sábado, 20 de febrero de 2021

Sobre García Fernández, luego llamado de Celada y de Villaldemiro. Burgos

Hijos e hijas de García Fernández, luego llamado de Celada-Celada del camino- y de Villaldemiro

También llamado García Fernández de Villamayor


Los dos matrimonios de García Fernández

            García Fernández casa dos veces la primera con Teresa Muñoz, la encontramos como Teresa Núñez de Guzmán, hacia 1203. Teresa debió morir hacia 1212 o poco después ya que en 1216 García Fernández estaba ya casado con Mayor Arias.

Mayor Arias, segunda mujer de García Fernández, participa, ya viuda, con sus mesnadas en el cerco de Sevilla contribuyendo a la conquista de la ciudad. El pendón de su viuda se halló en la conquista de Sevilla, en manos de su hijo Juan. Es recompensada en el repartimiento de tierras en el Aljarafe sevillano. Doña Mayor declaró su ascendencia en el testamento otorgado en septiembre del año 1261, cuyo original se conservaba en el monasterio de Villamayor.

García Fernández en 1240 era mayordomo de la reina Berenguela que muere en 1246. Tuvo por elección personal de doña Berenguela, reina de castilla casada con Alfonso IX de León, la tutela de su nieto el infante Alfonso, luego Alfonso X, hijo de Fernando III el Santo, nacido en 1221. El infante Alfonso al cumplir un año fue trasladado a Villaldemiro en Burgos en donde se instaló con su tutor y su segunda mujer Mayor Arias. Porque don García Ferrandez e su muger donna Mayor Arias me criaron e me fezieron muchos servicios e sennaladamiente porque me criaron en Villaldemiro e en Celada, del Campo, en Burgos[1].

 García Fernández obtiene la concesión del señorío de Manzaneda, en territorio de Limia en Orense de donde podría ser Mayor Arias, su segunda mujer, hacia 1232.

García Fernández en 1223 había comprado a los Girón las heredades que estos tenían en Villamayor de los Montes. Burgos, y empieza la reforma del monasterio masculino de Villamayor que existía desde el siglo XI o principios del siglo XII, dedicado a San Vicente. García lo transforma en comunidad cisterciense femenina con advocación a Santa María y San Vicente. Empieza su vida monástica en 1228. García lo pone bajo la dependencia del monasterio regio de Santa María la Real de Las Huelgas, en Burgos, pero manteniendo independencia jurídica y patrimonial. García Fernández lo dotó abundantemente de bienes cuando su fundación y en su testamento.

García Fernández casa primero con Teresa Muñoz, hija de un Martín Martínez y hermana de otro Martín Martínez. La encontramos tambien como pariente de Muño García. Muño García de Quintanillabón, Burgos, y su esposa Elvira eran parientes de Teresa Muñoz, aunque no podemos precisar el grado exacto, quizás fueran sus padres, o sus abuelos o sus tíos. En 1158 el rey Sancho III les dio una heredad en Fuentebureba, Burgos, donación que fue confirmada por Alfonso VIII en 1166. Rodrigo Muñoz, noble originario de Bureba, heredado en las cercanías de Villamayor, podría ser hermano de Teresa Muñoz. La existencia en Villamayor de dos privilegios reales  otorgados a Muño García hace suponer que Rodrigo Muñoz era su hijo, así como su hija Teresa Muñoz, primera mujer de García Fernández.

           Diego Muñoz y su esposa Elo declaran en 1037 poseer un monasterio dedicado al obispo San Clemente en Ribarredonda[2], tal monasterio con su coto y una larga relación de bienes en otros pueblos de la Bureba se lo entrega el matrimonio, de acuerdo con sus sobrinos, al abad don Gómez y a sus monjes de San Millán de la Cogolla. Entre esos bienes se menciona una tierra en el puente de Fuentebureba. Este puente se debía encontrar sobre el río Matapán y parece hacer alusión al que está hoy cercano a la fuente y antiguo lavadero municipal.

En 1058, Pedro Muñoz, de la familia que en 1037 hizo la donación a San Millán del monasterio de San Clemente, repite su generosidad entregando la hacienda que ha sido recibida de sus tíos.

Durante el reinado de Sancho III y de su hijo Alfonso VIII se encuentran referencias de Fuentebureba. Así en febrero de 1158, estando el rey don Sancho en Soria, queriendo premiar los excelentes servicios que le había prestado el caballero Munio García de Quintanillabón le regala toda la hacienda que posee en Fuentebureba-Fonte Burova- y que antes había tenido don Pedro Carrillo.

En Ribarredonda existieron dos  monasterios de carácter familiar, uno titulado de San Clemente y otro de San Antonino. El monasterio familiar  lo fundada una familia en la que algunos de sus miembros separaba una parte de sus bienes como dote. Uno de ellos, sacerdote, era señalado como abad y con otros, pocos, familiares y amigos, formaban una comunidad que prometía cumplir alguna de las reglas monásticas de fundación monacal. Estos monasterios solían ser absorbidos por otros más importantes en la zona.

En 1058, el monasterio de San Antonino es también agregado a San Millán de la Cogolla. La donación la realiza su propietario, el sacerdote Fernando que profesa en San Millán

El monasterio de San Millán de la Cogolla llegó a tener 78 monasterios agregados[3].

Teresa Muñoz, primera mujer de García Fernández, trajo al matrimonio, como herencia propia, la situada en Villaldemiro, Santa María de Añuéguez, Fontiozo y Escuderos, pueblos de Burgos.

García Fernández casa por segunda vez con Mayor Arias. 

En el archivo del monasterio de San Vicente de Villamayor de los Montes se conservan casi 60 documentos referidos directamente a Garcia Fernández o a su segunda esposa Mayor Arias. Un conjunto que se puede completar con algunos otros diplomas conservados en los archivos de las órdenes de San Juan y Calatrava, en el archivo de la catedral de Burgos y en los archivos de los monasterios de San Pedro de Arlanza, Burgo, y San Salvador del Moral, Palencia[4]. Estos diplomas recogen donaciones o compras realizadas a dichas instituciones. También algunos repartimientos permiten documentar la adquisición de algunas propiedades en Andalucía de los Villamayor. Además, las crónicas de la época aportan algunos datos sobre actividad política de García Fernández y su segunda mujer Mayor Arias.

García Fernández viudo muy pronto de Teresa Muñoz casa con Mayor Arias, siendo Mayor madre de muchos hijos. Tampoco conocemos su origen con certeza. El padre Luciano Serrano[5] la relacionó con Pedro Arias, prior de la orden de San Juan.

Mayor Arias podría ser de Limia de Robedo-Roboreda- en Lugo-. Puede ser hija o hermana del maestre de Santiago desde 1210 hasta su muerte en la batalla de las Navas de Tolosa, llamado Pedro Arias y Robedo o bien hija natural de Alfonso IX de León y de Teresa Gil de Soverosa[6]-si fuera cierto era medio tía del infante Alfonso, luego Alfonso X el Sabio-. Alfonso IX de León y de Teresa Gil de Soverosa tuvieron un hijo y tres hijas naturales. Todos los hijos de Alfonso IX y Teresa Gil de Soverosa nacen entre 1205 y 1215. Ninguna de estas tres hijas se llama Mayor. Nunca se menciona en la numerosa documentación de García Fernández ni de Mayor Arias bienes algunos sitos en León[7]. Mayor Arias tenía una hermana, Marina Arias, primera abadesa de Villamayor y antes, probablemente, monja en Las Huelgas de Burgos.

Don Pedro Arias, posible padre de Mayor Arias, fue  prior de la orden del Hospital de San Juan de Jerusalén en España, gran amigo de Alfonso VIII[8], en cuyo gobierno tomó parte importante. Pedro Arias empieza su priorato en 1170. Con Pedro de Areis, tal vez gallego, aunque no se puede asegurar, comienza una de las épocas más brillantes y activas de la orden del Hospital en España. Marcial Morales[9] escribe que Pedro de Areis o Arias era un prior de origen provenzal. Venía del Priorato de Saint-Gilles. Vivió hasta 1186, y le sucedió en el cargo Martino Petri, hasta aproximadamente 1200[10]. En 1184 cedía el prior Pedro Arias, en préstamo vitalicio a Pedro Rodríguez y a su mujer Urraca los bienes de la Orden de San Juan en Villasilos, Melgarejo, Villasandino, Villavedón, Burgos, y otros pueblos cercanos. Coincide que en estas localidades tuvo hacienda Mayor Arias.

Estos son los hijos e hijas de García Fernández

El primogénito se llamó Rodrigo García del primer matrimonio con Teresa Muñoz.

          Rodrigo García, estuvo casado con Juana Gómez, de quien tuvo a María Ruiz, mujer de Alvar Núñez, y otros tres hijos, mencionados en la escritura de fundación del monasterio de Villamayor. No aparece en los documentos de Fernando III con cargo alguno en la Corte. En 1245 vendió a su madrastra Mayor Arias cuanto había heredado de su padre, entre el río Arlanza y la ciudad de Córdoba, por ochocientos sesenta y siete maravedíes de oro.

El segundo hijo se llamó Fernán García. Del primer matrimonio con Teresa Muñoz.

Aparece entre los magnates de la Corte de Alfonso X desde principios de su reinado hasta 1259. El Rey muere en 1284. Fernando García, segundo hijo varón de Garcia Fernández de Villamayor y de su primera mujer Teresa Muñoz, es heredado en Caleruega.

          Fernán García casa con Milia Rodríguez Manrique, hija de Rodrigo Manrique, primer señor de Amusco en Palencia, heredado en Montpesat y Lac del condado de Narbona, y en varios pueblos de la comarca burgalesa, entre ellos Palacios de Benaber[11].

Fernán García fue de los que concurrieron al cerco de Córdoba, donde recibió del Monarca valiosas heredades, y también al de Sevilla, tras el cual Alfonso X le concedió una importante propiedad, sita en Boscocar, que abarcaba cincuenta aranzadas de olivo y seis yugadas de tierra de labor.

No tuvo sucesión de su matrimonio y en 1258, un año antes de su fallecimiento, cedió a la Orden de Santiago cuanto él y su mujer poseían desde el Duero hasta el mar Cantábrico, especificando los pueblos de Caleruega, Tordómar, Talamanca, Torrepadre, Ornejo, Amusco, Bustillo, Iglesias, Vilviestre, Villagutierre y Palenzuela, con la condición de usufructuar sus rentas y, además, las de Esguevillas y Polvorera, pertenecientes a dicha Orden. Doña Milia se obliga a no casar de nuevo en caso de enviudar, pero durante su viudedad percibiría una pensión de la Orden. Da a la Orden su señorío de Caleruega en 1258. Vende el 15 de septiembre de 1258 al maestre de la orden de Santiago, Pelayo Pérez, cuanto él y su mujer poseían desde el Duero hasta el mar Cantábrico.

Se encuentra como hijo de Fernán García de Villamayor y de Emilia o Milia Ruiz Manrique a un Juan que casa con María Chariño, hermana de Payo Chariño, almirante de Castilla entre 1284-1286[12]. Matrimonio que no debe extrañar ya que el tío paterno de Juan y de su mismo nombre es Adelantado de la Mar unos años antes. A ello debemos añadir que Ramón Bonifaz[13], del que se dice fue el primer Almirante Mayor de la Mar presente en la conquista de Sevilla, casa con Teresa Arias[14] familia que puede ser de Mayor Arias, la madre de Juan García de Villamayor y Arias y la madrastra de Fernando García de Villamayor.

 Pedro Rodríguez Manrique, segundo señor de Amusco y hermano de Milia Rodríguez Manrique, casa con Marina García hermana de padre de Fernán García.

 El tercer hijo se llamó Juan García[15]. Del segundo matrimonio de García Fernández con Mayor Arias. Su primogénito.

Juan García se cría con el infante Alfonso, luego Alfonso X, nacido en 1221. Fue amigo del infante don Felipe de Castilla, hermano del infante Alfonso, nacido en 1231. El infante Felipe de Castilla falleció el 28 de noviembre de 1274, fecha que aparece esculpida en su sepulcro, a la edad de 43 años[16].

 Juan García en 1232 era señor de Fuentidueña puede ser Fuentidueña de Segovia o Cozuelos de Fuentidueña tambien en Segovia. Colaboró como su hermano mayor Fernán García en el cerco de Sevilla, siendo heredado por el rey Alfonso con la posesión de Cascallar en Cuevas de Almanzora, Almería, a la que puso nombre de Villamayor y tenía cincuenta mil pies de olivo e higuera. Fue mayordomo mayor de Alfonso X desde 1252 hasta 1259, en que fue nombrado almirante mayor de Castilla. En este cargo colaboró en la conquista de Cádiz, efectuada en 1262[17]. Después deja de figurar en documentación de la Corte.

Podemos leer en el testamento de García Fernández  que el atuendo de caballero 
dejó a su hijo Juan García el mayor de los hijos varones habidos con su 
segunda esposa, Mayor Arias[18]; su caballo a la orden del Temple; 
diamantes y sortijas a su mujer, sus hijos y al monasterio de Villamayor; 
azores para la reina Berenguela y otras joyas para el infante don Alfonso, 
luego Alfonso X rey de Castilla. La mi loriga et las brafonas 
et la loriga de caballo mando a Joan García. 
De este Juan nos ocuparemos con más atención. 
 
               Juan García casa con Urraca Fernández de Castro 
que siguiendo al padre  Agurleta sería su pariente por los Castro. 
 

 Urraca Fernández de Castro, mujer de Juan Garcia de Villamayor es hija natural de Fernán Gutiérrez de Castro[19].

 

            Los Castro traen por Armas seis roeles de plata, puestos en dos palos. Estas Armas son muy parecidas a las del apellido Sarmiento, en campo de gules-rojo-, trece roeles de oro puestos 3, 3, 3, 3 y 1. Las armas de los Sarmiento se pueden ver en el monasterio de Villamayor de los Montes y en un uno de los restos de lo que queda de la que fue Abadía de Benevivere. Los Sarmiento Villamayor fueron patrones de este Monasterio.

 

            Hermana de Urraca Fernández de Castro es Elvira que casa con Alfonso García de Villamayor, hermano de Juan. Después de enviudar, Elvira fue priora en el monasterio de Santa María la Real de Villamayor de los Montes, fundado por su suegro.  Mayor, hermana de padre de Alfonso García y de Juan García, era todavía era abadesa en 1286 siendo priora su cuñada Elvira Fernández de Castro mujer de Alfonso García y vivía con ella Marina Alonso, hija de Alfonso García y de Elvira Fernández

 

            Leonor, hermana de Urraca y Elvira, casa con Diego García de Villamayor, también hermano de Juan y de Alfonso Garcia. Otras hermanas de Urraca y Elvira son Teresa que se casa con Pedro Guzmán y Elo, dama de honor de la infanta Blanca de Castilla, hija de Alfonso VIII, reina de Francia por su matrimonio con el rey Luis VIII. Fue madre del rey Luis IX de Francia, quien fue canonizado[20]. Elo Tambien fue dama de honor de la reina Leonor de Inglaterra, mujer de Alfonso VIII y padre con la reina Leonor de la infanta Blanca de Castilla. Alfonso VIII confió a Pedro Rodríguez de Castro, tío abuelo paterno de las hermanas Urraca, Elvira y Leonor casadas con los Villamayor, y a su mujer Urraca Rodríguez de Guzmán[21] la crianza de la infanta Blanca, nacida en 1188, en su casa de Itero de la Vega, Palencia, puerula infantissa Domina Blanca, nutriente in domo Petri roderici de Castro.

Juan García y Urraca Fernández de Castro fueron padres de García Fernández de Villamayor, llamado como su abuelo paterno. A este García Fernández lo vemos en la Corte de Alfonso X durante los últimos años de su reinado, y en el de Sancho IV y Fernando IV. Juan García y su hijo García cedieron a Alfonso X cuanto patrimonio tenían en Caleruega para el convento de monjas dominicas aquí fundado por el Rey[22]. En Caleruega nació Santo Domingo de Guzmán, fundador del Santo Rosario y de la Orden de Predicadores. Así pues, una vez canonizado en 1234, el santo había fallecido en 1221, Alfonso X el Sabio, el cual guardaba gran devoción al fundador de la Orden de Predicadores, ordenó enterrar a su hija, la infanta Leonor, fallecida en 1275, dentro del monasterio. Hoy día aún permanece en dicho lugar[23]. Muerta a los 29 años en Perpiñán, tal vez en Montpellier, cuando estaba en este lugar con su madre la reina Violante de Hungría esperando el restablecimiento de Alfonso X enfermo en Montpellier despues de recorrer Europa para asegurar su nombramiento como emperador del Sacro Imperio Romano Germánico. Nombramiento no  conseguido.

 Hijo de Juan García debió ser también  Diego García, llamado como un tío paterno, mayordomo de la Casa Real y de reina Constanza, a quien Fernando IV dio en 1303 la aldea de Albalat, cerca de Plasencia[24]. El diploma dice expresamente era hijo de Juan García, y que le hace esta donación para recompensar los servicios prestados a Sancho IV, su padre, y a él.

Cuarto hijo llamado Alfonso García, segundo de los hijos de García Fernández y de su segunda mujer Mayor Arias.

 Don Alonso García de Villamayor, Adelantado mayor de Murcia, 

consta de un privilegio dado en Sevilla año 1266 y de la Crónica del Rey Don Jaime. Desde fines del año 1260 hasta 1271 es adelantado mayor de Andalucía.

 A Alfonso García le saca de pila y puso su nombre Alfonso X. Dos escrituras de venta fechadas en Saldaña y existentes en su Archivo nos enseñan que don Alfonso García y su mujer doña Elvira adquirieron en las cercanías de Villamayor y en Burgos bienes pertenecientes a Alfonso García, hijo de Gonzalo González de Ranedo, cuya hermana, Mencía, era monja en Villamayor.

 Alfonso García confirma los diplomas reales a titulo de noble principal 

desde los principios del reinado de dicho Monarca hasta 1271. 

Después desaparece de la escena cortesana, 

no volviendo a aparecer hasta 1291. Muere hacia 1292. 

 
               Alfonso García casa con Elvira Fernández de Castro, 
hermana de Urraca Fernández la mujer de Juan García, y de Leonor 
casada con Diego García, hermano de Juan y de Alonso García.
 
               Elvira Fernández de Castro, viuda, abrazó la vida religiosa 
en Villamayor, donde fué priora. 

 

Alfonso García y su mujer Elvira Fernández de Castro son padres de una hija llamada Marina Alonso, acaso monja en el monasterio de Villamayor, y de un hijo, Juan Alonso de Villamayor, que figura entre los nobles cortesanos de Alfonso X al fin de su reinado.

 El quinto hijo fue Diego García, tercero de los hijos de García Fernández y de su segunda mujer Mayor Arias. Sobrevivió a sus otros hermanos Juan y Alonso.

 Se conoce a Diego García una pensión sobre la judería de Sigüenza, Guadalajara[25].

 Político importante durante el reinado de Fernando III el Santo.  Asistió al cerco de Sevilla, donde fué heredado como su madre y sus hermanos por Alfonso X el Sabio, No le conocemos cargo de gobierno hasta los últimos años del reinado  de Alfonso X el Sabio. También cedió como su hermano Juan a Alfonso X  sus  bienes de Caleruega para la fundación del convento de monjas de Santo Domingo de Guzmán en 1268.

 Casó con Leonor Fernández de Castro, hermana de las mujeres de sus hermanos Juan y Alfonso Garcia, según consta de la escritura de la fundación de una capellanía en el monasterio de Villamayor de los Montes, donde eligió su sepultura. Parece no dejó sucesión.

 Según el marqués de Trocifal en su nobiliario de mediados del siglo XVII, su mujer fue su sobrina materna Elvira Díaz Sarmiento, hija de Diego Pérez Sarmiento y tronco de los Sarmiento Villamayor.    

 Según genealogías de los condes de Salinas y de los condes de Ribadeo de apellido Sarmiento Villamayor  la mujer de Diego García de Villamayor fue Elvira Díaz Sarmiento, hija de Diego Pérez Sarmiento y de Elvira Garcia de Villamayor, hermana de Diego García de Villamayor. Siendo este matrimonio el origen de los Sarmiento Villamayor.

 Diego García y Leonor Fernández de Castro se mandan enterrar en el monasterio de Villamayor al que dan una renta anual de cuarenta cargas de pan mediado sobre bienes en Bustillo, Vilviestre, Cabia y San Román de Muñó, Burgos, para una capellanía.

 Se manda sepultar en la capilla mayor junto al altar de la Trinidad: el cónyuge que sobreviviere gozará la mitad de la renta asignada a la capellanía. La abadesa doña Mayor dice expresamente ser hija de don García y doña Mayor Arias; Elvira Fernández, priora, parece la viuda de su hermano Alfonso García; la subpriora es María Gómez de Sandoval; cantora, Mencía García, hija de Pedro Ruiz Manrique; sacristana, María Ruiz de Torres; portera, Mencía Pérez de Rojas; cilleriza, Marina García; enfermera, Mencía Gil de Burgos. Entre los testigos aparece García Fernández, hijo de don Diego García.

 García Fernández y su segunda mujer Mayor Arias son padres de cuatro hijas llamadas Teresa, Marina, Urraca y Mencía García, y quizás también, aunque es más dudoso, de Elvira y de Mayor Arias. Damos este orden en el nombre de las hijas de García Fernández y de Mayor Pérez, aunque podemos encontrar otra enumeración.

 Juan García, Alfonso García, Diego García, Teresa García y Marina García y García Gutiérrez y Juana Gutiérrez —hijos de Mayor y de Urraca García—, llegaron a un acuerdo en 1262 con su hermana Mayor García, priora del monasterio de Villamayor, que actuaba con el consentimiento de su otra hermana, Mencía García, abadesa del mismo monasterio, por el que daban a Mayor «quanto auemos e deuemos aver en Quintaniella de Vallado: casas, solares, heredades, vinnas, huertos, molinos, prados, pastos, aguas, montes, todo quanto nos y auemos et heredar deuemos, con entrades et con exidas, con voz et con demanda, todo entera mientre lo damos sin entredicho et sin escatima ninguna, fueras ende las devisas, pora siempre iamás perpetual miente pora servir vos dello en toda nuestra vida, et después que finque en el monasterio libre et quito»; añaden también «lo de Ornejo» y a cambio doña Mayor renuncia a los otros bienes que le hubieran correspondido en el reparto de la herencia de sus padres.

 Muchas mujeres de la Casa de Villamayor profesan en el monasterio de Villamayor empezando por las hijas y nietas del fundador García Fernández. Mayor García del primer matrimonio de García Fernández en 1262 tenía el cargo de priora de Villamayor, y después el de abadesa en 1270. Mayor era todavía era abadesa en 1286 siendo priora su cuñada Elvira Fernández de Castro mujer de Alfonso García y vivía con ella Marina Alonso, hija de Alfonso García y de Elvira Fernández. La subpriora era María Gómez, hija de Marina García, del segundo matrimonio de García Fernández, y de Pedro Ruiz Manrique. Marina ingresa en el Monasterio al quedar viuda por segunda vez y es cilleriza[26]. Cantora fue otra nieta del fundador llamada Mencía García hija de Teresa García, también hija del segundo matrimonio de García. Mencia, hija del segundo matrimonio, profesa en 1235 y fue cantora.

Mayor García, hija del primer matrimonio de García Fernández con Teresa Muñoz, estuvo casada con Gutierre Fernández, siendo hijos suyos Garci Gutiérrez y Alvar Gutiérrez. En 1262 tenía el cargo de priora de Villamayor, y después el de abadesa en 1270. Según Luis de Salazar y Castro, Garci Fernández tuvo otra hija llamada Mayor Arias que casó con Diego Martínez, ricohombre y señor de Hinojosa. García Fernández pudo tener otra hija llamada Mayor Arias, como la Mayor de su primer matrimonio, que casa con Diego Martínez, ricohombre de Fernando III y señor de Hinojosa, Hinojosa de Duero en Burgos.

 Teresa García casa con Rodrigo Pérez. En 1245 dio al monasterio de Silos sus propiedades en Rubiales, Arauzo de Miel y Bañuelos de Suso, heredadas de su padre. Una hija de Teresa García llamada Mencia García fue cantora en Villamayor de los Montes.

 Marina García casa primero con Gómez González de Roa, de quien tuvo a Gil Gómez, Garci Gómez y Gonzalo Gómez, y después de 1236, en que ya era viuda, con Pedro Rodríguez Manrique. En 1236 Marina García confirma la venta de Valdeande, Burgos, al abad del monasterio de Silos realizada por su esposo Gómez González de Roa. En el documento se cita a varios de los hijos del matrimonio llamados Gonzalo Gómez[27], Garci Gómez y Gil Gómez. Este Gil Gomez, señor en Aza, Roa e Iscar, hace donaciones de divisas y derechos al monasterio de Caleruega en 1270 y 1271[28]. Marina ingresa en el Monasterio al quedar viuda por segunda vez. Mayor García, hermana de padre de Marina, era todavía era abadesa en 1286 siendo priora su cuñada Elvira Fernández de Castro mujer de Alfonso García y vivía con ella Marina Alonso, hija de Alfonso García y de Elvira Fernández. La subpriora era María Gómez, hija de Marina García, del segundo matrimonio de García Fernández, y de Pedro Rodríguez Manrique.

 Marina García, ya viuda de su primer marido, casa con su cuñado Pedro Rodríguez Manrique, segundo señor de Amusco, hermano de Milia Manrique casada con Fernán García, hermano de padre de Marina García[29]. Matrimonios beneficiosos para ambas familias por sus heredades en los alfoces de Burgos y Palencia. En García Fernández Manrique de Lara sigue la sucesión de esta línea genealógica Manrique de Lara  Villamayor que son señores de Amusco en Palencia.

 

            Rodrigo Pérez Manrique de Lara es el hijo tercero de Pedro Manrique de Lara, vizconde de Narbona, y de su primera mujer la Infanta de Navarra doña Sancha. Lo encontramos ahora como hijo de su tercera mujer Mafalda. Señor de Amusco, Pina, Amayuelas, Palacios de Benaber, Piedra de Vivel, San Martín de Helines, Renedo, Estar, Quintana, Escalada y otros lugares. En doña Teresa García de Braganza tuvo por hijo a Pedro Rodríguez Manrique  Señor de Amusco. Casó con doña Marina García de Villamayor. A mediados del siglo XIV el señor de Amusco casa con Juana de Mendoza que es tía paterna del marqués de Santillana[30]. Las genealogías de los Mendoza recogen que Marina casa con Pedro Ruiz Manrique de Lara, segundo señor de Amusco en Palencia. Vienen de ellos los Manrique de Lara y Mendoza, que por Mendoza son de la misma ascendida que los Mendoza de la Casa del Infantado.

 Una sobrina materna de Marina llamada Elvira Álvarez casa también con un Manrique de Lara de los señores de Amusco. Marina de nuevo viuda se retira al monasterio familiar de Villamayor de los Montes.

Urraca García casa con Gutierre Suárez y tuvo por hijos a Gil Gutiérrez y Juana Gutiérrez. Murió en vida de su madre, y dichos hijos cedieron, en 1270, al monasterio de Caleruega sus propiedades en este pueblo[31] Juan García, Alfonso García, Diego García, Teresa García y Marina García y García Gutiérrez y Juana Gutiérrez —hijos de Mayor y de Urraca García—, llegaron a un acuerdo en 1262 con su hermana Mayor García, priora del monasterio de Villamayor, que actuaba con el consentimiento de su otra hermana, Mencía García, abadesa del mismo monasterio, por el que daban a Mayor «quanto auemos e deuemos aver en Quintaniella de Vallado, añaden también «lo de Ornejo» y a cambio doña Mayor renuncia a los otros bienes que le hubieran correspondido en el reparto de la herencia de sus padres.

 Mencía García fue esposa de Alvar Núñez, heredado en Aza Son padres de Elvira Alvarez, mujer de Pedro Ruiz Manrique, de Rodrigo Alvarez, Juan Núñez, María Alvarez y Teresa Alvarez Fue abadesa en el monasterio de Villamayor de los Montes, donde era ya monja en 1235. No debe confundirse a esta Mencia con otra Mencía García que es nieta de la que profesa en 1235 como hija de Pedro Ruiz Manrique y monja en Villamayor en 1286. Consta que en 1294 vivían en Hinestrosa, cerca de Castrogeriz, los caballeros Rodrigo Alonso y Fernán Alvarez, nietos de Garci Fernández, pues su sello ostentaba los trece róeles del escudo del abuelo.

 Un documento publicado por Antonio de Benavides en sus Memorias de Fernando IV de 1860 da a entender la existencia de otra que se llamó Elvira y contrajo matrimonio con Martín Alonso, señor de Barcelos. Elvira casa con Martín Alonso Tello de Meneses, de los Meneses que son señores de Barcelos en Portugal[32].



[1] Carta de privilegios concedidos a Celada del Camino por Alfonso X en 1255.

[2] La Villa de Santa María Ribarredonda está situada en la comarca burgalesa de la Bureba.

[3] El monasterio de San Millán y sus monasterios filiales. Gonzalo Martínez Díez, 1997. La documentación emilianense es la más importante para investigar los orígenes de Castilla y la primera historia del condado anterior al año 900. Pero ante la presencia en esa documentación de diplomas forjados en siglos posteriores resulta absolutamente necesario un examen crítico de la misma. Es lo que se hace en esta colaboración señalando los bloques de apócrifos atribuidos a los condes Fernán González y García Fernández y al rey pamplonés García Sánchez. Como razón de esta forja de apócrifos se apunta la incorporación a san Millán por el rey García de Nájera de varias docenas de monasterios con todos sus bienes en La Rioja, Castilla y Vizcaya, pero sin documentos acreditativos de esas propiedades. Los monjes, ya bajo el influjo cluniacense, al ordenar su archivo a mediados del siglo XII notaron esa falta y no dudaron en fabricar los títulos que podían acreditar documentalmente las propiedades del monasterio.

[4] Monasterio fundado por mandato del obispo de Palencia, Toribio, en el siglo V. En el siglo IX sufrió ataques musulmanes en los que llegaron a fallecer la abadesa y las monjas del monasterio. Durante la primera mitad del siglo XII tuvo importantes donaciones. Sancha Díaz, viuda de Pedro González y nieta de Álvar Díaz y Teresa Ordoñez, les donó en torno a 1117 las heredades de diez villas de la zona además de confirmar donaciones anteriores hechas por ella misma y una de sus hermanas, Toda Díaz. Finalmente, en el siglo XVIII sufrió un importante incendio que destruyó el monasterio así como todas sus obras de arte y sus archivos. Los restos de la antigua villa de San Salvador del Moral pertenece en la actualidad al municipio de Cordovilla la Real en la misma provincia de Palencia.

[5] El padre Luciano Serrano  dedicó dos trabajos a García Fernández. El ayo de Alfonso el Sabio. Boletín de la Academia de la Lengua Española, 1920. El mayordomo mayor de doña Berenguela. Boletín de la Real Academia de la Historia, 1934. Gonzalo Martínez Diez se ocupa de  los Villamayor en su El linaje de los Villamayor, 1998.

[6] Fueron padres de un hijo y de tres hijas llamadas Sancha Urraca y María Alfonso. Esta María casa primero con Álvaro Fernández de Lara, hijo del conde Fernando Núñez de Lara y de la condesa Mayor González. ​ Fue concubina de su sobrino Alfonso X el Sabio de quien tuvo una hija llamada Berenguela y, según el conde de Barcelos, contrajo un segundo matrimonio con Suero Arias de Valladares. Con Pedro Nuñez de Guzmán encontramos casa en segundas nupcias a Urraca Alfonso. La relación de Alfonso IX con Teresa Gil de Soverosa comenzó en 1204 y duró hasta la muerte del rey en 1230. Jaime Salazar y Acha. Precisiones y nuevos datos sobre el entorno familiar de Alfonso X el Sabio, fundador de Ciudad Real, 1990.

[7] El sello de Mayor Arias no tenía ningún atributo real de castillos o leones, como lo llevaban los descendientes de reyes, sino los rodeles de la casa de Villamayor.

[8] En 1162 Alfonso VIII otorga al Hospital en La Mancha una serie de enclaves: Criptana, Villajos, Quero y Atarez y, al año siguiente, el castillo de Uclés.

[9] La orden de San Juan de Jerusalén. Los prioratos de San Juan en La Mancha (siglos XVI y XVII). Marcial Morales Sanchez Tembleque. Universidad de Castilla-La Mancha, 2016. Hoy en día su nombre en francés, sería Pierre de Hyères. Don Pedro desempeñó varias misiones diplomáticas, siendo de destacar la de Inglaterra en 1177. En 1183, Alfonso VIII confiaba a la Orden el castillo y villa de Consuegra que pasaría a ser la nueva sede del prior. Arias. Pedro Arias muere en 1187. Mayordomo de Fernando II, embajador de Alfonso VIII, prior de la Orden de San Juan de Jerusalén, Rodas y Malta en los reinos de Castilla y León en años de la segunda mitad del siglo XII. No se conoce mucho acerca de sus orígenes y de su trayectoria antes de entrar en la Orden Militar internacional de San Juan o del Hospital. Parece que fue hijo de Arias Pérez, tenente de Monterroso, y hermano de Juan Arias, poderoso caballero de Galicia[9]. Está documentado Pedro Arias como Prior en 1183.

[10] De Pedro Arias se puede consultar su ficha biográfica de la página de la Real Academia de la Historia. Arias, Pedro. Mayordomo de Fernando II, embajador de Alfonso VIII, prior de la Orden de San Juan de Jerusalén, Rodas y Malta en los reinos de Castilla y León durante la segunda mitad del siglo XII.

No se conoce mucho acerca de sus orígenes y de su trayectoria antes de entrar en la Orden Militar internacional de San Juan o del Hospital. Parece que fue hijo de Arias Pérez, tenente de Monterroso, y hermano de Juan Arias, poderoso caballero de Galicia.

En la Corte leonesa de la época se consideraba que los Arias eran de origen castellano. Pedro Arias se casó con Aldara o Ilduara Fernández, hija de Fernando Oduario, de la que se separó antes de 1164.

Al año siguiente se casó con Constanza Osórez, mujer repudiada de Fernán Rodríguez de Castro. Llegó a ser una figura importante en la Corte del rey Fernando II de León con anterioridad a su entrada en la Orden de San Juan. Entre los años 1166 y 1167 desempeñó el cargo de mayordomo de dicho Monarca.

Sin embargo, la verdadera relevancia histórica del personaje comenzó con posterioridad a su profesión como caballero hospitalario. Muy rápidamente consiguió alcanzar un puesto importante en la jerarquía de la Orden en España. A partir de 1170 figura como prior de la Orden de San Juan en “Hispania”.

En la práctica, su jurisdicción se limitaba a los reinos de Castilla y León. Pedro Arias ocupó dicho cargo hasta su muerte en 1187. Durante esos años Pedro Arias ejerció una influencia política realmente notable en las Cortes de los reyes Fernando II de León y Alfonso VIII de Castilla. Diversos hechos así nos lo ponen de manifiesto.

Ya en 1177 Pedro Arias actuó como embajador de Alfonso VIII ante el rey Enrique II de Inglaterra para someter a su arbitraje el conflicto que enfrentaba al monarca castellano con el rey Sancho VI de Navarra. No obstante, la actividad del prior sanjuanista más destacada en esta faceta fue su labor de mediación para poner fin a las guerras que opusieron a Alfonso VIII de Castilla con Fernando II de León.

En 1181 Pedro Arias intervino en el tratado de paz de Medina de Rioseco entre ambos monarcas. En 1183 el prior de la Orden de San Juan volvió a desempeñar un papel relevante en la elaboración de otro tratado de paz entre los reinos de Castilla y de León, el de Fresno-Lavandera, así como en las negociaciones previas desarrolladas en Paradinas. Esta intensa actividad diplomática de Pedro Arias contrasta con la escasa entidad de su faceta militar frente a los musulmanes.

Con seguridad, tan sólo se sabe que en 1182 participó en una expedición armada de Alfonso VIII contra Córdoba. También es posible que participase en el asedio de Cáceres emprendido por Fernando II en 1184, ya que recibió varias donaciones en su transcurso.

La influencia política de Pedro Arias en las Cortes de los monarcas castellano y leonés redundó en beneficio de su Orden. Tanto Fernando II de León como Alfonso VIII de Castilla realizaron numerosas donaciones a la Orden de San Juan y a Pedro Arias como su representante. Da la impresión de que ambos monarcas compitieron entre ellos para atraerse el apoyo del prior sanjuanista mediante esta vía. Fernando II hizo seis donaciones a Pedro Arias y Alfonso VIII, diez. La más destacada fue, sin duda, la concesión del castillo de Consuegra con su amplio término territorial, efectuada por Alfonso VIII en 1183, ya que con el tiempo se convertiría en el más extenso señorío de la Orden de San Juan en Castilla. Por otra parte, también conviene destacar que tanto Fernando II de León como Alfonso VIII de Castilla tomaron bajo su protección personal a la citada Orden Militar y a su prior, Pedro Arias. Alfonso VIII lo hizo en 1170 y Fernando II en 1176. Además, Pedro Arias consiguió incluso que ambos monarcas devolvieran algunas posesiones que habían incautado a la Orden: Fernando II en 1179 y Alfonso VIII en 1181. Esta estrecha vinculación del prior Pedro Arias a la Monarquía permite explicar el hecho de que cuando en 1175-1176 la entonces mujer de Fernando II, la reina Urraca, tuvo que separarse del Monarca por problemas canónicos, ella decidiera hacerse miembro precisamente de la Orden de San Juan.

La gestión que Pedro Arias protagonizó del priorato de la Orden de San Juan en los reinos de Castilla y León fue asimismo muy importante. Su gobierno coincide precisamente con el período de mayor desarrollo patrimonial de la Orden en el Occidente de la Península Ibérica. Pedro Arias intervino de forma muy directa en este proceso. Recibió en nombre de la Orden de San Juan una gran cantidad de donaciones otorgadas por la Monarquía, la nobleza y simples particulares. También gestionó la realización de algunas compras y permutas en defensa de los intereses patrimoniales de su Orden. Además, Pedro Arias tomó algunas medidas tendentes a la puesta en explotación de las posesiones que se iban acumulando. El balance final fue ampliamente positivo para la economía sanjuanista.

Buena muestra de ello fue el hecho de que el prior Pedro Arias estuviera en condiciones de prestar dinero a la propia Monarquía. En el reino de León sabemos que entre los años 1177 y 1178 Fernando II entregó la tenencia de Asturias a la Orden de San Juan como prenda de un préstamo. En Castilla conocemos que el prior Pedro Arias prestó en una ocasión la respetable suma de 7500 áureos al rey Alfonso VIII.

[11] Rodrigo Manrique, de los señores de Molina y del Valle del río Mesa en Guadalajara, era hijo de Pedro Manrique de Lara, vizconde de Narbona por su madre, y de su tercera esposa Mafalda. Esta no es mencionada hasta después de la muerte de Pedro en febrero de 1202 cuando junto con el hijo mayor de ambos, Gonzalo, vendieron su finca en Tragacete al consejo de Cuenca por 4.000 maravedíes donde se refiere a sí misma como quondam uxore comitis Petri, quien fue la esposa del conde Pedro. Ruy o Rodrigo Pérez de Lara aparece en 1202 cuando intercambió algunas propiedades con su hermano Gonzalo y en 1203 confirmó una donación de su tío Fernando Núñez de Lara. Estuvo más vinculado a Narbona y figura en los diplomas de la zona hasta 1208. También se convirtió en el señor de Montpesat, cerca de Toulouse. Rodrigo Manrique fue heredado por su ascendencia materna en Montpesat y Lac del condado de Narbona, y en varios pueblos de la comarca burgalesa, entre ellos Palacios de Benaber.

 

[12] Fuese dilatando la nobleza de esta familia, a la que no pertenecía el Almirante, y así de halla que María Chirino, que es hermana del Almirante, caso con Fernán García de Villamayor, señor de esta Casa y Solar, que  fueron padres de Garci Fernandez Sarmiento y Harmildo Hermildez Chirino, asistiendo en las guerras y defensa que tenía en las fronteras de Cuenca. Sucedió en esta Casa Alonso Garcia Chirino, mayordomo mayor del Rey don Juan el I y de don Enrique III. Fue casado con doña Maria de Sacedón, señora de muchas partes y de conocida nobleza: fueron sus hijos Pedro Gomez Chirino de quien descienden los Loaysa y Chirinos de Guadalajara y el mayor fue Hernán Perez Chirino, regidor de Cuenca y Caballero de la Banda. Fue casado con doña Isabel Alonso de Molina y su hijo primogénito, Alonso Chirino, que defendió la puerta de Valencia de la ciudad de Cuenca, contra el Rey don Juan de Navarra, el segundo hijo Lope Chirino, de quien descienden los Caballeros de este apellido de la ciudad de Úbeda y una hija que se llamo Maria Chirino que casó con Lope de Salazar de quien hay sucesión, casa Alonso Chirino con Mayor de Salazar. Fue su hijo Pedro Chirino de Salazar que caso con Isabel de Anaya de quien procedió Luis Chirino de Salazar que  caso con  María Quixada de quien tuvo a

Hernando Chirino de Salazar y fue casado con Isabel de Montemayor, de quien procedió

Luis Chirino de Salazar que casa dos veces. La primera con Isabel del Villar, de quien procedió el padre Hernando Chirino de Salazar, religioso de la Compañía de Jesús. La segunda vez caso con Juana de Cetina, fueron sus hijos Luis Chirino  de Salazar, Caballero del Hábito de Santiago, y Alguacil mayor de la Santa Inquisición, y son sus hermanas, doña Mariana, que casó con Pedro de Montoya doña Isabel, que casó con Francisco de Montoya su hermano, vecinos de San Clemente, doña Margarita con don Fernando Abarca,  Contador  Mayar de la Cruzada, y Tesorero del señor Infante Carlos.

[13] Ramón de Bonifaz y Camargo, 1196-1252 o 1256. En el año 1247 Fernando III el Santo le encarga la organización y dirección de una flota que contribuyó de manera decisiva a la reconquista de Sevilla.

[14] Por su testamento sabemos que estuvo casado tres veces, con Andrea Grimaldo, con Luisa de Velasco y con Teresa Arias de las que hubo dos hijos et cuatro hijas.

[15] JUAN GARCÍA DE VILLAMAYOR. Pertenecía este personaje a las más linajudas familias de Castilla. Su padre, Garci Fernández de Villamayor, había desempeñado los altos cargos de Mayordomo mayor de las reinas doña Leonor y doña Berenguela y luego el de Mayordomo mayor de San Femando. El soberano le confió a su heredero, nombrándole ayo del niño Alfonso. Tal afecto profesó Garci Fernández al Príncipe que, en su testamento, expresa: «Mando el mío cameo, bono, a mío señor el infante don Alfonso» y después agrega: «et todo quanto en el mundo yo don Garci he, métolo en mano del rey don Fernando et de la reyna donna Beringuella et de mío señor el Infante don Alfonso, cuya merced yo so, et quien lo dio, et con quien lo gané». Palabras finales muy claras, que indican que los desvelos del ayo fueron bien correspondidos por el Príncipe. La madre de Juan García fué la rica hembra doña Mayor Arias de Villamayor que con su mesnada acudió al cerco de Sevilla contribuyendo a la conquista de la ciudad. Mereció por ello pingüe repartimiento en el Aljarafe sevillano. La fortuna de los Villamayor se consideraba como una de las más cuantiosas del reino. Era Juan García de Villamayor el tercer hijo de García Fernández y se crió con el príncipe Alfonso en Celada y Villaldemiro. Tuvo amistad

particular con el Infante don Felipe. El año 1232, en los documentos, se le conoce como señor de Fuentidueña. Asiste con el primogénito a la campaña de Murcia y obtiene Alhama. Años después colabora en el sitio de Sevilla y obtiene saneado repartimiento. Pocos nobles fueron tan favorecidos por Alfonso X, ya rey, como su compañero de niñez, Juan García, nombrado Mayordomo mayor del monarca, cargo relevante que disfrutó durante muchos años. Para la expedición de Salé le da el rey el título de Almirante, y el mando de los hombres de armas que asaltaron la playa africana. El de Villamayor casó con doña Urraca Fernández de Castro, hija de Fernán Gutiérrez de Castro, y fueron padres de un Garci Fernández de Villamayor contino de la corte de Alfonso X en los últimos años del reinado.  LA RECONQUISTA DE MURCI A POR EL INFANTE D. ALFONSO DE CASTILLA. ANTONIO BALLESTEROS BERETTA

[16] Ciertas fuentes aseguran que ingresó como caballero en la Orden del Temple, ​en uno de cuyos templos, la Iglesia de Santa María la Blanca de Villalcázar de Sirga, recibió sepultura el infante, en un sepulcro adornado con emblemas de la Orden del Temple. Arzobispo electo de Sevilla, fue además abad de la Colegiata de Valladolid y de la Colegiata de San Cosme y San Damián de Covarrubias hasta el año 1258, en que abandonó la carrera eclesiástica con el consentimiento de su hermano, Alfonso X el Sabio. Casa en tres ocasiones.

[17] El 14 de septiembre de 1262, tras varios intentos fracasados a lo largo de años, en los que los gaditanos lograron repeler los ataques de los castellanos, Alfonso X logra finalmente conquistar Cádiz, puerto que consideraba trascendental para desde allí lanzar su proyecto de invasión del Magreb.

[18] Juan García de Villamayor. Pertenecía este personaje a las más linajudas familias de Castilla. Su padre, García Fernández de Villamayor, había desempeñado los altos cargos de Mayordomo mayor de las reinas doña Leonor y doña Berenguela y luego el de Mayordomo mayor de San Femando. El soberano le confió a su heredero, nombrándole ayo del niño Alfonso. Tal afecto profesó Garcí Fernández al Príncipe que, en su testamento, expresa: «Mando el mío cameo, bono, a mío señor el infante don Alfonso» y después agrega que todo quanto en el mundo yo don Garcí he, métolo en mano del rey don Fernando et de la reyna donna Beringuella et de mío señor el Infante don Alfonso, cuya merced yo so, et quien lo dio, et con quien lo gané. Palabras finales muy claras, que indican que los desvelos del ayo fueron bien correspondidos por el Príncipe. La madre de Juan García fue la rica hembra doña Mayor Arias de Villamayor que con su mesnada acudió al cerco de Sevilla contribuyendo a la conquista de la ciudad. Mereció por ello pingüe repartimiento en el Aljarafe sevillano. La fortuna de los Villamayor se consideraba como una de las más cuantiosas del reino. Era Juan García de Villamayor el tercer hijo de García Fernández y se crió con el príncipe Alfonso en Celada y Villaldemiro. Tuvo amistad particular con el Infante don Felipe. El año 1232, en los documentos, se le conoce como señor de Fuentidueña. Asiste con el primogénito a la campaña de Murcia y obtiene Alhama. Años después colabora en el sitio de Sevilla y obtiene saneado repartimiento. Pocos nobles fueron tan favorecidos por Alfonso X, ya rey, como su compañero de niñez, Juan García, nombrado Mayordomo mayor del monarca, cargo relevante que disfrutó durante muchos años. Para la expedición de Salé le da el rey el título de Almirante, y el mando de los hombres de armas que asaltaron la playa africana. El de Villamayor casó con doña Urraca Fernández de Castro, hija de Fernán Gutiérrez de Castro, y fueron padres de un García Fernández de Villamayor contino de la corte de Alfonso X en los últimos años del reinado.

[19] Hijo de Gutierre Rodríguez de Castro el Escalabrado, casado con Elvira Osorio, señora de Lemos y Sarria. Gutierre Rodríguez de Castro también conocido como Gutierre Ruiz de Castro (m. ca. 1195), fue un ricohombre castellano, hijo de Rodrigo Fernández de Castro el Calvo y de su esposa Elo Álvarez, ​ hija de Alvar Fañez y de la condesa Mayor Pérez, hija, a su vez, del conde Pedro Ansúrez. Gutierre es padre de Fernando Gutiérrez de Castro que casa con Milia (también llamada Emilia) Íñiguez de Mendoza, hija del señor de Llodio Íñigo López de Mendoza y hermana de Inés Íñiguez de Mendoza, amante del rey Alfonso IX de León. Con ella tuvo cinco hijos legítimos. Fue padre natural de cinco hijas. Tres de las cuales casan con los hermanos Villamayor.

[20] Eduardo Pardo de Guevara y Valdés. Fernán Gutiérrez de Castro, año 2000.

[21] Pedro Rodríguez de Castro. Muerto después del 22 de noviembre de 1191. Mayordomo mayor de León en 1184 y tenente de Grado, Tineo, Pravia, y Limia. Se casó con Urraca Rodríguez de Guzmán, hija de Rodrigo Muñoz, señor de Guzmán y Roa con quien posiblemente no tuvo descendencia.4​5

[22] Antes de 1200, vivían en el pequeño pueblo cercano de San Esteban de Gormaz (Osma) canónigas de San Agustín (agustinas). Santo Domingo, canónigo de Osma, las atendía. Hacia 1218, ellas convencidas por la vida espiritual del santo, le pidieron que las recibiese en su Orden y desde entonces vivieron como monjas dominicas. Después de la muerte de Santo Domingo y sus familiares, el rey Alfonso X el Sabio, el 10 de julio de 1266 les otorgó un privilegio rodado a las monjas y como residencia el palacio de la familia de Santo Domingo en Caleruega (palacio de "los Guzmanes"). En 1268 la comunidad se traslada con su priora, Doña Toda Martínez, a Caleruega. La Casa Señorial fue adaptada para las monjas y se edificó una iglesia de estilo gótico. De la iglesia inicial queda parte como coro de las monjas. También otorgó el poder del Señorío de Caleruega a las monjas, coincidiendo la Señora de Caleruega con el cargo de priora del monasterio. El documento del "privilegio rodado" está en el archivo del convento.

[23] El 24 de noviembre de 1933 los restos de la infanta Leonor fueron depositados en una nueva urna de menor tamaño que la anterior y construida con los restos de la antigua, que se hallaba en muy mal estado. Y la nueva urna fue colocada en 1975 en el claustro del monasterio de Caleruega sobre los tres leones o gárgolas de piedra que la habían sostenido durante siglos. En 2014 el sepulcro de la infanta Leonor, que se hallaba en pésimo estado de conservación, fue restaurado y reconstruido basándose en su primitivo aspecto y reutilizando los escasos elementos antiguos que quedaban del mismo, lo que supuso un complejo trabajo de restauración. Y al mismo tiempo se examinaron los restos de la infanta y quedó corroborado que se trataba indudablemente de la hija de Alfonso X de Castilla. En 1917, durante un examen de los restos mortales de la infanta, que se hallaban colocados en el interior de la gran urna pintada con los emblemas heráldicos del reino de Castilla, se constató que su cadáver se hallaba en buen estado, y que en vida debió de ser una mujer corpulenta y de elevada estatura.

[24] Madinat Albalat es un yacimiento arqueológico español de la provincia de Cáceres, situado en el término municipal de Romango. Madinat Albalat es un yacimiento arqueológico de la provincia de Cáceres, situado en el término municipal de Romangordo. De origen árabe, tras la conquista cristiana del siglo XIII dio nombre a la campana de Albalat, cuyo territorio comprendía los actuales municipios de Casas de MiraveteHiguera de Albalat y Romangordo. De origen árabe, tras la conquista cristiana del siglo XIII dio nombre a la campana de Albalat, cuyo territorio comprendía los actuales municipios de Casas de Miravete, Higuera de Albalat y Romangordo. Por su situación, Albalat se convierte en un enclave de importancia estratégica, controlando un paso de la frontera y siendo un punto de partida para las expediciones militares, por estas razones se convierte en un objetivo militar desde finales del s. XI. Madinat Albalat forma parte de la frontera del Tajo, controlando el paso entre Talavera de la Reina y Alcántara. Fernando III el Santo en 1230 conquista definitivamente estos territorios.

[25] La Judería de Sigüenza se situaba en la parte suroeste de la villa, ocupando la pendiente que muere junto al castillo. Tenía en su centro una sinagoga y abarcaba el espacio comprendido entre el Portal Mayor, la Casa del Doncel y la Calle Travesaña Baja. La Puerta de Hierro que apreciamos en la actualidad fue el corredor de paso entre la judería y el resto de la ciudad.

[26] La cilleriza o cillera es la monja encargada de la despensa y de los almacenes de un monasterio.

[27] Al parecer este Gómez González participa al lado de Fernando III en la conquista de Andalucía que comienza en 1214.

[28] Real monasterio de Santo Domingo de Caleruega. Fundación de Alfonso X el Sabio. Carmen González González, Cándido Aniz Iriarte, 1993.

[29] Fundación Casa Ducal de Medinaceli.

[30] Rodrigo Manrique de Lara (m. después de 1248), I señor de Amusco. Fue hijo del conde Manrique Gómez de Manzanedo (m. 1204) y de Toda Vélaz, y nieto paterno de Gómez González de Manzanedo y de Milia Pérez de Lara, hija del conde Pedro González de Lara y de su mujer Ava, viuda de García Ordóñez, conde de Nájera. Casó con Sancha Pérez. Al final de sus días, fue fraile en la Orden de Santiago.

Pedro I Ruiz Manrique de Lara (m. después de 1276), hijo del anterior, fue II señor de Amusco y esposo de Marina García de Villamayor, hija de Garcí Fernández de Villamayor y Mayor Arias.

Garcí I Fernández Manrique de Lara (m. c. 1305) III señor de Amusco y primero en llamarse «García Fernández» en honor de su abuelo Garcí Fernández de Villamayor, contrajo matrimonio con Teresa Ortiz de Zúñiga.

Pedro II Ruiz Manrique de Lara (m. 1323), IV señor de Amusco, hijo del anterior, contrajo matrimonio con Teresa de Sotomayor quien, después de enviudar, volvió a casar con Garcilaso I de la Vega.4

Garcí II Fernández Manrique de Lara (m. 12 de septiembre de 1362, víctima de la peste), hijo del anterior, fue el V señor de Amusco. Contrajo dos matrimonios; el primero con Urraca de Leiva de quien tuvo cuatro hijos, entre ellos Pedro y Diego que fueron los siguientes señores de Amusco, y el segundo con Teresa Vázquez de Toledo y Carrillo. De este último matrimonio nació Garcí III Fernández Manrique de Lara de quien vienen los marqueses de Aguilar de Campoo, condes de Castañeda.

Pedro Ruiz Manrique de Lara y Leiva (m. 1381) hijo del anterior y de su primera mujer, Urraca de Leiva, hija de Juan Martínez de Leiva y Guiomar González. Fue VI señor de Amusco. Casó con Teresa de Cisneros pero no tuvo descendencia legítima, pero fuera de matrimonio, tuvo a Gómez Manrique de Lara, el I señor de Requena.

Diego Gómez Manrique de Lara y Leiva (m. 1385 en la Batalla de Aljubarrota) VII de Amusco, II señor de Treviño y Adelantado mayor de Castilla. Heredó los estados de su hermano mayor, el anterior señor de Amusco, quien murió sin descendencia legítima. Contrajo matrimonio con Juana de Mendoza llamada la Ricahembra quien después de enviudar volvió a casar con Alfonso Enríquez, Almirante de Castilla y de la Casa Real. Con sucesión Juana de ambos matrimonios.

[31] Este monasterio fue fundado por Alfonso X el Sabio: Poco a poco se transformaría la casa solariega de los Guzmán en residencia monástica con una gran iglesia. En 1270, Primer Centenario del nacimiento de Santo Domingo, el propio rey lo inauguró y les concedió a las monjas que lo ocuparon el Señorío de Caleruega, con el fin de que pudieran vivir y cumplir su misión de guardianas del lugar de nacimiento de Santo Domingo. El Monasterio de Santo Domingo de Caleruega, por su carácter de Señorío es ciertamente peculiar dentro de la Orden Dominicana. Surgió, con su fisonomía, como una institución a cuya sombra protectora se acogían los antiguos vasallos del Señor de Guzmán. Por esta condición, los derechos tributarios y los deberes de gobierno, recaían directamente sobre las monjas. Actualmente, en el Archivo del Monasterio se cuenta con varios Privilegios reales, donaciones a la fundación, ordenaciones de algunos Maestros de la Orden, Bulas papales,…que datan desde el siglo XIII y que están muy bien conservados. En vida llegó a ser un personaje ten célebre que fue canonizado en 1234, sólo trece años después de su fallecimiento. En el mismo año de la canonización de Santo Domingo, su hermano, el beato Mamés, fundó una pequeña iglesia en el solar de las propiedades de los Guzmán. En la villa soriana de San Esteban de Gormaz existía un monasterio denominado Santa María de Castros, perteneciente a una comunidad de monjas que se regían por la Regla de San Agustín, pero más tarde pasaron a convertirse, voluntariamente, en dominicas. En 1266 Alfonso X el Sabio, devoto de Santo Domingo, dona a estas monjas dominicas de San Esteban de Gormaz el solar de Caleruega para que constituyan un nuevo convento, otorgándoles, también, el poder del Señorío de la villa de Caleruega. Nace en ese momento el llamado Real Monasterio de Santo Domingo de Caleruega. Las obras de la nueva iglesia comienzan en 1297.

[32] En el distrito de Braga, en la Región Norte de Portugal. La ciudad está asociada a la Leyenda del Gallo de Barcelos, el cual constituye uno de los símbolos más distintivos de Portugal. La leyenda del Gallo de Barcelos cuenta la historia de un peregrino gallego que salía de Barcelos camino de Santiago de Compostela, y que fue acusado de haber robado el dinero a un terrateniente, por lo que fue condenado a la horca. Como última voluntad, pidió ser llevado ante el juez, que se encontraba comiendo un pollo (un gallo) asado. El peregrino le dijo que, como prueba de su inocencia, el gallo se levantaría y se pondría a cantar. Sin embargo, en el preciso momento en que el preso estaba siendo ahorcado, el gallo se levantó y cantó. El juez, habiéndose dado cuenta de su error, corrió hacia la horca y descubrió que el gallego se había salvado gracias a un nudo mal hecho. Según la leyenda, el peregrino volvió años más tarde para esculpir el crucero del Señor del Gallo que ahora se encuentra en el Museo Arqueológico de Barcelos. Leyenda que recuerda la que se cuenta en Santo Domingo de la Calzada en la Rioja.

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