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domingo, 13 de abril de 2008

Madrid, Villa y Corte. Recorrido por Madrid. Cuesta de Moyano, Lhardy, Mueso de Prado.

En la Carrera de San Jeronimo, 8. Abierto en el año 1839, es uno de los primeros restaurantes de Madrid, por lo menos tal y como se conoce hoy en día: menú con precios por cada platos. El restaurante abre como la sucursal del Lhardy de París, y el propietario es Emilio Huguenin que posteriormente cambió su nombre para darle un aire más afrancesado Emile Lhardy.



Mercadillo de libros de segunda mano en la Cuesta de Claudio Moyano, junto al Parque del Retiro, el Jardín Botánico y el Paseo del Prado y no lejos de la Estación de Atocha. En 1925 el Ayuntamiento decide crear un mercadillo permanente de libros usados. El arquitecto Luis Bellido, diseñó unas casetas de quince metros cuadrados que se ubicaron en la Cuesta de Moyano- espacio dedicado a Claudio Moyano y Samaniego. En 1850 es Rector de la Universidad de Madrid. En 1853 entra en el gobierno ocupando la cartera del Ministerio de Fomento. Ya en el Bienio Progresista se opuso, en las Cortes, a la desamortización municipal decretada por Pascual Madoz en 1855. En 1856, con el gobierno moderado, impulsa la ley reguladora de la enseñanza conocida como Ley Moyano, que incorpora buena parte del Proyecto de Ley de Instrucción Pública de 9 de diciembre de 1855, elaborado durante el bienio por el ministro de Fomento Manuel Alonso Martínez. La ley Moyano será el fundamento del ordenamiento legislativo en el sistema educativo español durante más de cien años, pues en esencia pervivió hasta la Ley General de Educación de 1970. Estaba compuesta en realidad por dos iniciativas legislativas: la Ley de Bases de 17 de agosto de 1857, y la Ley de Instrucción Pública de 9 de septiembre de 1857. Con esta ley se intenta mejorar la deplorable condición de la educación en España, uno de los países europeos con mayor tasa de analfabetismo, organizando los tres niveles de la primera enseñanza; enseñanza primaria, en teoría obligatoria y gratuita para los que no pudieran pagarla, pero que en la práctica dependerá de la iniciativa de los municipios o de la iniciativa privada, la segunda enseñanza -enseñanza media- en la que se prevé la apertura de institutos de bachillerato y escuelas normales de magisterio en cada capital de provincia, además de permitir la enseñanza privada en los colegios religiosos, y la enseñanza superior con las universidades cuya gestión se reserva al EstEl reglamento municipal fijó el número máximo de puestos en treinta y prohibió poner tinglados auxiliares o subarrendar el puesto. La nueva estructura del mercado no contó con muchos partidarios. Numerosos intelectuales, entre ellos Pío Baroja, solicitaron al Ayuntamiento que el mercadillo se situara en un emplacamiento más céntrico, pero su petición fue desestimada. En los años republicanos, el alcalde Pedro Rico, encargó al arquitecto Francisco Javier Ferrero el diseño de cuarenta casetas situadas frente al Museo del Prado. El estallido de la guerra postpuso el proyecto . No es hasta 1969 cuando el Ayuntamiento considera necesario llevar a cabo una renovación de las viejas casetas, coincidiendo con un nuevo proyecto del Consejo Superior de Investigaciones Cientificas para el Jardín Botánico. Pero ambos proyectos no llegaron a tomar cuerpo y las casetas siguieron en el mismo sitio y con la misma imagen. Desde mayo de 2007 la Cuesta de Moyano presenta el aspecto que muestran las fotografias con la peatonalización de la calle y la estatua dedicada a Pio Baroja.



Ampliación del Museo de Prado por Rafael Moneo.







































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