por línea masculina, aunque no
siempre de primogenitura, hasta finales del siglo XVIII. El Señorio de
Oropesa a la muerte de García Álvarez de Toledo y Meneses es heredado por su
hijo natural Fernando, II señor de Oropesa, fruto de sus amores con Catalina de
Loaisa. Se da la coincidencia que el II señor de Valdecorneja y el II señor
de Oropesa, tío y sobrino paterno, se llaman del mismo modo Fernando Álvarez de
Toledo, y así se llamarán también el I conde de Alba y el I conde de Oropesa.
Fernando Álvarez de Toledo y
Meneses[6],
II señor de Valdecorneja y Robledo. Muere en Lisboa en 1384. Mariscal
de Castilla, notario mayor e Toledo, mayordomo mayor de la reina Juana Manuel
de Villena la reina consorte de Enrique II. Mayordomo mayor del infante Alfonso
de Castilla, hijo de Pedro I-hermano de padre de Enrique II- y de María de
Padilla. Notario mayor de los reinos de León y Toledo, caudillo mayor de los
escuderos del Cuerpo del Rey y alguacil mayor de Toledo. Casa en 1366 con
Leonor de Ayala, señora de Torrejón de Velasco en Madrid que muere en 1373[7].
Padres de,
Gutierre Álvarez de Toledo y
Ayala[8]
(1374-1461). Obispo de Palencia, arzobispo de Sevilla, primado de Toledo y primer
señor de Alba de Tormes en Salamanca. En 1430 obtuvo del rey Juan II de
Castilla, biznieto de Enrique II, el señorío de Alba de Tormes, que
posteriormente dio su nombre a la Casa de Alba. Este señorío comprendía las
tierras de la villa de Alba de Tormes, Salamanca. Gutierre cedió
este señorío a su sobrino paterno Fernando Álvarez de Toledo y Sarmiento,
IV señor de Valdecorneja, a quien el propio rey Juan II concedió el título de
conde de Alba de Tormes en 1438. Gutierre
Gómez de Toledo, hermano del III señor de Valdecorneja, que junto a su sobrino
Fernán Álvarez de Toledo, futuro conde de Alba, fueron dos grandes personajes
de la política castellana del siglo XV. El tío representaba la inteligencia y
la habilidad, en tanto que el sobrino pudo dedicarse por entero a la actividad
militar con la tranquilidad de saber que don Gutierre cuidaba en la corte de
los intereses de ambos, al tiempo que sus hazañas militares afianzarían el
prestigio nobiliario del linaje. Fundación
Casa de Alba
García Álvarez de Toledo y Ayala, III señor de
Valdecorneja. Muere en 1430. Casa con Constanza Sarmiento. Padres de,
Fernando Álvarez de Toledo y
Sarmiento (1390-1460) IV señor de Valdecorneja, II señor de Alba de Tormes en
1424 y I conde de Alba de Tormes por real cédula de 1439, el primer título
hereditario de Castilla. Obtuvo del rey Juan II de Castilla, por carta real de
merced despachada desde Medina del Campo el 8 de diciembre de 1429, la donación
de la villa de Salvatierra
de Tormes, Salamanca[9].
Adelantado de Cazorla, Copero
Mayor del Rey y Alférez de la Frontera de Andalucía contra Granada[10].
Casa con Mencía Carrillo de Toledo
Palomeque, señora de Bercimuelle y Narillos del Álamo en Ávila. Padres, entre
otros, de,
Mayor
de Toledo Palomeque, señora de Villa de Torremenga, Pasarón de la Vega y Garganta la Olla,
Cáceres. Casa con su primo tercero Fernando Álvarez de
Toledo y Herrera, IV señor de Oropesa. Matrimonio sin hijos lo que no hace
posible la unión de las dos Casas de los Toledo, la de Alba y la de Oropesa.
Fernando Álvarez de Toledo y Herrera, IV señor de Oropesa, de su segundo
matrimonio es padre de Fernando Álvarez de Toledo y Zúñiga quien sucedió a su
padre como I conde de Oropesa[11].
Fernando Álvarez de Toledo y Herrera, IV señor de Oropesa, casa por segunda vez
con la también viuda Leonor de Zúñiga
Manrique, hija de Álvaro de Zúñiga y Guzmán, I duque de Béjar en Salamanca, y
de su primera mujer Leonor Manrique de Lara. Con sucesión los condes de
Oropesa. Isabel de Zúñiga y Pimentel que es hermana de
padre de Leonor de Zúñiga Manrique será la abuela
paterna del III duque de Alba. Oropesa no consigue unirse con sus primos los
Alba pero si los Zúñiga del condado de Béjar consiguen por vía de mujer unir su
casa con las de Oropesa y Alba. Los dominios territoriales de los Zúñiga en
tierras de Salamanca, Cáceres y Ávila eran limítrofes con las que dominaban los
Toledo de Oropesa y Alba en estas provincias.
García
Álvarez de Toledo y Carrillo de Toledo Palomeque. Muere en 1488. V señor de
Valdecorneja y II conde de Alba, creado I duque de Alba de Tormes en 1472
por Enrique IV. En 1469 García Álvarez de Toledo ya había
recibido de Enrique IV el Condado de Salvatierra de Tormes, ya donada a su padre por Juan II, padre de Enrique IV y
de la reina Isabel la Católica. Enrique IV también reconoció los derechos de Garcia sobre Coria, Cáceres. De esta manera García Álvarez de Toledo y Carrillo se
convierte tambien en el I marqués de Coria. García fue uno de los nobles que
permanecieron fieles a Enrique IV. A cambio de su lealtad recibió de éste
vastas tierras por lo que extendió sus dominios por la Sierra de Gredos y el
norte de Extremadura. Tambien recibe la mitad de las rentas de la feria de
Medina del Campo en Valladolid. Fallecido el rey Enrique IV, García tomó
partido por la futura Isabel I de Castilla-hermanastra del fallecido rey que
estaba casada con el rey Fernando II de Aragón- y la apoyó en su enfrentamiento
con Juana la Beltraneja en la Guerra de Sucesión Castellana. García participó
en la Batalla de Toro, en 1476, en la que los ejércitos isabelinos vencieron a
las tropas de la Beltraneja. García fue así uno de los principales nobles
aliados de los Reyes Católicos. García Álvarez
de Toledo y Carrillo de Toledo Palomeque casa en 1447 con su prima hermana
María Enríquez de Quiñones y Toledo, hija de Fadrique Enríquez, II Almirante de Castilla[12] y nieto paterno de un
hermano gemelo del rey Enrique IV, y de Teresa
Fernández de Quiñones. Maria María Enríquez de Quiñones y Toledo es nieta
paterna de Juana de Mendoza la Ricahembra
de Guadalajara, tía paterna de Iñigo López de Mendoza el Marqués de
Santillana y bisabuela materna de Fernando II de Aragón el rey Católico. María Enríquez de Quiñones y Toledo es nieta
materna de Fernán Álvarez de Toledo y Meneses y
de Leonor de Ayala,
II señores de Valdecorneja y Robledo. Juana Enríquez hermana de padre María Enríquez de Quiñones y
Toledo fue reina consorte por su matrimonio con Juan II de Aragón y madre de
Fernando II de Aragón el rey Católico. García Álvarez de Toledo y Carrillo de Toledo Palomeque y su
prima hermana y mujer María
Enríquez de Quiñones y Toledo, I duques de Alba, tuvieron cinco hijos y cuatro
hijas. Sucede,
Fadrique Álvarez de Toledo y
Enríquez (1460-Alba de Tormes, 1531), II duque de Alba de Tormes desde 1488,
con Grandeza de España en 1520, fue asimismo II marqués de Coria, II conde de
Salvatierra de Tormes y I de conde de Piedrahita, señor de Valdecorneja,
señor de Huéscar y caballero de la Orden del Toisón de Oro. La Puebla de Don
Fadrique, Granada, se denomina así en su honor. Debe su nombre el segundo duque
de Alba al fundador del linaje Enríquez de los almirantes de Castilla. Se casó en 1480 con Isabel de Zúñiga y
Pimentel, condesa de Sevilla, hija de Álvaro de Zúñiga y Guzmán, I duque de
Béjar en Salamanca, y de su segunda esposa, ahijada y sobrina materna Leonor
Pimentel y Zúñiga[13]. Padres
de tres hijas y cuatro hijos, de los cuales García, el primogénito llamado a
sucederle en la línea dinástica, premurió a su padre y los títulos y estados
fueron heredados por Fernando Álvarez de Toledo y Pimentel, III duque de Alba,
nieto de Fadrique. Con la muerte
de María Teresa Álvarez de Toledo y Haro, XI duquesa de Alba, se extingue la
casa condal de Piedrahita, Avila, y la de Salvatierra de Tormes, Salamanca.
Sucede en la Casa su nieto paterno Fernando
Álvarez de Toledo y Pimentel, III duque de Alba conocido como el
Gran Alba.
Fernando sucede a su abuelo, pues García Álvarez de Toledo y Zúñiga hijo y heredero de Fernando muere
antes que su padre. García Álvarez de Toledo y Zúñiga contrajo matrimonio en
Alba de Tormes, el 30 de enero de 1503 con Beatriz Pimentel y Pacheco, hija de
Rodrigo Alonso Pimentel, IV conde de Benavente y de María Pacheco y
Portocarrero. De este matrimonio nacieron seis hijos siendo su primogénito el
heredero del ducado de Alba como III duque de Alba. A él se deben las obras en
el Castillo de Alba de Tormes para convertirlo en Palacio y Residencia
principal de la Familia[14].
[1] La fortaleza de Valdecorneja
está situada dominando el puente que cruza el río Tormes y su afluente por el
margen derecho el Corneja, siendo el punto más elevado del valle del Tormes.
Esta fortaleza fue construida en el siglo XII sobre un castro vetón, destruido
por los romanos, reconstruido en el siglo XIV por Alba y convertido desde este
momento en residencia familiar. Pero será en la cercana Piedrahita donde los duques
hagan su palacio, y en su iglesia de Santo Domingo su Panteón.
[2] La fortaleza de Valdecorneja está situada dominando
el puente que cruza el río Tormes y su afluente por el margen derecho el
Corneja, siendo el punto más elevado del valle del Tormes. Esta fortaleza fue
construida en el siglo XII sobre un castro vetón, destruido por los romanos,
reconstruido en el siglo XIV por Alba y convertido desde este momento en
residencia familiar. Pero será en la cercana Piedrahita donde los duques hagan
su palacio, y en su iglesia de Santo Domingo su Panteón.
[3] Esteban Illán falleció el 11 de noviembre de 1208 y recibió
sepultura en la parroquia de San Román.
[4] Llegó a ser
maestre de la Orden de Santiago entre 1359 y 1366 y mayordomo mayor de la reina
Juana Manuel de Villena, esposa de Enrique II e hija del Infante Don Juan
Manuel, sobrino paterno de Alfonso X el Sabio. En 1366 renunció al maestrazgo
de la Orden de Santiago, traicionó a Pedro I, hermano de padre de Enrique II,
en la guerra por la Corona de Castilla y entregó la ciudad de Toledo a Enrique
II, de quien recibió los señoríos de Oropesa y Valdecorneja como compensación
el día 9 de mayo de ese mismo año. Sin olvidar que Garcia mantenía amores con
una hija natural de Enrique II, padre de Juan I de Castilla. Encontramos por lo
tanto a los señores de Valdecorneja y Oropesa emparentados con la Casa Real de
Castilla.
[5] El I señor de
Valdecorneja don García Álvarez de Toledo sin descendencia legítima si tiene la
tiene bastarda; dos hijos y una hija, legitimada por Enrique II en documento
fechado el 8 de junio de 1369. El Privilegio por el cual se le reconoce la
concesión de los señoríos de Valdecorneja y Oropesa tambien es de 1369, aunque
la concesión de estos dos Señoríos fue en 1366. Muere en 1370.
[6] Tuvo cuatro hermanos: Juan Álvarez de Toledo, probablemente
el mayor de los hermanos, aún vivía en 1335 pero debió fallecer antes que su
padre, Gutierre Gómez de Toledo, obispo
de Palencia, cardenal y canciller de la
reina Juana Manuel; García Álvarez de Toledo, (m. Ciudad Rodrigo,
1370), maestre de la Orden de Santiago, mayordomo mayor de la
reina consorte de Castilla, Juana Manuel de Villena y
del infante Alfonso de Castilla-hijo del rey Pedro I de Castilla-y
I señor de Oropesa, Valdecorneja, Piedrahíta y La
Horcajada y Teresa García, monja en el monasterio de Santo Domingo el
Real de Toledo.
[7] Fernando contrajo
matrimonio en 1366 con Leonor de Ayala, señora de Torrejón de Velasco,
hija de Fernán Pérez de Ayala, señor de la Casa de Ayala, y de Elvira de
Ceballos, señora de Escalante. Fueron padres de:
García Álvarez de Toledo, fallecido en
1430, fue el tercer señor de Valdecorneja. Contrajo matrimonio con Constanza
Sarmiento, hija de Pedro Ruiz Sarmiento y Juana de Guzmán. El hijo de
este matrimonio, Fernando Álvarez de Toledo y Sarmiento fue el
primer conde de Alba de Tormes.
Gutierre de Toledo, arcediano
de Guadalajara, obispo de Palencia, arzobispo de Sevilla, arzobispo
de Toledo (junio de 1442), canciller mayor de la reina Leonor y
primer señor de Alba de Tormes en 1430 por merced del rey Juan
II de Castilla.
Juan Álvarez de Toledo, falleció joven
sin descendencia.
Fernán Álvarez de Toledo. Heredó el señorío
de Higares de su padre y se casó con Teresa de Ayala, hija de Pedro Suárez
de Toledo y de Juana Meléndez de Orozco.
Leonor de Toledo. No tuvo sucesión de
ninguno de sus dos matrimonios; el primero con Ruy Díaz de Rojas, señor de
Bellota, y el segundo con Rubín de Bracamonte, almirante de Francia. Leonor
otorgó testamento en Toledo el 2 de julio de 1438; y
María de Toledo, esposa de Diego
Fernández de Quiñones, hijo de Diego Fernández Vigil de Aller y de Leonor
Suárez de Quiñones.
[8] Fue uno de los
eclesiásticos más activos en la política del siglo XV, con una larga carrera
que incluyó numerosos ascensos y caídas del entorno del poder. Falleció en
Talavera de la Reina el 14 de marzo de 1446 y recibió sepultura en la colegial
de Talavera aunque después su cadáver fue trasladado al monasterio de San
Leonardo de Alba de Tormes. Gutierre Álvarez de Toledo, que fue cardenal, en
tiempos del rey Enrique II de Castilla, según nos cuenta su pariente el
canciller de Castilla Pedro López de Ayala. en sus memorias de linajes
nobiliarios, pasando luego a su sobrino Fernando "El tuerto".
[9] El conde Fernando de Alba
posteriormente tuvo desencuentros con Juan II que le confiscó su castillo y la
villa de Alba de Tormes en 1448 y lo encarceló durante seis años. Falleció en Córdoba,
el 21 de abril de 1460.
[10] “hombre de buen
cuerpo, y de hermosa disposición, gracioso y palaciano en sus hablas. Era de
entendimiento, y caballero esforzado. Fue criado en la disciplina militar, y
siempre desde su mocedad deseó hacer en el hábito de la caballería cosas dignas
de loable memoria. Conocida por el rey don Juan la habilidad de este caballero,
le mandó estar en la villa de Requena por capitán de cierta gente de armas en
el tiempo que tenía guerra con el rey don Alfonso de Aragón, su primo, e hizo
tanta guerra a los del reino de Valencia, que ganó por fuerza de armas la villa
y castillo de Xalance, con otras tres fortalezas de las principales de aquel
reino. Asimismo, venció la batalla campal que hubo con algunos caballeros de
aquel reino de Valencia cerca de…, de donde hubo gran despojo, y les tomó las
banderas que traían. Fenecida por concordia esta guerra de Aragón, el rey don
Juan encomendó a este caballero la frontera de los moros, en la cual estuvo por
espacio de tres años. Era muy agudo y astuto en los engaños de la guerra;
venció al rey moro y a otros capitanes de Granada en batallas campales, y tomó
las banderas de los enemigos en los vencimientos que hubo; las cuales, y las
banderas que tomó en la batalla donde venció a los valencianos, están hoy
puestas en la su casa de Alba de Tormes, y las traen sus sucesores en las
orladuras de sus armas […]. Fue hombre deseoso de alcanzar honra, y la
procuraba por todas las vías que podía. Tenía la codicia común que los hombres
tienen de haber bienes, y trabajaba por los adquirir. Era hombre liberal, así
en el distribuir de los bienes como en los otros negocios que le ocurrían, y
sin empacho ninguno daba o determinaba presto lo que había de hacer. En algunas
cosas era airado y mal sufrido, especialmente en aquéllas que entendía tocarle
en la honra, de lo cual se siguieron debates, gastos y fatigas. Duró en la
prisión donde estaba hasta que el rey don Juan murió y reinó el rey don Enrique
el cuarto su hijo, que le puso en libertad y restituyó todos sus bienes; y
después de suelto, vivió en honra y prosperidad algunos años, hasta que murió
en su casa conociendo a Dios, y dejando a su hijo su casa y patrimonio mucho
más acrecentada que la que él hubo de su padre”
[11] Isabel I de Castilla, elevó el
señorío de Oropesa a condado de Oropesa el 30 de agosto de 1475, siendo el I
conde de Oropesa don Fernando Álvarez de Toledo y Zúñiga, quien era, a la
sazón, V señor de Oropesa, como recompensa a su fidelidad. El 1 de agosto de
1690, el rey Carlos II de España le otorgó la Grandeza de España a Manuel
Joaquín Álvarez de Toledo Portugal, VIII conde de Oropesa y valido en dos
oportunidades del monarca
[12] El Almirantazgo del Infante don
Felipe (1737-1748). Conflictos competenciales con la Secretaría de Estado y del
Despacho de Marina.
El título de almirante de Castilla fue creado por el
rey Fernando III el Santo en 1247 para la toma de Sevilla. El almirante residía
ordinariamente en Sevilla, por estar allí las Atarazanas Reales y ser lugar
donde se armaban y organizaban las flotas y radicar allí también el tribunal
especial marítimo. Entre las múltiples atribuciones y facultades del almirante,
figuraban tener voz y voto de calidad en el Consejo de Castilla. Desde 1405
hasta 1705, año en que este cargo desaparece, se constituyó en patrimonio de
los Enríquez, descendientes del infante Fadrique Alfonso de Castilla, hijo
natural del rey Alfonso XI el Justiciero. Alfonso Enríquez, hijo de Fadrique Alfonso
de Castilla, por concesión de Enrique III, fue el primero de esta familia que
ostentó el Almirantazgo. En el siglo XV, durante el reinado de los tres últimos
Trastámara, la institución del Almirantazgo se transforma: «el Almirante pasa a
ser un palaciego que intriga para acrecentar sus preeminencias» Las funciones
de servicio a la Corona perdieron importancia frente a la mera obtención de
ingresos para la familia Enríquez.
El almirante de Castilla dejó de participar
personalmente en las guerras navales, a la vez que la marina de guerra
castellana se transformaba, reemplazando las galeras reales por veleros
privados contratados para cada campaña. El afán recaudatorio de los Enríquez
les llevó a conflictos con los nobles andaluces, con la ciudad de Sevilla e
incluso con la propia Corona.
En 1726 después de un corto intervalo, sin haberse
hecho nuevo nombramiento de tal dignidad, Felipe V acordó no proveerla, y en
1737 fundió los almirantazgos españoles en la suprema jerarquía de almirante
general de la Armada, concedida al infante don Felipe. Felipe V despojó de sus
cargos a Juan Tomás Enríquez de Cabrera por haber tomado partido por el
pretendiente Carlos de Austria durante la Guerra de Sucesión a la Corona de
España a comienzos del siglo XVIII
[13] Viudo el duque de Béjar Álvaro
de Zúñiga y Guzmán, se casó en segundas nupcias con su sobrina y ahijada Leonor
Pimentel y Zúñiga, hija de Juan Alonso Pimentel, conde de Mayorga, y de su
hermana Elvira de Zúñiga y Guzmán, en 1458. La gran diferencia de edad, él de
49 y ella de 16 años, y próxima consanguinidad, el papa Calixto III negó la
dispensa por bula necesaria, pero su sucesor, Pio II, concedió la dispensa y el
rey Enrique IV autorizó el matrimonio por provisión real.
[14] El año 1445, el arzobispo D. Gutierre
Gómez de Toledo otorga público instrumento en 17 de julio, en el que habla del
hospital que había «fundado cerca del castillo nuevo que había mandado fazer en
la villa de Alba». En ese año pasó éste, por testamento del citado arzobispo, a
poder de su sobrino D. -Fernando Álvarez de Toledo, primer conde de Alba, y
desde entonces siguió en poder de esta casa, ducal poco más tarde por merced de
Enrique IV. En 1486 recibe D. García Álvarez de Toledo, II conde de Alba, en el
palacio al Rey Católico; en él habita más tarde D. Fernando de Toledo, el Gran
Duque, generalísimo de Carlos V y brazo derecho de Felipe II. Calderón de la
Barca, desterrado en esta villa a la caída del Conde Duque, hospedó sé en el
palacio a mediados del siglo XVII, escribiendo en él varias comedias. A fines
del XVIII lo describe D. Antonio Ponz en su Viaje de España, encontrándolo
íntegro. En 1813, al marcharse los franceses pegan fuego al castillo. Quedó
.desde entonces desmantelado; conservaban se aún importantes restos en la primera
mitad del siglo XIX, cuando los dibujaron Pérez Villamil y Carderera ; algo más tarde, en 1867, en el mapa del
cartógrafo Francisco Coello de Portugal
y Quesada pudo trazarse aún parte de su planta y los seis cubos que lo
circuían. Al visitarlo por los mismos años Quadrado, la destrucción estaba
mucho más avanzada. Hoy ya hemos dicho lo que queda; restos insignificantes de
un palacio magnífico, solar de una de las más ilustres casas españolas.
«Fragmentos y despojos de tan magnífico palacio han pasado a decorar algunas
casas de la villa y, sobre todo, un jardín, llamado el Casino; pero todo lo más
precioso ha desaparecido, cual los bustos hechos en bronce por León Leoni entre
1554 y 1556, representando al Gran Duque, a Carlos V y a Felipe II; el de Mauricio
de Sajonia, en mármol, y otros dos del Duque. El castillo-palacio de Alba se
comenzó a construir sobre 1430, y se concluyó en el siglo XVI, siendo desde el
momento de su construcción residencia de los duques de Alba de Tormes. La
sobriedad de los severos muros de la antigua Torre del Homenaje, contrasta con
la grandeza de su interior, donde la Sala de la Armería muestra frescos
renacentistas realizados por el italiano Cristóbal Passini. La sala baja
alberga una exposición de los restos arqueológicos encontrados en las
excavaciones realizadas en el propio castillo en 1993.
No hay comentarios:
Publicar un comentario