jueves, 1 de abril de 2021

La Línea del Duero. Siglo XI

El 1 de marzo de 970, tras la muerte de Fernán González, su hijo García Fernández gobierna todas las tierras castellanas y alavesas. 

La transmisión fue automática, sin que mediara ninguna confirmación regia, como si ya, al menos de facto, los gobiernos que había ejercido Fernán González hubieran entrado a formar parte del patrimonio familiar y se heredan de padres a hijos.

https://elretodelbardo.home.blog/2017/04/14/el-origen-del-condado-de-castilla/

Fernán González conde de CastillaBurgos, ÁlavaLantarón y Cerezo.

El Condado de Álava fue una demarcación político-administrativa de León durante los siglos IX y X. Su territorio abarcó el centro y este de la actual provincia española de Álava, en tanto que el oeste de la provincia formaba parte del Condado de Lantarón

El condado alavés sería finalmente unificado con las tierras de Lantarón, Lara y Burgos en la persona del conde Fernán González pasando a constituir desde entonces el Condado de Castilla, embrión del futuro Reino de Castilla.

https://www.arteguias.com/biografia/fernangonzalez.htm

https://www.condadodecastilla.es/personajes/fernan-gonzalez/

https://riubu.ubu.es/bitstream/handle/10259.4/501/1133-9276_n084-085_p237-254.pdf

https://curiosidadesdelahistoriablog.com/2018/08/26/el-mito-de-la-independencia-del-condado-de-castilla-i/





Cuando García accede al condado, León se encontraba en paz con el califa Al-Hakam, en la época de mayor esplendor del califato, que llegó a ejercer una especie de supremacía pacífica sobre los territorios cristianos peninsulares.

García estuvo dispuesto a mantener relaciones cordiales con el resto de estados cristianos, y especialmente con León a cuyo monarca estaba sometida su autoridad, al menos teóricamente.

García quebrantó la paz con Cordoba en 974 saqueando las tierras de Soria y Guadalajara.

Formó coalición con los reyes de Pamplona y de León, y con los Banu Gómez de Saldaña, e intentó tomar la fortaleza de Gormaz que era como una flecha clavada en el flanco de Castilla, pero fracasó en este su primer intento.

Desgraciadamente para ellos, el mejor general cordobés, Teman Ghalib, que acababa de volver victorioso de África, dirigía la hueste musulmana.

En la primavera de 978 acudió a León en búsqueda de refuerzos, pero la corte leonesa no quería comprometerse. A pesar de esto, García aprovechó aquel mismo verano para conseguir que Gormaz se rindiese; luego llevó a su gente hasta Almazán, Baraona y Atienza. El frío le obligó a retornar, aunque con un inmenso botín, parte del cual entrega al infantazgo de Covarrubias cuya abadesa y señora debía ser su hija Urraca.

Para hacer frente al peligro musulmán que se cernía sobre sus fronteras, amplió la base social del condado promulgando las ordenanzas sobre los caballeros villanos de Castrojeriz, equiparando a los caballeros villanos con los infanzones: aquellos campesinos que dispusieran de un caballo para la guerra serían equiparados automáticamente con los nobles de segunda clase.

El conde intervino en las luchas entre Galib y Almanzor, quien acabó imponiéndose y eliminando a su rival en 981.

Galib intentó recuperar Gormaz, que era fiel a Almanzor, para lo que se alió con el conde de Castilla y con el rey de Pamplona, pero no consiguió derrotarlo en Rueda.

En el encuentro de San Vicente, cerca de Atienza, entre Almanzor y Galib el 10 de julio de 981 (García lucha al lado de este último), se produjo la victoria de Almanzor, la muerte en batalla del propio Galib y la del rey de Viguera, Ramiro, y no escaso quebranto para el mismo García. El mismo año ayuda a Ramiro en aquella batalla de Rueda que le valió al jefe musulmán el nombre de Almanzor.

La batalla de Rueda también llamada batalla de Roa o batalla de Roda fue un supuesto3​ enfrentamiento militar librado entre las fuerzas del Califato de Córdoba lideradas por el hayib Abu ʿAmir Muhammad (Almanzor) y una coalición cristiana formada por el Reino de León, el Condado de Castilla y el Reino de Pamplona en el año 981, 983 o 984. Terminó con una decisiva victoria musulmana sobre tres princeps cristianos.

El enfrentamiento pudo tener lugar en Rueda (Valladolid), pero en esos tiempos sería apenas una aldea. Bien la batallase libró en Roa(Burgos), una fortaleza repoblada en 912.


En la política leonesa no quiso intervenir. Siguió fiel a Ramiro después de la batalla de Portela de Arenas; pero cuando a principios del 985 Bermudo II, que dominaba ya Galicia, se acercó a León con apoyo del conde de Luna, reconoció al vencedor.

Su política fue de paz con los Estados cristianos y, a ser posible, intentó unirlos para la lucha contra Almanzor. Su hermana fue condesa de Saldaña; su cuñado rey de Pamplona; el conde Ramón Suñer se casó con su hija, la infanta Mayor.

De muchas de sus campañas no nos dijeron nada los historiadores musulmanes, sin duda porque no fueron brillantes. Con tenacidad admirable, García cerró el paso al invasor y se quedó solo: Bermudo había pactado, Sancho Abarca se había sometido y Borrell había visto Barcelona saqueada e incendiada.

Comprende que le era imposible conservar las plazas alejadas y, así, decide en 984 retirarse a Sepúlveda abandonando Atienza. Ambas plazas se pierden tras la toma de Simancas.

Después de la aceifa de 987 a León, Bermudo II se retira a Galicia. García se presentó al otro lado del Cea con el intento de erigirse en defensor de aquella tierra desamparada por su señor legítimo.

En junio de 989 Almanzor, acompañado por su hijo Abd Allah, puso sitio a Gormaz y fue rechazado. Hubo grandes pérdidas por ambos bandos (falleció el obispo de Valpuesta, Nuño Vela). Almanzor, que había sufrido la deserción de su propio hijo, ocupó Osma en agosto y Alcoba de la Torre en octubre, saqueando la comarca y ordenado la retirada ante la proximidad del invierno.

Al año siguiente, 990, Almanzor regresó para recuperar a su hijo, pero la frontera estaba bien defendida y entraba el otoño cuando se abrieron negociaciones: paz a cambio del hijo. García lo entregó siempre y cuando respetase su vida. No fue así y el 8 de septiembre Abd Allah fue decapitado. Aun así se mantiene la tregua hasta 994, circunstancia que aprovechó Bermudo II para regresar a León que, agradecido, tomó por esposa a la infanta Elvira, hija del conde, probablemente en los últimos meses de 991.

En la campaña de 994 García pierde dos plazas importantes: Clunia y San Esteban de Gormaz.

La prisión y muerte del conde castellano fue una de las noticias que más impresionó a sus contemporáneos y por eso aparece recogida en diversos anales.

El 18 de mayo de 995, pérdidas las fortalezas de Clunia y Gormaz, habían quedado en primera línea los castillos de Peñaranda y de Langa. Los dos destacamentos enemigos se encontraron fortuitamente en el paraje actualmente denominado Piedrasillada, entre Langa de Duero y Alcózar. García luchó casi sin esperanza, herido en la cabeza por el golpe de una lanza; quedando el conde tendido en el campo, los musulmanes lo recogieron aún con vida.

 Se le llevó provisionalmente a Medinaceli, cuartel general de la marca media y al terminar la aceifa, ordenó Almanzor la vuelta a Córdoba, llevando entre el bagaje a su ilustre prisionero casi agonizante.

El 29 de junio, cuatro días después de su llegada, expiró.

Almanzor entregó su cuerpo a los cristianos cordobeses, que le dieron honrosa sepultura en la iglesia de los Tres Santos, de donde fue trasladado cinco años después al monasterio de San Pedro de Cardeña, lugar que él había favorecido con especial devoción, gracias a las gestiones de su hijo Sancho García.





 

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