Lo cierto es que la iglesia se fundó en el lugar de paso del río Esla, y que éste se hacía por barca, dado lo grande de su caudal y su profundidad para hacer un puente. Además se sabe que San Pedro fue eremitorio, están las tumbas de los Santos y las habitaciones sobre los pórticos y el ábside. Las primeras referencias documentales del templo lo sitúan en el año 907, cuando el rey Alfonso III le dona el pueblo de Perdices. Aparece entonces con la denominación de San Pedro de Estula, por estar emplazado junto al rio Esla. Se denomina en el mismo documento Tunis al lugar en que se ubica. Contaba con una hospederia para peregrinos y era priorato dependiente del monasterio de Celanova. La función monástica plantea problemas por lo pequeño del lugar, lo que también es normal a partir de la época visigoda tanto en parroquias rurales como en las monásticas. Las dos habitaciones delanteras podrían ser inclusae o celdas para monjes dada la existencia de puertas y ventanas, aunque se han considerado igualmente sacristías, lo que puede ser posible ya que éstas pueden tomar la forma de habitaciones, como sucede en Quintanilla de las Villas, Soria. Si se acepta esta función monástica la entrada de los monjes sería por el eje del crucero norte-sur y la de los fieles por la puerta occidental. Fue declarada Monumento Nacional el 22 de abril de 1912.
Su construcción se remonta a fines del siglo VII, debió construirse entre los años680 y 711 por lo que es una de las últimas obras del arte visigodo. Su primera traza respondió a una planta de cruz griega las dos naves laterales posteriores le confieren un aspecto entre planta basical y cruciforme. Las dos estancias, una a cada lado del presbiterio, de cuya finalidad ya hemos comentado, dan al conjunto una planta rectangular de aproximadamente 16,80 metros por 11,20 metros del que sobresalen tres capillas: la del cabecero que forma el ábisde rectangular, y otras dos en los extremos del transepto o nave transveral. La nave central, como suele ser habitual, es más alta y ancha que las laterales y está separada de ellas por arcos sobre fuerte pilares. La cubiertaa es abovedada con bóvedas de medio cañón, las del cabecero y las de los recintos laterales se conservan en su original estructura de piedra, las de los tramos occidentales de las naves son de ladrillo sobre primitivos arranques de sillería. Los arcos son de herradura al modo visigótico. Su decoración es una de las más sobresalientes del arte visigodo. En el interior de la iglesia podemos ver un relog inscrito en la piedra, que aunque incompleto es una de las joyas de este monumento. San Pedro de la Nave en un precedente importante del arte románico, especialmente del zamorano, que heredará entre otras cosas su predilección por el ábside rectangular.
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