La Plaza Mayor de Madrid es una plaza porticada de planta rectangular de 129 metros de largo por 94 metros de ancho. En el centro de la plaza está la estatua ecuestre del Rey Felipe III de España.
La Plaza está completamente cerrada por edificios de viviendas de tres plantas. En total, en las cuatro fachadas, hay 237 balcones. Tiene nueve entradas, algunas de ellas son arqueadas y la más famosa de todas es el Arco de Cuchilleros.
Durante el siglo XV donde confluían los antiguos caminos que iban a Toledo y a Atocha, se fue creando un gran espacio a las afueras del centro de la ciudad entre los arrabales de San Martín y de Santa Cruz que se iban extendiendo extramuros de la ciudad.
Este espacio se conoció originalmente como la Plaza del Arrabal y allí se celebraba el mercado principal de la Villa de Madrid. Cuando la corte de Felipe II se establece en Madrid en 1561, se empieza a planificar el urbanismo de la ciudad, y se decide construir una plaza. En 1580 empieza el proyecto de la plaza que se encarga al arquitecto Juan de Herrera. El edificio de la Casa de la Panadería, que iba a acoger la actividad comercial de la lonja, se encarga a Francisco de Mora y es construida por Diego Sillero que la acaba en 1590.
Posteriormente y por encargo de Felipe III se realiza una transformación radical de la antigua Plaza del Arrabal que llevo a cabo el arquitecto Juan Gómez de Mora entre 1617 y 1619. El resultado final ya es una plaza de planta rectangular, homogénea en la altura de sus casas e ideal como espacio cortesano de celebración y representación. Así nacía lo que hoy conocemos como La Plaza Mayor. A partir de este momento la historia de la Plaza esta marcada por los incendios. El primero se produce en 1631 y como fue debido a las chispas que saltaron de un horno, se prohibió el uso de estos en todos las casa de la Plaza: Fue el propio arquitecto Juan Gómez de Mora quien se hace cargo de reparar los daños causados. En 1672 se quema La casa de la Panadería entera y tuvo que ser reconstruida por el arquitecto Tomás Román
En la noche del 16 de agosto de 1790 se produce el tercer incendio, el más catastrófico de todos. Según cuentan las crónicas se inició en el portal de paños entre al Arco de la Calle de Toledo y el Arco de Cuchilleros. Desde la Real Casa de la Panadería se organizan inmediatamente las labores de extinción. Se moviliza a toda la tropa militar que había en Madrid y cono no eran suficientes hubo que pedir refuerzos a Las Reales Guardias Españolas y Walonas de Vicálvaro y Leganés.
Aun así el fuego se propago con una increíble rapidez y en pocas horas se derrumbó todo un lienzo de la Plaza. Fueron necesarios nueve días para apagar completamente el incendio y el balance era desolador: 1300 personas se habían quedado sin casa. Tanto fue el daño del fuego que se encargó a Juan de Villanueva un proyecto completo de reconstrucción. El arquitecto optó por rebajar dos alturas las fachadas y cerró totalmente el espacio de la Plaza, a la que sólo se podía acceder por grandes arcadas. El proceso de reforma duró hasta 1854 y una vez muerto Juan de Villanueva se encargaron sus discípulos Antonio López Aguado y Custodio Moreno.
La Plaza está completamente cerrada por edificios de viviendas de tres plantas. En total, en las cuatro fachadas, hay 237 balcones. Tiene nueve entradas, algunas de ellas son arqueadas y la más famosa de todas es el Arco de Cuchilleros.
Durante el siglo XV donde confluían los antiguos caminos que iban a Toledo y a Atocha, se fue creando un gran espacio a las afueras del centro de la ciudad entre los arrabales de San Martín y de Santa Cruz que se iban extendiendo extramuros de la ciudad.
Este espacio se conoció originalmente como la Plaza del Arrabal y allí se celebraba el mercado principal de la Villa de Madrid. Cuando la corte de Felipe II se establece en Madrid en 1561, se empieza a planificar el urbanismo de la ciudad, y se decide construir una plaza. En 1580 empieza el proyecto de la plaza que se encarga al arquitecto Juan de Herrera. El edificio de la Casa de la Panadería, que iba a acoger la actividad comercial de la lonja, se encarga a Francisco de Mora y es construida por Diego Sillero que la acaba en 1590.
Posteriormente y por encargo de Felipe III se realiza una transformación radical de la antigua Plaza del Arrabal que llevo a cabo el arquitecto Juan Gómez de Mora entre 1617 y 1619. El resultado final ya es una plaza de planta rectangular, homogénea en la altura de sus casas e ideal como espacio cortesano de celebración y representación. Así nacía lo que hoy conocemos como La Plaza Mayor. A partir de este momento la historia de la Plaza esta marcada por los incendios. El primero se produce en 1631 y como fue debido a las chispas que saltaron de un horno, se prohibió el uso de estos en todos las casa de la Plaza: Fue el propio arquitecto Juan Gómez de Mora quien se hace cargo de reparar los daños causados. En 1672 se quema La casa de la Panadería entera y tuvo que ser reconstruida por el arquitecto Tomás Román
En la noche del 16 de agosto de 1790 se produce el tercer incendio, el más catastrófico de todos. Según cuentan las crónicas se inició en el portal de paños entre al Arco de la Calle de Toledo y el Arco de Cuchilleros. Desde la Real Casa de la Panadería se organizan inmediatamente las labores de extinción. Se moviliza a toda la tropa militar que había en Madrid y cono no eran suficientes hubo que pedir refuerzos a Las Reales Guardias Españolas y Walonas de Vicálvaro y Leganés.
Aun así el fuego se propago con una increíble rapidez y en pocas horas se derrumbó todo un lienzo de la Plaza. Fueron necesarios nueve días para apagar completamente el incendio y el balance era desolador: 1300 personas se habían quedado sin casa. Tanto fue el daño del fuego que se encargó a Juan de Villanueva un proyecto completo de reconstrucción. El arquitecto optó por rebajar dos alturas las fachadas y cerró totalmente el espacio de la Plaza, a la que sólo se podía acceder por grandes arcadas. El proceso de reforma duró hasta 1854 y una vez muerto Juan de Villanueva se encargaron sus discípulos Antonio López Aguado y Custodio Moreno.
La estatua ecuestre de Felipe III en el centro de la Plaza fue un regalo del Gran Duque de Florencia al Rey Español. EL escultor que la inició fue Juan de Bolonia y la termino su discípulo Pietro Taca en 1616 Originalmente la estatua estaba ubicada en la Casa de Campo pero la Reina Isabel II ordenó su traslado en 1848. En el pedestal figura la siguiente inscripción: La reina Doña Isabel II, a solicitud del Ayuntamiento de Madrid, mandó colocar en este sitio la estatua del Señor Rey Don Felipe III, Hijo de esta Villa, que restituyó a ella la corte, y en 1619 hizo construir esta Plaza Mayor. Año de 1848.
La Casa de la Panadería se ha reformado varias veces a lo largo de su vida: en 1880, 1921, 1935 y en 1960 finalmente se hizo una restauración general. En 1992 el artista Carlos Franco, pinto los actuales murales de la fachada que representan a personajes mitológicos vinculados a la ciudad como la diosa Cibeles.
En la parte superior centrada del edificio está el Escudo de España con la armas en tiempos de Carlos II que son las armas de Castilla y León, las de Aragón y Sicilia, las de Austria y la Borgoña Moderna, las de la Borgoña Antigua y Brabante y las de Flandes y el Tirol. En el centro destaca el símbolo de Granada.
La Casa de la Panadería se ha reformado varias veces a lo largo de su vida: en 1880, 1921, 1935 y en 1960 finalmente se hizo una restauración general. En 1992 el artista Carlos Franco, pinto los actuales murales de la fachada que representan a personajes mitológicos vinculados a la ciudad como la diosa Cibeles.
En la parte superior centrada del edificio está el Escudo de España con la armas en tiempos de Carlos II que son las armas de Castilla y León, las de Aragón y Sicilia, las de Austria y la Borgoña Moderna, las de la Borgoña Antigua y Brabante y las de Flandes y el Tirol. En el centro destaca el símbolo de Granada.
Por último hay que hablar del Arco de Cuchilleros que es el más famoso de la Plaza. Es obra de Juan de Villanueva y está situado en el suroeste de la Plaza. Llama la atención el gran desnivel que existe entre la Plaza y la salida a la Cava de San Miguel. Se llama de Arco de Cuchilleros porque allí se encontraban los talleres de este gremio. Tanto en el Arco como en la Cava de San Miguel, ya fuera de la Plaza, hay un gran ambiente nocturno con muchos bares y restaurantes. Los mas destacados son Las Cuevas de Luís Candelas y más a abajo, a la izquierda, está el restaurante Sobrino de Botín, que fundado en 1725, es el más antiguo del mundo.
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