La Concatedral de Soria, la ermita de San Baudelio de Berlanga y la de San Miguel en Gormáz son las sedes de la nueva Exposición de las Edades del Hombre, y una visita al Burgo de Osma puede ser un excelente complemento a este recorrido.
La catedral de El Burgo de Osma acogerá en las próximas semanas una exposición de sus campanas. La muestra se ubicará en el claustro, aprovechando que en apenas unos días las campanas volverán de Murcia, donde se han restaurado. La propuesta de celebrar una muestra con las piezas catedralicias reparadas surge después de que la empresa haya anunciado que ya ha terminado los trabajos de restauración de las campanas pero que éstas no pueden ser instaladas todavía en la torre, puesto que siguen las obras de rehabilitación de la misma.Así, la exposición permitirá a los burgenses y visitantes disfrutar de este modo de la visión a ras de suelo de unas campanas que habitualmente están fuera de su alcance. La parte negativa pasa por el hecho de que la Semana Santa de El Burgo de Osma se quedará sin los repiques de campana desde la torre. Se oirán de nuevo en agosto
La más grande, la de San Pedro, continúa estando igual y "a la que se llama de la Inmaculada, que era un poco la más grande que pega al arco de San Miguel, hacia el río, ha habido que cambiarle el yugo porque era casi imposible salvar el que tenía, estaba muy deteriorado". Ese yugo estropeado de la campana de la Inmaculada volverá para poderlo exponer "en una especie de museo con esos yugos de madera que tenemos". A las cuatro campanas más pequeñas se les han puesto yugos nuevos que se podrán también tocar y, el resto, se les han conservado y restaurado el yugo. Las dos campanas que tenían yugo de hierro "se les ha puesto un yugo de madera, al estilo de los otros, aunque sin tanta decoración, al estilo de las campanas de las torres castellanas".
Además de restaurar las campanas, también se está estudiando la electrificación de las mismas para lograr un rico abanico de toques mecánicos. Así lo avanza el presidente del cabildo catedralicio, Tomás Otero, que considera idóneo aprovechar las obras en la torre para llevar a cabo la modernización. La inversión no es demasiado elevada y "las campanas se dejarán ya predispuestas unas para repicar, otras para voltear e incluso dejar preparado para que, si en el futuro queremos poner más campanas, que volteen o que repiquen todas y poderlo hacerlo sin demasiada obra ya". El propósito último de la intervención es mejorar el sonido y, sobre todo, "recuperar los toques clásicos, los toques tradicionales que se hacían con las campanas de la torre". La más grade de las campanas responde a la advocación de San Pedro, pesa 3.400 kilos y data del año 1908. En su propia inscripción reza el nombre del obispo García Escudero que la mandó construir y que, tal y como recuerda el anterior presidente del Cabildo Catedralico, Jacinto Ransanz, fue el último obispo en fallecer como tal en Osma y está enterrado en la capilla del Rosario. La inscripción cuenta que esta campana fue fundida por Ramón Menezo y sus hermanos. Según informa uno de los guías catedralicios, José María Capilla, las otras corresponden a titulares como San Juan Bautista, Santo Domingo, Jesús María y José, Santa María, Inmaculada Concepción, las Ánimas y Jesús Nazareno entre otros. La más reciente es de 1981 y la más antigua de hacia 1500 y su peso oscila entre los 3.400 kilos de la de San Pedro y 250 de la menos voluminosa. En el cuerpo de campanas principal había doce ejemplares, en el capulín hay otra campana grande y dos campanillos además de la campana de señales.
Junto con las campanas se envió a Murcia el reloj de la torre con la intención de valorar las posibilidades de restauración. Finalmente, la puesta a punto será imposible puesto que faltan "muchísimas piezas". "Sólo quedan algunas y, lo que sí quedamos, es que se limpien esas piezas que quedan y se restaure el banco de madera para poder colocarlas simplemente por conservación".
El jueves 4 de diciembre de 2008 se procedió a bajar las campanas de la torre de la Catedral dentro de las labores encuadradas en la obra de restauración del campanario catedralicio, acometidas por el Instituto del Patrimonio Histórico Español, de la Dirección General de Bellas Artes y Bienes Culturales. La obra consistirá en la consolidación, en la restauración de forjados de la torre y escaleras de acceso hasta el nivel superior, en la limpieza de parámetros interiores de la torre y en la sustitución de la instalación eléctrica. Las campanas serán restauradas en Murcia y su estado es variable, algunas mantienen su yugo de madera en buen estado y el de otras está bastante deteriorado.
En la Catedral hay tres conjuntos de campanas: una pequeña en la cubierta, que servía para tocar al coro y avisar a los campaneros, diez en la sala de campanas y otras cuatro del reloj, repartidas en dos lugares diferentes: en la linterna de la torre y en el interior del templo, para repetir los cuartos y las horas. Su datación abarca desde el siglo XVI al XX. La mayor de todas las campanas es la espectacular de San Pedro, fundida en 1908 por Ramón Menezo y hermanos y que pesa tres toneladas y media. Su espectacular y hermoso yugo es claramente anterior. Otras tienen la adoración de San Juan, de la de Ánimas, de la Inmaculada, de Jesús Nazareno, de la Picotera o de la del Entablado. Entre estas campanas hay ocho yugos de madera “de una belleza singular y que constituyen los más decorados y hermosos de todos los encontrados en las catedrales en España”. Dos de esos yugos fueron sustituidos por vigas de hierro que, además de su menor interés estético, desvirtúan la acústica original de los toques. Uno de esos yugos está en el claustro y parece que se intentará reponer en esta restauración.
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