El primer asentamiento de población en Almenara se localiza en su castro ibero. En 1332, o 1337 según otras noticias, don Juan Manuel otorga Carta Puebla y eleva la aldea situada a los pies del Castillo a la categoría de villa. Pasa a depender del señorío de Villena en 1370. A finales de ese siglo, hubo un levantamiento contra su señor Rodrigo de Cervera, ---Pedro García, estudiante de leyes y vecino de Belmonte, asiste como testigo, el 13 de Agosto de 1392, al acto de adopción de Jaime de Cervera como hijo y heredero de Rodrigo de Cervera, Señor de La Puebla de Almenara---al acumularse varios impuestos sobre la población, el pago del diezmo señorial, y el pago del diezmo eclesiástico, aunque en algunos otros pueblos si fue suprimido, como consecuencia de esta presión fiscal, los habitantes del pueblo se levantaron contra su señor aprovechando el enfrentamiento entre el rey Enrique III y el marques, el rey apoyo el levantamiento dado que había confirmado a través de una carta que eximia del pago del diezmo. Las tierras en las que se sitúa este municipio pertenecieron luego a la encomienda de Villamayor de Santiago. Más adelante perteneció el municipio a la familia de los Mendoza y ya en el siglo XVI perteneció a la princesa de Éboli, doña Ana de Mendoza y de la Cerda que lo heredo de su padre Diego Hurtado de Mendoza, nieto de pedro González de Mendoza, arzobispo de Toledo y Cardenal Primado de España.
En las villas del señorío de Villena, puesto que en su mayor parte recibieron el derecho local de Murcia, Alicante o Lorca, no se demandaría diezmo real de manera generalizada, sino más bien sobre algunos de los productos de más valor. Sinembargo, algunos señores, cuando repoblaron sus dominios, no eximieron a los nuevos pobladores del pago de diezmo. Este es el caso de El Provencio, Minaya, Puebla de Almenara y La Gineta, a cuyos pobladores el señor de Villena, don Juan Manuel, eximió del pago de pechos, pedidos y tributos, de manera temporal o a perpetuidad, reservándose las alzadas de la justicia, la moneda forera y los diezmos de estas nuevas poblaciones; esto es, la décima parte de las cosechas de pan, vino, ganados y otros productos de la tierra. Y ello a pesar e que estas aldeas se hallaban en tierras de Alarcón, en las que en teoría debía haberse aplicado el fuero de la misma, totalmente contrario a la demanda de diezmo real. No se han conservado más referencias al diezmo real en el Marquesado, por lo que hemos de suponer por tanto que sólo se impuso a los nuevos pobladores de las tierras repobladas tras la infeudación del mismo, pues los pobladores primitivos, avecindados en los concejos anteriormente pertenecientes al realengo, estarían exentos de su pago gracias a los privilegios reales contenidos en el derecho local recibido de las ciudades de Murcia, Alicante y Lorca. Fue en la Puebla de Almenara donde se vivó el mayor conflicto con arreglo a la exigencia de este último. Lugar en el que sus vecinos se levantaron contra su señor, Rodrigo de Cervera, en un momento crítico para el Marquesado. Las causas del conflicto se remontan a la época del establecimiento de esta puebla también por don Juan Manuel, cuando impuso a los pobladores el pago de diezmo real, luego señorial; algo que hizo en un momento de escasa implantación del diezmo eclesiástico, lo que no permitió a los nuevos pobladores apreciar la acumulación de cargas impositivas que ello representaba; pues, como ahora veremos, el diezmo real, cuando no fue suprimido, vino a sumarse al eclesiástico, a cambio del cual fue suprimido en la mayoría de los territorios de realengo que luego pasaron al señorío, aunque no en algunos casos como éste, en el que se acabó por demandar ambos. De esta manera, cuando se normalizó la exigencia de diezmo eclesiástico y de las tercias decimales, la población de Almenara tuvo que soportar el pago de dos diezmos, el primero real, o señorial, a Rodrigo de Cervera, como sucesor de don Juan Manuel en el señorío de la población, el segundo eclesiástico, a repartir entre la Iglesia de Cuenca y el marqués de Villena, a quien habían sido donadas las tercias reales de todo el Marquesado. Finalmente, los vecinos de la puebla, a causa e esta presión fiscal anormal, aprovecharon el enfrentamiento entre el rey y el marqués para intentar sacudirse el yugo señorial. Así, cuando Enrique III se enfrentó al marqués Alfonso de Aragón y ordenó a las villas del Marquesado tomar su voz y rechazar por señor al marqués, los vecinos de la puebla se levantaron contra su señor, Rodrigo de Cervera; levantamiento propiciado por el propio rey, quien había confirmado a la población una carta en la que la eximía del pago de diezmo, algo que volvió a confirmar meses más tarde. El momento más álgido del enfrentamiento vino en los meses de verano, coincidiendo con la percepción del diezmo del cereal. Todavía durante el siglo XVI se siguió un pleito sobre el cobro de este diezmo.
En las villas del señorío de Villena, puesto que en su mayor parte recibieron el derecho local de Murcia, Alicante o Lorca, no se demandaría diezmo real de manera generalizada, sino más bien sobre algunos de los productos de más valor. Sinembargo, algunos señores, cuando repoblaron sus dominios, no eximieron a los nuevos pobladores del pago de diezmo. Este es el caso de El Provencio, Minaya, Puebla de Almenara y La Gineta, a cuyos pobladores el señor de Villena, don Juan Manuel, eximió del pago de pechos, pedidos y tributos, de manera temporal o a perpetuidad, reservándose las alzadas de la justicia, la moneda forera y los diezmos de estas nuevas poblaciones; esto es, la décima parte de las cosechas de pan, vino, ganados y otros productos de la tierra. Y ello a pesar e que estas aldeas se hallaban en tierras de Alarcón, en las que en teoría debía haberse aplicado el fuero de la misma, totalmente contrario a la demanda de diezmo real. No se han conservado más referencias al diezmo real en el Marquesado, por lo que hemos de suponer por tanto que sólo se impuso a los nuevos pobladores de las tierras repobladas tras la infeudación del mismo, pues los pobladores primitivos, avecindados en los concejos anteriormente pertenecientes al realengo, estarían exentos de su pago gracias a los privilegios reales contenidos en el derecho local recibido de las ciudades de Murcia, Alicante y Lorca. Fue en la Puebla de Almenara donde se vivó el mayor conflicto con arreglo a la exigencia de este último. Lugar en el que sus vecinos se levantaron contra su señor, Rodrigo de Cervera, en un momento crítico para el Marquesado. Las causas del conflicto se remontan a la época del establecimiento de esta puebla también por don Juan Manuel, cuando impuso a los pobladores el pago de diezmo real, luego señorial; algo que hizo en un momento de escasa implantación del diezmo eclesiástico, lo que no permitió a los nuevos pobladores apreciar la acumulación de cargas impositivas que ello representaba; pues, como ahora veremos, el diezmo real, cuando no fue suprimido, vino a sumarse al eclesiástico, a cambio del cual fue suprimido en la mayoría de los territorios de realengo que luego pasaron al señorío, aunque no en algunos casos como éste, en el que se acabó por demandar ambos. De esta manera, cuando se normalizó la exigencia de diezmo eclesiástico y de las tercias decimales, la población de Almenara tuvo que soportar el pago de dos diezmos, el primero real, o señorial, a Rodrigo de Cervera, como sucesor de don Juan Manuel en el señorío de la población, el segundo eclesiástico, a repartir entre la Iglesia de Cuenca y el marqués de Villena, a quien habían sido donadas las tercias reales de todo el Marquesado. Finalmente, los vecinos de la puebla, a causa e esta presión fiscal anormal, aprovecharon el enfrentamiento entre el rey y el marqués para intentar sacudirse el yugo señorial. Así, cuando Enrique III se enfrentó al marqués Alfonso de Aragón y ordenó a las villas del Marquesado tomar su voz y rechazar por señor al marqués, los vecinos de la puebla se levantaron contra su señor, Rodrigo de Cervera; levantamiento propiciado por el propio rey, quien había confirmado a la población una carta en la que la eximía del pago de diezmo, algo que volvió a confirmar meses más tarde. El momento más álgido del enfrentamiento vino en los meses de verano, coincidiendo con la percepción del diezmo del cereal. Todavía durante el siglo XVI se siguió un pleito sobre el cobro de este diezmo.
A las afueras de la población y sobre una altura, se encuentra la ermita de la Misericordia con iglesia, habitaciones de romeros y casa del santero, en cuyo interior se encuentra un importante retablo barroco. Aquí esta la Virgen, patrona del municipio cuya fiesta se celebra el 8 de septiembre. Subiendo desde la ermita podemos ver una vista impresionante del Castillo, en la luz de la puesta del sol su visión es impresionante.
El doctor Pero Saiz del Castillo, fue señor de la Puebla de Almenara y del Consejo del rey Juan I. Nacido en Castillo de Garcimuñoz. Juan I rey de Castilla y León desde el 24 de agosto de 1379 hasta el 9 de octubre de 1390.
El doctor Pero Saiz del Castillo, fue señor de la Puebla de Almenara y del Consejo del rey Juan I. Nacido en Castillo de Garcimuñoz. Juan I rey de Castilla y León desde el 24 de agosto de 1379 hasta el 9 de octubre de 1390.
Hola Paloma. De nuevo darte las gracias por un artículo dedicado a la Ermita de Puebla de Almenra, y sobre todo con la calidad con que lo has escrito. Para darte las gracias he añadido tu blog como web amiga de Puebla de Almenara en mi blog de Puebla de Almenara y añadido el mismo en la página de Trivago donde tiene ficha la Ermita de Puebla de Almenara, para ayudar a dar a conocer un poco más el patrimonio que tenemos en la puebla.
ResponderEliminarEl artículo del castillo también lo subiré para que la gente pueda disfrutar también leyéndolo como yo lo disfute.
Muchas gracias!
He añadido el blog de Puebla de Almenara a mis páginas amigas.
ResponderEliminarSaludos.
Actualmente soy el ermitaño, hay una devoción als Virgen de la Misericordia de los devotos de Nuestera Señora
ResponderEliminarNuestro horario esde 11 a 13'30 y tardes de 15' 18'00 SABADOS, DOMINGOS Y FESTIVOS