Así vemos como en el año 1500 nace la provincia de Burgos y desde su mismo nacimiento dentro del territorio burgalés encontramos al Condado de Treviño y los concejos del condado que son cincuenta y dos pueblos. Estas primeras provincias fiscales se verán reforzadas y ampliadas en sus competencias cuando en el siglo XVIII se conviertan en la administración borbónica en Intendencias. En la reorganización administrativa de 1833 realizada por el Ministro de Fomento, Javier de Burgos, dividió la provincia de Burgos, en dos provincias más: Santander que ocupa La Montaña de Burgos y Logroño que ocupa cien pueblos de Burgos y la Tierra de Cameros que anteriormente pertenecía a Soria. Históricamente, Treviño podía haber sido agregada con Nájera a la nueva provincia de Logroño, pero siguió en la de Burgos. Toda la parte Noroeste, incluido el Condado de Treviño y la Puebla, también iba a ser agregado a Alava, pero no había suficientes argumentos para proceder de ese modo. Por tanto, solo se atrevieron a añadir a la provincia de Alava, el Valle de Valdegobía, Valderejo, Valle de Tejero y tierras adyacentes, quedando aislado de esta forma el Condado de Treviño y la Puebla de Arganzón del resto de la provincia burgalesa, formándose el actual enclave burgalés en la provincia alavesa. A todo lo dicho hay que añadir que el Fuero de Treviño, dado por Alfonso X el Sabio, establece que no se enajenará nunca de Castilla la villa de Treviño con lo que se descartan las anexiones o segregaciones de la tierra de Burgos, que no es ningún enclave de µlava, sino pura y llanamente territorio burgalés.
Gutierre de Cárdenas, VII señor de la villa de Cárdenas en Toledo, comendador mayor de León, maestresala de la infanta Isabel, luego Reina Católica, y Contador mayor de la Reina Católica, tomó parte en las guerras de Portugal y en la del Reino de Granada, conquistó a Baza, y por sus servicios a los Reyes Católicos cuyo casamiento negoció, obtuvo el señorío de las villas de Maqueda, Torrijos y Elche con la alcaidía de las fortalezas de la Mota, Carmona, Chinchilla, Sax y los alcázares de Almería, muere en 1493. Casa con Teresa Enríquez, hija natural de Alonso Enríquez, III almirante de Castilla, II conde de Melgar, en María de Alvarado y Villagrán. Era Alonso nieto de Juana de Mendoza y su segundo marido Alonso Enriquez I almirante de Castilla y sobrino de Enrique II. Padres, entre otros, de Diego, VIII señor de la villa de Cárdenas, I duque de Maqueda, de María Enríquez de Cárdenas que casa con Francisco de Zúñiga y Avellaneda,III conde de Miranda del Castañar, XII señor de Avellaneda, IV señor de la Puebla y Candelada, Virrey de Navarra, con sucesión en los condes de Miranda del Castañar.
Diego de Cárdenas y Enríquez, I duque de Maqueda, concedido 1529 por Carlos V. Señor de Maqueda, Torrijos, Crevillente y Elche, señor de la Tala de Marchena, y de las villas de Alcabón, San Silvestre, Monasterio y del Campillo, I adelantado mayor del Reino de Granada, alcaide de la Mota, Chinchilla y Sax, y de los alcázares de Almería, sirvió a los Reyes Católicos, la reina Juana y el emperador Carlos V, muere en 1542. Casa con Mencía Pacheco de Velasco, señora de la villa de Riaza, hija de Juan Pacheco, I marqués de Villena, I duque de Escalona, y de su tercera mujer María de Velasco, I duquesa de la villa de Roa. Padres, entre otros de, Bernardino, II duque de Maqueda, I marqués de Elche desde 1540, muere en 1560. Casa con Isabel de Velasco, hija de Iñigo Fernández de Velasco, II duque de Frías, VIII condestable de Castilla, IV conde de Haro; nieto del marqués de Santillana, y de María de Tovar, señora de Berlanga, duquesa de Toro y biznieta de Juana de Menoza y su segundo marido. Padres, entre otros, de Bernardino de Cárdenas y Velasco, II duque de Maqueda y II marqués de Elche, casa con Juana de Portugal, hija del IV duque de Bragança. Padres, entre otros, de Bernardino de Cárdenas y Portugal, III duque de Maqueda y III marqués de Elche.
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