Desde la Via Matteo Bonello se ven las estatuas situadas
sobre los cuatro pilares de la balaustrada que delimita el patio de la entrada
(de izquierda a derecha son: San José, San Pedro, San Pablo y San Francisco de
Paula), todas fueron esculpidas entre 1724 y 1725 por Giambattista Ragusa,
escultor que ha dejado su legado en algunas de las más importantes iglesias de
la ciudad.
La actual balaustrada se remonta al siglo XVIII y substituyó
la anterior (siglo XVI) diseñada por Domenico Gagini.
La fachada queda
enmarcada entre dos torres laterales que fueron construidas en 1250 (los tres
cuerpos superiores fueron añadidos en el siguiente siglo).
A esta misma época se remontan el edículo con el relieve de
la Virgen con el Niño y el ajimez que corresponde a la ventana de la nave
central.
La puerta en bronce es obra del escultor Filippo Sgarlata y
fue instalada en el año 1961.
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