Santa María de Valbuena, cuyo primer abad se llamó Martín, se convirtió en un importante centro espiritual y económico a orillas del Duero. En 1151, Ebrardo, uno de los monjes franceses, sucedió a Martín. En 1163, regía los destinos de la comunidad el abad Guillermo cuando Alfonso VIII concede a Valbuena el monasterio de San Andrés de Valvení que pasará a Palazuelos. En 1186, siendo abad el español Nuño son filiales también los cenobios de Rioseco y Bonaval. Los enfrentamiento en 1430 entre el abad fray Fernando de Benavente o de Santa Colomba, y los monjes obligó a Juan II y al obispo de Palencia, Gutierre, a nombrar abad a fray Martín de Vargas, fundador de la reforma española o Congregación de Castilla en Montesión tres años antes. Así, Valbuena se convirtió en la segunda abadía que formaba parte de la Observancia, de aquí son veintitrés generales de la Congregación de Castilla. La Desamortización de Mendizábal de 1835 supuso su abandono, aunque no su ruina resaltando la buena conservación de la iglesia.
El acceso al monasterio se realiza por la iglesa de aspecto militar por sus almenas y la pequeña torre. Una puerta ojival, sin capiteles y de arquivoltas lisas, permite acceder al interior del templo de muros desnudos sigueindo el espíritu cisterciense. La planta es de cruz latina, con tres naves, siendo la central más alta y ancha que las laterales. En sus dos primeros tramos, la iglesia cuenta con una altura inferior dada la presencia de un coro alto de estilo plateresco destinado a los que se ocuapaban de las labores del campo, mientras que los monjes ocupaban la parte cercana al altar. De los pies al cucero , las bóvedas son de crucería simple. Los arcos son ojivales sobre gruesos pilares a los que están adosados columnas gemelas con capiteles de decoración vegetal típicos en el arte de la Orden. El crucero se cubre con bóveda de cañón apuntada, excepto en el tramo correspondiente a la capilla principal, sobre el cual se levanta una cúpula del siglo XVI sobre las trompas del primitivo cimborrio medieval. La cabecera, orientada al este, costa de cinco capillas. La central es más amplia y semicircular, igual que las dos adyacentes, cubiertas por bóveda de crucería y de cuarto de esfera, respectivamente. Los dos absidiolos de los extremos tienen planta cuadrada y bóveda de crucería. Los ventanales aún conservan lajas de alabastro en lugar de cristales. Tanto el tipo de cabecera como los pilares son característicos de la llamada Escuela Hispano-Languedociana, siendo la iglesia de Valbuena uno de los mejores ejemplares. En el brazo sur del crucero existió una escalera al segundo piso donde estaba el primitivo dormitorio de los monjes, que se sustituyó por la actual. Aún se puede ver la puerta de acceso a la sacristía medieval que en época barroca fue unida a la sala capitular y formar una sacristía mayor. En el brazo norte, tapada por un retablo barroco, está la puerta de los muertos, por donde se llevaba a los monjes fallecidos al cementerio situado junto a los ábsides. En la iglesia de Valbuena encontramos una importante muestra de retablos barrocos en el coro alto, el cimborrio, los únicos elementos constructivos añadidos al edificio medieval, y en la capilla principal dedicado a Santa María Virgen, objeto de especial veneración entre los monjes blancos. En la nave lateral norte, hay dos pequeños retablos con sendas imágenes de santos de la Orden del Císter, uno es Roberto, el fundador; otro, Raimundo, abad de Fitero y creador de la Orden de Calatrava.
El acceso al monasterio se realiza por la iglesa de aspecto militar por sus almenas y la pequeña torre. Una puerta ojival, sin capiteles y de arquivoltas lisas, permite acceder al interior del templo de muros desnudos sigueindo el espíritu cisterciense. La planta es de cruz latina, con tres naves, siendo la central más alta y ancha que las laterales. En sus dos primeros tramos, la iglesia cuenta con una altura inferior dada la presencia de un coro alto de estilo plateresco destinado a los que se ocuapaban de las labores del campo, mientras que los monjes ocupaban la parte cercana al altar. De los pies al cucero , las bóvedas son de crucería simple. Los arcos son ojivales sobre gruesos pilares a los que están adosados columnas gemelas con capiteles de decoración vegetal típicos en el arte de la Orden. El crucero se cubre con bóveda de cañón apuntada, excepto en el tramo correspondiente a la capilla principal, sobre el cual se levanta una cúpula del siglo XVI sobre las trompas del primitivo cimborrio medieval. La cabecera, orientada al este, costa de cinco capillas. La central es más amplia y semicircular, igual que las dos adyacentes, cubiertas por bóveda de crucería y de cuarto de esfera, respectivamente. Los dos absidiolos de los extremos tienen planta cuadrada y bóveda de crucería. Los ventanales aún conservan lajas de alabastro en lugar de cristales. Tanto el tipo de cabecera como los pilares son característicos de la llamada Escuela Hispano-Languedociana, siendo la iglesia de Valbuena uno de los mejores ejemplares. En el brazo sur del crucero existió una escalera al segundo piso donde estaba el primitivo dormitorio de los monjes, que se sustituyó por la actual. Aún se puede ver la puerta de acceso a la sacristía medieval que en época barroca fue unida a la sala capitular y formar una sacristía mayor. En el brazo norte, tapada por un retablo barroco, está la puerta de los muertos, por donde se llevaba a los monjes fallecidos al cementerio situado junto a los ábsides. En la iglesia de Valbuena encontramos una importante muestra de retablos barrocos en el coro alto, el cimborrio, los únicos elementos constructivos añadidos al edificio medieval, y en la capilla principal dedicado a Santa María Virgen, objeto de especial veneración entre los monjes blancos. En la nave lateral norte, hay dos pequeños retablos con sendas imágenes de santos de la Orden del Císter, uno es Roberto, el fundador; otro, Raimundo, abad de Fitero y creador de la Orden de Calatrava.
El Monasterio es sede de la FUNDACION LAS EDADES DEL HOMBRE
de la que forman parte dos arzobispados y nueve obispos de las diócesis de Burgos, Valladolid, Astorga, Ávila, Ciudad Rodrigo, León, Osma-Soria, Palencia, Salamanca, Segovia y Zamora. A la cabeza del patronato está desde Mayo de 2006, Carlos López Hernández, obispo de Salamanca. Desde 1988 lasquince EXPOSICIONES celebradas en las catedrales de Castilla- León y en Amberes son una muestra de la riqueza de los pueblos de estas diocésis. La próxima muestra será en la Concatedral de San Pedro de Soria, con fecha por determinar.
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