Escudos del obispo Enrqiue Enriquez Manrique.
Escudo del obispo Pedro Clemente de Arostegui.
Restaurada la diócesis de la ciudad de Osma trás su Reconquista, Pedro de Bourges- San Pedro de Osma- es nombrado obispo de la misma, ocupando la sede entre los años 1101 y 1109. A él se atribuye la construcción de la primitiva catedral románica sobre la base de un antiguo templo visigodo dedicado a San Miguel, cuyos restos se encontraban en el burgo establecido en el llano de la otra margen, la izquierda, del río Ucero. A partir de este momento, se produjo en el pequeño núcleo burgués una rápida transformación urbana en detrimento de Osma, alcanzando entidad jurídica independiente de ella por privilegio de Allfonso VIII, constituyéndose en la villa de El Burgo de Osma. Juan Domínguez que ocupó la silla episcopal entre los años 1231 y 1240 ordenó la demolición de la catedral románica para reedificarla bajo las directrices del arte gótico. Pedro Montoya dotaría a la villa en el siglo XV de las murallas que la rodean. Su restauración apenas hace dos años que ha terminado.
La catedral románica de Burgo de Osma debió estar muy relacionada, al menos en lo que a escultura se refiere, con el Monasterio de Santo Domingo de Silos. Sin embargo, esta catedral románica apenas duró en pie unas pocas décadas al ser derribada alrededor del año 1232, cuando el obispo Juan Díez empezó a levantar la actual gótica. De la primitiva iglesia románica del siglo XII se conserva la sala capitular con arcos y capiteles que recuerdan a los de Silos.
La iglesia gótica iniciada en el siglo XIII tenía un presbiterio poligonal de siete lados, de forma similar al Monasterio de las Huelgas. Esta cabecera fue alterada en el siglo XVIII al abrirse una girola alrededor de la capilla central. En este siglo se construye también la Sacristía en lo que eran casas del Concejo. La gran torre es barroca y recuerda las no muy lejanas torres barrocas riojanas.
La iglesia gótica iniciada en el siglo XIII tenía un presbiterio poligonal de siete lados, de forma similar al Monasterio de las Huelgas. Esta cabecera fue alterada en el siglo XVIII al abrirse una girola alrededor de la capilla central. En este siglo se construye también la Sacristía en lo que eran casas del Concejo. La gran torre es barroca y recuerda las no muy lejanas torres barrocas riojanas.
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