En la localidad de Piedrahita se debe destacar el Palacio de los Duques de Alba y el Convento de Santo Domingo que fundado por el II Señor de Valdecorneja y su esposa Leonor de Ayala se convirtió en Panteón de algunos de los miembros de la Casa de Alba. El Palacio, que data del siglo XVIII, es una buena muestra del barroco clasicista francés. Próximo al palacio se encuentra el Convento de Santo Domingo, ahora en ruinas y donde sólo se mantienen en pie la cabecera y los muros. A pesar de este estado ruinoso el Convento conserva los restos del viejo cementerio con una preciosa capilla en la que están enterrados sus fundadores.
La
Tierra de Piedrahita la comprendían sus Sexmos conocidos como de lo llano, de
la ribera y de la sierra. Estos sexmos formaban la llamada Tierra de Piedrahita
que estaba formada por los lugares siguientes: San Miguel de Corneja,
Navaescorial, Santiago del Collado, Hoyorredondo, Aldehuela, Avellaneda,
Horcajo, Zapardiel, Navalperal, Navacepeda, Herguijuela, Hoyo del Espino, Hoyo
del collado, Navarredonda, San Martín del Pimpollar, Garganta del Villar y San
Martín de la Vega.
El
nombre de Piedrahita parece hacer referencia a la existencia de piedras
hincadas en el suelo. En el territorio hay restos de asentamientos desde la
época prerromana. En Piedrahita sitúan algunos historiadores una derrota de los
musulmanes a manos del Conde Fernán González en el año 918 apoyándose para esta
afirmación en la mención que se hace en la Crónica General sobre la Batalla de
Piedrahita.
Documentalmente
aparece el topónimo "Piedrahita" por primera vez en 1189. Alfonso
VIII asigna esta localidad al término de la Villa de Plasencia. En la segunda
mitad del siglo XIII Piedrahita fue reconquistada y repoblada integrándose en
el alfoz del Concejo de Ávila, pero muy pronto es separada de este alfoz para
formar parte, junto con las Villas del Barco, El Mirón y La Horcajada el
Señorío de Valdecorneja.
Alfonso
VIII dio el castillo de Piedrahita a su hija Berenguela, que ya reina de
Castilla, estableció su residencia en la fortaleza de la villa y en ella parece
que nació su hijo Fernando III "El Santo". Berenguela cedería el
castillo de Piedrahita para iglesia con la obligación de que se hicieran los
dos primeros viernes de Cuaresma un responso cantado por su alma poniéndose un
túmulo con una corona de plata En la actualidad, la iglesia parroquial de
Piedrahita se encuentra en lo que fue esta antigua fortaleza. Después de Doña
Berenguela, Piedrahita fue lugar de Señorío de diferentes Infantes de la Casa
Real Castellana. El Señorío de Piedrahita es recuperado para la Corona por
Pedro I "El Cruel", aunque por poco tiempo. Enrique II lo transfirió
a García Álvarez de Toledo, Maestre de Santiago entre 1359 y 1366, por renuncia
de este al Maestrazgo de Santiago a favor de Gonzalo Mexía, que sucedería a
García al frente de la Orden desde 1366 a 1371. En señal de gratitud Enrique II
hace donación a García Álvarez de Toledo, por éste y otros servicios prestados
a la Corona, de los Señoríos de Oropesa, Cabañas, Valdecorneja y Jarandilla.
García no solamente tendría la titularidad de estos Señoríos sino que desempeño
diferentes cargos en la Corte de Castilla y entre ellos el de Mayordomo Mayor
de la Reina Juana esposa de Enrique II.
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