miércoles, 17 de febrero de 2021

La Agricultura en la villa de Olmedilla del Campo, Cuenca, a mediados del siglo XVIII

La Agricultura en la villa de Olmedilla del Campo a mediados del siglo XVIII

Por lo que se refiere a otros cultivos distintos del cereal obtenidos de las tierras de esta villa, podemos decir que del almud de tierra de segunda y tercera calidad sembrado con 10 fanegas de cebollas de azafrán se obtenía un libra de producto seco.

En todas las poblaciones que en la actualidad integran el Municipio de Campos del Paraíso se utilizaba la misma cantidad de semilla de azafrán para cada almud de tierra, pero los rendimientos obtenidos presentan algunas variaciones de unas a otras. En Loranca las tierras de primera podían llegar a tener un rendimiento de dos libras, aunque no se declaran cultivos de azafrán en tierras de esta categoría, el almud de tierra de segunda calidad producía libra y media de producto en seco y el de tercera de una libra. En Carrascosa el almud de segunda y de tercera calidad se estima que produce en ambas calidad una libra y media de azafrán seco. En Olmedilla la producción se rebaja a la libra por almud tanto en tierra de segunda como de tercera calidad. En Valparaíso de Abajo y en Valparaíso de Arriba los rendimientos del almud eran de una libra de producto tanto en tierras de segunda como de tercera calidad, el mismo rendimiento que el estimado en Olmedilla. Los 112 almudes de tierras de segunda y tercera calidad dedicados al cultivo del azafrán en Olmedilla producían 180 libras de este producto. Cada libra se valora en 40 reales, por lo que la cosecha de azafrán suponía unos ingresos de 7.200 reales.

Los cultivos mayoritarios de cereales y legumbres se completaban con el azafrán y con las producciones obtenidas de viñedos y olivares. Con respecto a las viñas, cuyos plantíos aumentaban en Castilla a partir del siglo XVI, podemos decir que las viñas sembradas en Olmedilla en tierras de segunda calidad tenían una producción por almud de tres cargas de uva de las que se obtenían 7,5 arrobas de vino, en tierras de tercera calidad el rendimiento del almud era de dos cargas de uva que suponían 5 arrobas de vino. Como vemos la medida para contabilizar el rendimiento del almud de viña era la carga y cada carga de uva suponía 2,5 arrobas de vino.

En todas estas poblaciones se utiliza la carga para valorar la cosecha de la uva, pero su equivalencia en arrobas de vino no es la misma en todas ellas. En Carrascosa la carga de uva se hace equivaler a 3 arrobas de vino, en Loranca a 5 arrobas de vino y en Olmedilla, como vemos a 2,5 arrobas. También hay discrepancias en cuanto al número de plantas de vid puestas en cada almud. En Carrascosa cada almud de viña estaba ocupado por 200 cepas, tanto en tierra de segunda como de tercera calidad. Esta localidad se destaca en el cultivo de la vid pues se estima la existencia de 2.027 almudes plantados de viñas. En Loranca las tierras de segunda plantadas de viñedo tenían 200 cepas por almud y si eran de tercera 180 cepas. En Olmedilla el número de cepas era de 250 en los almudes de segunda y tercera calidad plantados de viñedo. En Valparaíso de Abajo las viñas estaban sembradas en tierras de segunda y tercera calidad “la mayor parte a hilos y lo demás a manta” con 250 cepas en cada almud, cada almud de segunda producía 3 cargas de uva y cada almud de tercera 2 cargas de uva, de cada carga de uva se obtenían 2,5 arrobas de vino. En Valparaíso de Arriba, las viñas también ocupaban las tierras de segunda y tercera calidad y en cada almud estaban plantados 300 cepas. En las tierras de segunda las viñas producían 3 cargas de uvas y cada almud de tercera 2 cargas de uva, de cada carga de uva se cosechaban 2,5 arrobas de vino. Llama la atención que en Olmedilla y en las localidades de Valparaíso de Abajo y en Valparaíso de Arriba es donde la carga de uva produce menos arrobas de vino, llegando a ser sólo la mitad de lo que se estima que la carga produce en Loranca. Los 430 almudes con vides de segunda y tercera calidad producían un total de 1.650 arrobas de vino, que valorada cada arroba en 6 reales suponían 9.900 reales

El otro plantío que se había extendido durante los siglos XVI y XVII en la submeseta sur, en Andalucía y en Extremadura era el olivar. En las tierras plantadas de olivos en Olmedilla el número de pies era de 25 por almud, tanto en segunda como en tercera calidad en Carrascosa. En Olmedilla y en Loranca el almud de segunda y de tercera calidad estaba ocupado por 20 pies de olivo. En Olmedilla se estimó que un almud de plantas de olivo en cualquier calidad producía 9 celemines de aceituna, estaban plantados en las lindes entre las tierras. Tanto en Olmedilla como en Loranca el número de almudes con olivares era muy escaso ya que sólo eran 13 almudes en Olmedilla y 14 en Loranca. En Carrascosa los olivos ocupaban 213 almudes y se estimó que una fanega de aceitunas producía media arroba de aceite. Tanto en Olmedilla como en Loranca las aceitunas se destinaban al consumo de las casas y “no se deshacía para la obtención de aceite por lo corto de la producción”. En Valparaíso de Abajo cada almud de olivar tenía plantados 20 pies de olivos, lo mismo que en Valparaíso de Arriba, en ambas localidades para obtener una arroba de aceite eran necesarias 2,5 fanegas de aceitunas, por lo que el rendimiento de cada almud de olivos era algo inferior al estimado en Carrascosa. Valparaíso de Arriba era la población con más número de almudes sembrados de olivar, pues llegan a los 620 pies de plantas. La producción de los olivos en Olmedilla se estimó en 117 reales, ya que cada celemín de aceituna se valora en un real y de cada almud de olivos se obtenían 9 celemines de aceitunas.

 

 

 

 

 

 

 

 

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